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Alemania recibió a 42.300 menores refugiados no acompañados en 2015

La realidad de los niños que llegan solos ha desatado una polémica sobre su vulnerabilidad y posible captación por radicales

Niños jugando en una campo de refugiados en Friedland (Alemania).
Niños jugando en una campo de refugiados en Friedland (Alemania). Kai Pfaffenbach (Reuters)

La Oficina Federal de Estadísticas de Alemania (Destatis) dio a conocer este martes una nueva realidad del drama de refugiados que vive el país desde 2015 y que había pasado casi desapercibido para la opinión pública. De acuerdo a cifras oficiales, los servicios sociales alemanes de atención al menor asumieron, el año pasado, la tutela de 42.300 menores que llegaron al país sin compañía de un adulto, un 263% más que en el año anterior.

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En un breve comunicado, Destatis señala que del total de 42.300 menores, 38.700 eran varones y solo 3.600 niñas. “La cifra de menores no acompañados ingresados en el país ascendió de manera considerable”, señala Destatis, que también revela que 22.300 niños y adolescentes ya presentaron una petición de asilo ante las autoridades.

Pero la Oficina Federal de Estadísticas no ofrece explicaciones sobre el paradero y la situación legal del resto de los jóvenes que no presentaron una petición de asilo. Según Europol, no se tiene constancia del paradero de al menos 10.000 refugiados menores que llegaron a Europa en 2015.

“Es posible que esos niños y jóvenes hayan buscado la protección y el amparo de familiares que ya viven en Alemania”, dijo Dorothee von Wahl, una experta de Destatis consultada por este periódico, en un intento de restarle importancia a la desaparición de los niños de las estadísticas oficiales.

Las estadísticas de Destatis también fueron cuestionadas por la Asociación Federal de protección de los menores refugiados, un organismo patrocinado por Naciones Unidas. Según la Federación que tiene su sede en Berlin, las estadísticas no reflejan la realidad de la situación de los menores, ya que muchas veces fueron registrados más de un vez y muchos ya han cumplido los 18 años.

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“Es posible que el número de menores que llegó al país sin compañía de un adulto sea mucho menor”, dijo Niels Espenhorst, portavoz del organismo a través de un comunicado, donde también se critica la falta de informaciones concretas sobre las condiciones de vida de los jóvenes.

La llegada de los refugiados menores de edad que ingresaron a Alemania sin compañía de un adulto, también ha suscitado una amarga y peligrosa polémica en algunos medios conservadores del país y en partidos xenófobos como Alternativa para Alemania (Afd) que denunciaron que los menores podían ser presa de la campaña fanática del Estado Islámico y convertirse en eventuales terroristas.

La acción solitaria de un joven afgano de 17 años, que atacó con un hacha a varias persones que viajaban en un tren regional en Würzburg, alimentó la sospecha, sobre todo a causa del origen de los niños y adolescentes. La mayoría provienen de Afganistán, Siria e Irak.

Las leyes alemanas también pueden contribuir a una hipotética radicalización de los menores refugiados. Cuando un joven cumple los 18 años deja automáticamente de recibir la protección de los servicios sociales y pasa a integrar el mundo reservado a los refugiados adultos: vida en albergues y la pérdida de contactos sociales.

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