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Argentina festeja en la víspera del bicentenario de su independencia

Les Luthiers, uno de los platos fuertes del espectáculo con el que Buenos Aires recibe el 9 de julio

Festejos en Buenos Aires en la víspera de la independencia de Argentina.
Festejos en Buenos Aires en la víspera de la independencia de Argentina.Ricardo Ceppi

Las principales ciudades de Argentina se tiñeron de celeste y blanco para celebrar la llegada del 9 de julio, cuando se cumplirán 200 años de su independencia de España. En la víspera del bicentenario, este viernes, miles de personas se acercaron al centro de las capitales provinciales con banderas en la mano, escarapelas y pines en la ropa, e incluso ponches albicelestes para disfrutar de los numerosos espectáculos programados a lo largo de todo el día para conmemorar la fecha patria. Los festejos se prolongarán hasta la medianoche, cuando los participantes cantarán el himno nacional.

En Buenos Aires, las celebraciones comenzaron en la histórica Avenida de Mayo, donde se organizaron desfiles de trajes y bailes folclóricos y también se recreó la batalla de la primera invasión inglesa. Uno Al caer la noche, el festejo se trasladó al Teatro Colón y sus alrededores: a través de pantallas gigantes instaladas en la calle, una multitud siguió el espectáculo que se llevaba adelante en el interior del coliseo porteño. La Orquesta Filarmónica del Teatro Colón y artistas como César Isella, Raúl Lavié y Sandra Mihanovich subieron al escenario. Uno de los momentos más esperados era la actuación del grupo de humor musical Les Luthiers.

En la norteña ciudad de Tucumán, cuna de la independencia de Argentina, se vivió también una celebración multitudinaria en la víspera del bicentenario. Las plazas hoteleras están agotadas desde hace semanas por la conmemoración del 9 de julio, que estará encabezada por el presidente argentino, Mauricio Macri, en presencia del rey emérito de España, Juan Carlos I, y ministros de países de la región. 

Recién llegado de una gira por Europa, Macri habló a los argentinos desde la cercana provincia de Jujuy. En un discurso con una fuerte carga política, el presidente argentino volvió a acusar al gobierno kirchnerista de haber dejado un "Estado devastado y saqueado" tras 12 años de gestión y aseguró que se vio obligado a tomar "decisiones difíciles" porque no tuvo alternativa. Una de las decisiones más polémicas, la subida de las tarifas de luz y gas hasta un 1.000%, ha sido frenada por la justicia. El mandatario aseguró que Argentina "se prepara para crecer como nunca antes" y llamó a los argentinos a trabajar en equipo para construir el país, antes de despedirse con gritos de "Vamos Argentina, viva la patria" y lanzarse a bailar frente al público jujeño.

También el papa Francisco quiso estar presente en las celebraciones de su país natal. En una carta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo, el pontífice expresó que quiere estar cerca de "los hijos más llagados de la Patria" que son "los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad". Además, advirtió que "a la Madre Patria no se la puede vender" y pidió también que a la Patria Grande que soñaron José de San Martín y Simón Bolívar "el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones".

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