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Los ataques terroristas lastran el turismo en Francia

Las reservas internacionales en hoteles han caído un 10% por el efecto de los atentados y las huelgas

Soldados franceses patrullan en el santuario de Lourdes.
Soldados franceses patrullan en el santuario de Lourdes. PASCAL PAVANI (AFP)

La sucesión de atentados en Francia amenaza con minar el sector del turismo, que representa en torno al 8% del PIB y emplea a unos dos millones de personas. En los seis primeros meses del año, las reservas internacionales en hoteles han caído un 10% en el país. Todavía es pronto para analizar el impacto de los dos últimos ataques de julio, pero los datos apuntan a que se mantiene la tendencia. Las reservas de vuelos con destino a Francia para el verano cayeron así un 20% en los días que siguieron al ataque de Niza, a mediados de julio. El efecto negativo se ha amortizado en parte gracias a la celebración de la Eurocopa en junio y julio, pero preocupa a los profesionales del sector.

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“En términos de análisis, estamos en una situación inédita”, explica Vanguelis Panayotis, de la consultora especializada MKG. “En base a otros atentados en Europa, observamos que el sector del turismo tarda entre cuatro a seis meses en volver a sus niveles anteriores, pero aquí no nos ha dado tiempo”, añade. “Parecíamos recuperarnos de los atentados de noviembre cuando a finales de marzo ocurrieron los de Bruselas, que el turista extranjero asimila a los ataques de Francia”, dice. La Eurocopa, entre el 10 de junio y el 10 de julio, permitió en parte remontar la cuesta, generando un aumento de entre un 9% y un 76% de los ingresos de los hoteles de las ciudades que acogieron algún partido. Pero a los cuatro días ocurría el ataque de Niza.

Aunque los datos confirman el temido efecto de los ataques sobre el turismo, este se concentra en particular en la capital francesa y en un público concreto. Si la media de reservas internacionales en hoteles ha caído un 10% en los seis primeros meses del año, ha subido un 2% fuera de la capital, según indicó el secretario de Estado para la promoción Turística, Mathias Felk, al diario Journal du Dimanche. La caída afecta en particular a los turistas estadounidenses, asiáticos y de los países del Golfo, los cuales son más sensibles a las temáticas de seguridad. Sus visitas se concentran además en París y el Costa Azul, las dos regiones sacudidas por los ataques del año pasado en la capital y el de julio en Niza.

Esta clientela, que suma menos del 20% de los turistas extranjeros, se caracteriza sin embargo por un fuerte poder adquisitivo. Por ello su ausencia “se nota en particular en los hoteles de cuatro y cinco estrellas”, según indica Dominique Maulin, directora en España y Portugal de Atout France, la agencia de promoción turística oficial. Así, la tasa de ocupación en los hoteles de lujo parisienses era del 32% en la segunda quincena de julio, cuando era del 77% el verano anterior.

El mes de julio parece seguir con la misma tendencia, con una nueva caída del 10% en las reservas internacionales respecto al año anterior, según Felk. En París, la ocupación ha retrocedido en 9,8 puntos hasta el 78,1%, tanto en turismo nacional como internacional, según el Observatorio económico de turismo de París. Tras el ataque de Niza, el pasado 14 de julio, las reservas de aviones realizadas en agencias se desplomaron por su parte un 20%, según un estudio de ForwardKeys de finales de julio. Acentuaron una tendencia emprendida durante el año, en la que las reservas retrocedían ya un 16% respecto al año anterior.

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Tras los ataques de 2015, el Estado francés destinó un millón de euros a campañas de promoción coordinadas por Atout France y centradas en 16 mercados considerados prioritarios, que suman el 86% del turismo extranjero. La agencia trabaja ahora en la renovación de este plan y su presupuesto dependerá de los mercados objetivos. Pese a todo, el Gobierno mantiene su objetivo de alcanzar los 100 millones de turistas en 2020. “En 2015, Francia batió su récord de visitas con 85 millones de turistas, cuando ya sufrimos atentados”, indicó al Journal du Dimanche el secretario de Estado para la promoción turística. “Francia debe mantenerse como primer destino mundial”.

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