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La UE de 27 Estados abre una “reflexión política” sobre su futuro

Tras el 'Brexit', los líderes reconocen que "mucha gente expresa insatisfacción con el estado de las cosas"

El presidente francés, François Hollande, a su llegada a la cumbre en Bruselas.Foto: atlas
Lucía Abellán

Bruselas da a Reino Unido por amortizado. La cumbre del Brexit se ha cerrado este miércoles con una mezcla de irritación y tristeza por el portazo de Londres, pero los Veintisiete han dejado claro que no hay marcha atrás y han subrayado que Londres “no va a tener un mercado común a la carta”, sin libre circulación de personas. Tras esa formidable sacudida, la nueva UE quiere abrir “una reflexión política” a la vista de que los europeos “expresan insatisfacción sobre el estado de las cosas”, admiten los dirigentes. Reino Unido se va, pero el eurodesencanto permanece.

La Unión Europea de 27 Estados echa hoy a andar. Los jefes de Estado y de Gobierno europeos se han reunido este miércoles en Bruselas sin la presencia, por primera vez, del primer ministro británico, David Cameron. Los dirigentes han pactado una breve declaración que deja claras las dos líneas de actuación tras el Brexit: Reino Unido pasará en breve a ser “un tercer Estado” y el resto del club comunitario debe “abrir una reflexión política en el futuro para dar un impulso a las reformas”. Los líderes creen haber captado el mensaje ciudadano: “Mucha gente expresa insatisfacción con el actual estado de las cosas, sea en el ámbito europeo o nacional”.

Esas frases resumen el germen de lo que vendrá a partir de ahora, que comenzará a concretarse en una próxima cumbre de los 27 gobernantes, el 16 de septiembre en Bratislava (Eslovaquia). Como única pista de los asuntos en los que pretende concentrarse la familia comunitaria, el comunicado ofrece una escueta frase: “Los europeos esperan que lo hagamos mejor en proveer seguridad, prosperidad y esperanza en un futuro mejor”. Con el atentado de Turquía como telón de fondo de la cumbre -y la cercanía en el tiempo de los de París y Bruselas-, los líderes consideran la seguridad como uno de los aspectos donde los ciudadanos agradecerán mayor cooperación. También preocupa consolidar la recuperación económica en un continente que aún no ha digerido la Gran Recesión.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha abundado en ese nuevo enfoque que debe adoptar el proyecto comunitario. Las tres instituciones europeas (Comisión, Consejo y Parlamento) elaborarán una denominada "agenda estratégica" para actuar en la misma línea, con pocas prioridades pero muy destacadas. "No se trata de si es más o menos Europa, sino de que los resultados sean mejores", ha explicado la canciller en conferencia de prensa. Como ejemplo, Merkel ha citado una posible relajación de las reglas de la competencia en sectores estratégicos, de manera que los países puedan subsidiar algunas actividades para salvaguardar el empleo y la inversión en la UE. Se trata del primer gesto orientado a la política industrial (y que implica un cierto paréntesis en las hasta ahora estrictas reglas contra las ayudas de Estado) tras la crisis.

Pese al mensaje de unidad, en la UE conviven distintas corrientes sobre cómo debe redefinirse Europa. “Se verá en los próximos seis meses. Renzi [el primer ministro italiano] y la Comisión Europea abogan por un salto adelante; Alemania, Holanda y los países del Este son más precavidos”, ilustra un alto cargo europeo.

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La última cena

Tras una noche en la que compartieron, por última vez, mesa y mantel con Cameron, los líderes europeos han concluido este miércoles que el abandono británico crea “una nueva situación” para la UE. Y se dicen preparados para afrontarla: “Estamos decididos a seguir juntos y a trabajar en el marco de la UE para afrontar los retos del siglo XXI y encontrar soluciones en el interés de nuestras naciones y de nuestros pueblos”. Tratan así de presentarse como garantes del bien común en un momento en que los populismos describen a los gobernantes como una élite alejada de las preocupaciones de los ciudadanos.

Antes de trazar el camino hacia el futuro, los 27 jefes de Estado y de Gobierno lamentan la decisión británica de dejar el club comunitario y piden a Reino Unido que inicie los trámites de separación “lo más rápido posible”. Fuentes comunitarias confían en tener despejado el calendario como muy tarde a final de año. Sin prejuzgar el tipo de lazos que unirán a Bruselas con Londres una vez se consume la separación, los dirigentes esperan que sea “un socio cercano” y advierten de que cualquier acuerdo “con Reino Unido como país tercero deberá basarse en un equilibrio entre derechos y obligaciones”.

Lo que sí quieren dejar claro a Londres es lo que no será la relación futura: "No habrá mercado único a la carta", han coincidido el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el del Consejo, Donald Tusk, aludiendo a que cualquier acceso al mercado común implicará también aceptar la libre circulación de personas, uno de los elementos que contaminaron el debate en Reino Unido a favor del Brexit. El presidente francés, François Hollande —uno de los que mantuvo una postura más firme respecto a Londres—, ha añadido otro requisito: “Si Reino Unido quiere acceder al mercado único, debe contribuir financieramente al funcionamiento del mercado interior”.

Gibraltar pide voz en Bruselas

De todos los territorios británicos, Gibraltar fue el que más firmemente se opuso a la salida de la UE. Un 95% de los votantes eligieron quedarse, frente al 48% de media en el conjunto de Reino Unido.

Al igual que la líder escocesa, el ministro principal, Fabián Picardo, también solicitó reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, explican fuentes comunitarias. Pese a las simpatías que su causa europeísta le despierta, Tusk lo rechazó.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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