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Costa Rica postula a su líder ambiental para la ONU

Christiana Figueres, antropóloga de 59 años, se presenta con una apuesta evidente por el abordaje del cambio climático

Christiana Figueres, ayer, durante la presentación de su candidatura en San José, Costa Rica.
Christiana Figueres, ayer, durante la presentación de su candidatura en San José, Costa Rica.REUTERS

La líder mundial de la lucha contra el cambio climático, Christiana Figueres, de 59 años, fue postulada ayer por su país, Costa Rica, para la carrera global por la secretaría general de Naciones Unidas a partir de 2017. Treinta semanas después de culminar con el Acuerdo de París, su cabildeo mundial para una estrategia común contra el cambio climático, la diplomática costarricense se suma a las 11 candidaturas presentadas ya para sustituir al actual secretario general, Ban Ki-moon, cuyo mandato acaba el 31 de diciembre.

La candidata, una antropóloga, economista e hija de José Figueres Ferrer —el político que en 1948 abolió el ejército costarricense—, se presenta con una apuesta evidente por el abordaje del cambio climático y por la paz. Encarna también la idea de varios países de impulsar para el máximo cargo de Naciones Unidas (ONU) a una mujer, después de que ocho hombres hayan ocupado el puesto en la historia de la organización multilateral.

El presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, oficializó ayer la candidatura de Figueres desde el emblemático Teatro Nacional, en San José. Esto ocurrió solo horas después de que la líder ambientalista concluyera su período de seis años en la dirección ejecutiva de Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Solís y Figueres fueron acompañados por decenas de niños vestidos de blanco que llevaban banderas de los países miembros de la ONU, incluido alguno con la camiseta de la selección de fútbol que brilló en la Copa del Mundo que se realizó en 2014 en Brasil. En el acto también estuvo el renombrado astronauta y científico tico Franklin Chang-Díaz, que comparte el récord de viajes al espacio, siete, con el estadounidense Jerry L. Ross.

No fue una casualidad presentar al niño vestido de futbolista y al admirado astronauta, en alusión al logro de la selección tica y del científico, pues Figueres ha insistido en dejar de ver su candidatura como una misión imposible. “No hay forma de lograr victoria sin un optimismo incansable y testarudo por el bien común”, dijo durante la presentación. Puso como ejemplo la revolución anímica que logró en las duras negociaciones sobre el calentamiento global, hasta concretar un acuerdo mundial con metas comunes en la XXI Conferencia sobre Cambio Climático, el pasado diciembre, en París.

Su capacidad de liderazgo, con una mezcla de astucia, empatía y firmeza, ha sido la ventaja que más le recalcó el presidente Solís, además de destacar la visión global del trabajo de la diplomática. Después de los halagos, con el conocimiento de que otras postulaciones ya llevan el trabajo hecho, el mandatario y Figueres dieron a conocer que se están realizando conversaciones informales con los países más poderosos del sistema multilateral, miembros del Consejo de Seguridad y naciones amigas para conseguir apoyo a la candidatura. “No hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”, añadió Figueres, tratando de transmitir confianza sobre lo que algunos creen es una quijotada.

Optimismo implacable

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“Ella simboliza la agenda de procesos globales emergentes en desarrollo sostenible, reducción de brechas norte-sur e incorporación de actores no estatales a la búsqueda de soluciones. La pregunta es cuán importante es esto para los miembros del Consejo de Seguridad, cuyo apoyo es determinante”, opinó Eduardo Ulibarri, analista y exrepresentante de Costa Rica en la ONU.

El optimismo de Figueres y la confianza en el trabajo hecho en materia ambiental, que la situó entre las 100 personas más influyentes del mundo en 2016 para la revista Time, es su baza para obtener el cargo. “Nunca he conocido a nadie como Christiana. Ella es una fuerza de la naturaleza, una luchadora feroz y gentil que dice las cosas como son, pero nunca titubea en su optimismo implacable”, escribió en la publicación el director de cine estadounidense Robert Redford.

Lo de no titubear viene en su sangre, que combina genes catalanes, estadounidenses y daneses. Su padre, al que llamaban don Pepe, fue hijo de inmigrantes españoles, ganador de una breve guerra civil en 1948 y presidente de Costa Rica en tres ocasiones. Fue considerado arquitecto del estable sistema político costarricense y patriarca de la familia de más linaje político en el país, además de fundador del partido más tradicional, Liberación Nacional (PLN), adversario del gobernante Acción Ciudadana (PAC).

Su origen familiar han motivado algunas críticas locales a la candidatura de Christiana Figueres, ya que su hermano José María, presidente del país entre 1994-1998, mantiene activo su proyecto de reelección para los comicios del 2018, a pesar de una popularidad cuestionable. Toda su familia la acompañó ayer en el Teatro Nacional, incluida su madre, Karen Olsen, nacida en EE UU y acostumbrada a ver cómo sus hijos replican la osadía del viejo don Pepe.

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