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Argentina anuncia vuelos comerciales a la Antártida

Serán a partir del verano de 2018 y alcanzará a unos 20 turistas por semana

La Base Marambio es la más grande de las argentinas y ofrecerá 10 plazas turísticas.
La Base Marambio es la más grande de las argentinas y ofrecerá 10 plazas turísticas.Ministerio Defensa

Existe un manto blanco en el que se cierra el mundo, con temperaturas glaciares durante todo el año y todavía mucho por explorar. El reclamo argentino sobre el territorio antártico se apoya en la presencia de 6 bases permanentes y otras 7 estacionales que, hasta ahora, sólo sirvieron para el estudio científico del continente. El ministerio de Defensa anunció ahora que a partir de enero de 2018 habrá vuelos comerciales para que unas 20 personas por semana puedan conocer uno de los lugares más recónditos del planeta. Los vuelos serán operados por la empresa estatal LADE y los visitantes deberán acogerse al protocolo de seguridad antártico.

La noticia fue confirmada a EL PAÍS por el secretario de logística, Emergencias y Gestión Cultural del ministerio de Defensa, Walter Ceballos, quien explicó que para comenzar con los vuelos es necesario que la Base Marambio (la más grande y adonde llegarán los vuelos) sea equipada con radares y sistemas electrónicos, dado que con la tecnología actual “tenemos vuelos que se tienen que suspender con el avión en el continente o muchas veces parte el avión, cambian las condiciones climáticas en pleno vuelo y no podemos aterrizar”.

“Trabajamos en este proyecto desde que asumimos”, reconoció Ceballos, “Tenemos la indicación del Presidente [Mauricio Macri] de fortalecer todo el tema de seguridad, logística y eficiencia energética de la Antártida. Dentro de eso se inscribe el fortalecimiento y equipamiento de nuestra Base Marambio, en la que durante este año y el que viene vamos a hacer las inversiones para tener un radar de asistencia a la aeronavegabilidad y para instalar los sistemas de radio ayuda que nos permita hacer aterrizajes por instrumento”.

Ceballos adelantó su deseo de que los vuelos comiencen a operar en enero de 2018, aunque la propuesta será toda una aventura para los turistas, no recomendable para aquellos que gusten de masajes y paseos a la luz de la luna. “Estamos pensando en un modelo de turismo antártico, no de spa. Esto significa que la estadía será en las mismas condiciones que aquellas personas que viven en la Antártida: los científicos, la gente que analiza el clima y la logística. Nadie podrá pretender un hotel 5 estrellas sino un turismo bajo normas ambientales y organizacionales de seguridad”, detalló el funcionario.

No existen muchos antecedentes de vuelos turísticos a la Antártida. El primero se realizó el 11 de enero de 2008, con un Jet Airbus A319 que transportó pasajeros desde Hobart, Australia, y aterrizó sin inconvenientes en la pista de hielo azul glacial Wilkins, ubicada a 65 kilómetros de la Estación Australiana Antártica de Investigación. En tanto, se calcula que en 2012 unos 35.000 turistas pisaron alguna región del continente antártico. Argentina, por su parte, ofrece cruceros antárticos que parten desde la ciudad de Ushuaia, en el continente, cuyos precios oscilan entre los 1.400 y 3.000 dólares. En 2013, la banda estadounidense Metallica brindó un histórico concierto para 150 personas que lo escucharon con auriculares, para preservar el medio ambiente. Se trató de una campaña de la firma Coca Cola, que montó un domo transparente en las inmediaciones de la base Carlini.

Lo que sí se realizaron en cantidad son los vuelos escénicos, procedentes en su mayoría de aeropuertos australianos o neozelandeses, que comenzaron en la década del 70. Los pilotos sobrevuelan el continente de hielo y regresan sin tocar tierra. Uno de ellos, operado por la empresa Air New Zealand, se estrelló en noviembre de 1979 contra el Monte Erebus, localizado en la isla de Ross y que ostenta el orgullo de ser el volcán activo más austral del mundo. Murieron los 257 ocupantes de la nave.

Ceballos adelantó su deseo de que los vuelos comiencen a operar en enero de 2018, aunque la propuesta será toda una aventura para los turistas, no recomendable para aquellos que gusten de masajes y paseos a la luz de la luna. “Estamos pensando en un modelo de turismo antártico, no de spa. Esto significa que la estadía será en las mismas condiciones que aquellas personas que viven en la Antártida: los científicos, la gente que analiza el clima y la logística. Nadie podrá pretender un hotel 5 estrellas sino un turismo bajo normas ambientales y organizacionales de seguridad”, detalló el cargo.

Es por ello que la capacidad de alojamiento será reducida. Unas 10 personas en la Base Marambio, 5 en la Carlini, 4 en la San Martín y sólo 2 en la Base Esperanza. La segunda etapa del proyecto contiene la creación del Polo Logístico Antártico de Ushuaia que va a convocar a empresas que quieran prestar servicios.

En consecuencia, El presidente del Instituto Fueguino de Turismo (INFUETUR), Luis Castelli destacó que, de concretarse esta iniciativa, “estaremos poniendo un mojón muy importante para el turismo fueguino y argentino. Somos los principales operadores de turismo antártico marítimo, y si avanzamos en esta dirección, podemos consolidar a Ushuaia y a la Argentina, también como operadores de esta modalidad de turismo antártico, tomando todos los recaudos ambientales y de preservación y cuidado que exige el Tratado Antártico”. Un tratado suscrito por Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, Sudáfrica, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos, que hasta ahora consideraba a la Antártida como un patrimonio universal a preservar, en el que sólo pueden desarrollarse actividades pacíficas, especialmente científicas, y nunca de tipo comercial.

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