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El musical sale a la calle para desafiar a Trump

Un grupo de actores sale de gira por los barrios más populares de Nueva York para pedir el voto demócrata

Un grupo de teatro callejero pide el voto para Hillary Clinton en Nueva York.
Un grupo de teatro callejero pide el voto para Hillary Clinton en Nueva York.A. L

No les busquéis en la cartelera de Broadway: su escenario son las esquinas de las calles, los patios de las casas populares, los parques públicos de Nueva York. "Queremos decirle a la gente que la política no es solamente un espectáculo para mirar o soportar. La política somos nosotros; para cambiar las cosas es necesario estar activos: todos tenemos el deber de participar". Y ella, Crystal Field, de 73 años, lo sabe bien: ganadora de un Premio Oble, el Óscar del teatro callejero, es gerente, guionista y directora del Theater for the New City, la compañía de teatro neoyorquina con sede en el East Village que justamente este año cumple 40 años. Un conjunto de 15 personas, "de entre 7 y 70 años", cofundado por ella misma en 1971, durante la época de la guerra de Vietnam, y que desde entonces no ha dejado nunca de hacer política: siempre entre la gente.

Election Selection, el musical que en las últimas semanas se repite en los cinco distritos de Nueva York, es solo el último esfuerzo. Este lunes salía a escena en el patio de las Wise Towers, las casas populares de Manhattan, entre Columbus y la 90ª, frente a un público de niños y ancianos —mayoritariamente de color— sentados en cajas de plástico dispuestas a modo de butacas. Una historia con banda sonora —en riguroso directo— de tres neoyorquinos que toman conciencia. Una anciana arrastrada a votar por sus nietos que dice "no querer ensuciarse las manos", un afroamericano de derechas fascinado por Trump y dispuesto a minimizar cualquier cuestión racista y un chico que desde la crisis de 2008 sale adelante haciendo tres trabajos: cuidador de perros, barrendero y encuestador.

Cuando el escáner electrónico decide rechazar sus votos, los tres lo golpean intentando ponerlo otra vez en marcha y salen catapultados en un viaje en el tiempo que cuenta las grandes luchas de Nueva York: desde la sufragista, pasando por la revuelta gay de Stonewall, hasta el movimiento Ocupa Wall Street. "Me ha inspirado [cuenta Field mientras se cambia de ropa en un camerino a la vista] la idea de Bernie Sanders de participación directa y de responsabilidad colectiva. Aunque son cosas que en América se están cociendo desde hace algún tiempo".

"Ocupa Wall Street era un ejemplo de ello: y los que dicen que fue un fracaso no entienden cuánta conciencia sembró". Entre volteretas, bailes salvajes y brillantes cambios de vestuario, el mensaje para el público es el de inscribirse para ir a votar, una preocupación cada vez más urgente de los demócratas que temen no volver a repetir los registros de asistencia récord de Barack Obama. No, el espectáculo no podía predecir la enfermedad de Hillary y la reaparición de los seguidores de Bernie. "Nunca pedimos de manera explícita el voto por ella. Pero aunque no era nuestra primera elección, ciertamente es necesario hacerlo: está claro que no podemos arriesgarnos a que gane Trump, ese fascista y loco con cara de ángel, malgastando el voto eligiendo a los verdes de Jill Stein como protesta. Por eso vamos por las calles: para decir que si el día de mañana nos encontramos con Trump en casa, la culpa será solo y únicamente nuestra".

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