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British Airways reanuda los vuelos directos a Teherán tras 4 años

El levantamiento de las sanciones de las potencias occidentales a Irán propicia la reapertura de rutas aéreas que habían sido suspendidas

Un avión de la compañía British Airways despega del London City Airport.
Un avión de la compañía British Airways despega del London City Airport. EFE

El Boeing 777 que tiene previsto despegar esta noche en el aeropuerto de Heathrow con rumbo a Teherán inaugurará la reanudación de los vuelos directos de British Airways a la capital iraní después de una suspensión de cuatro años. El reciente levantamiento de las sanciones impuestas por las potencias internacionales contra el régimen de los ayatolás, unido a la reapertura de la embajada británica en el país del Golfo el pasado verano, han hecho posible este nuevo gesto de distensión.

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La capital iraní es “un destino importante” para la aerolínea británica de referencia, han subrayado sus responsables sobre los seis vuelos semanales que operará a partir de ahora y que, según los analistas, contribuirán a mejorar las difíciles relaciones biltaerales entre Londres y Teherán. El Reino Unido integra el grupo de países –junto a EE.UU., Francia, Rusia, China y Alemania- que el año pasado arrancaron un acuerdo para limitar el programa nuclear iraní a cambio de suspender las sanciones multilaterales.

A resultas de aquel pacto, la compañía gala Air France decició reanudar sus vuelos a Teherán el pasado abril, y tras una suspensión de siete años. British Midland Airways (BMI, entonces operada por British Airways) fue la última aerolínea en mantener su conexión con la capital iraní, finalmente cancelada en 2012 y meses después de que la embajada británica en Irán y otro complejo situado al norte de la ciudad sufrieran el asalto de centenares de estudiantes encolerizados.

El violento suceso de noviembre de 2011 -que rememoró la toma por una horda de la legación estadounidense en 1979 y a lo largo de 444 días- se produjo dos días después de que Londres anunciara sanciones contra Irán, junto a EE.UU. y Canadá, por la construcción de su programa nuclear con supuestos fines belicitas en lugar del uso civil. Los asaltantes de la embajada británica, al grito de “muerte a Inglaterra”, provocaron destrozos en la sede y forzaron la evacuación de todo el personal y el cierre del recinto. Londres responsabilizó al propio régimen del ataque (“ha habido cierto grado de consentimiento por parte del gobierno”, denunció entonces), marcando un nuevo bajón en la turbulenta relación entre ambos países.

La fetua decretada por el ayatolá Jomeini contra el escritor anglo-indio Salman Rushdie o la captura de ocho marineros británicos en la frontera irano-iraquí son algunos de los episodios que han venido empañando las relaciones entre el Reino Unido y la República islámica desde que ambos países las normalizaran sobre el papel en 1988.

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Ahora, el nuevo contexto ha dado alas a British Airways para retomar una de sus rutas históricas, los vuelos directos a Teherán que la eurolínea inauguró nada menos que en 1946.

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