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Un comando secuestra a 15 pasajeros de autobús en Tamaulipas

Los asaltantes detuvieron el vehículo y se llevaron a punta de pistola al grupo. Se cree que la mayoría son migrantes centroamericanos

Jacobo García
Elementos del Ejercito Méxicano y policías federales en Jalisco
Elementos del Ejercito Méxicano y policías federales en JaliscoEFE

Los carreteras y autobuses que recorren Tamaulipas, en la esquina norte de México, en la frontera con Estados Unidos, se han convertido en una ratonera para los migrantes centroamericanos que utilizan esta ruta para saltar al país vecino.

15 pasajeros fueron secuestrados el lunes a punta de pistola cuando viajaban por la frontera entre Nuevo Laredo (Tamaulipas) y el municipio de Hidalgo (Coahuila) también en la frontera.

Según las autoridades un comando armado detuvo el autobús de pasajeros y se llevó a punta de pistola al grupo, narró el conductor cuando estuvo a salvo.

El autobús había salido de la estación de Nuevo Laredo pero “lo detuvo gente armada que iba en varias camionetas”. El chófer logró cerrar la puerta de la unidad “y se vino hasta donde están nuestras instalaciones [militares] para pedir apoyo”, reconstruyó después Víctor Zamora, Secretario de Gobierno de Coahuila. “Lógicamente, como los venían siguiendo y ven que llega hasta nosotros, las camionetas se retiraron”.

Aunque el funcionario no proporcionó los datos de la unidad, se cree que transportaba migrantes que se dirigían al municipio de Hidalgo, un inhóspito lugar infectado de ‘coyotes’ y casas de seguridad dedicadas a mover ilegalmente migrantes de un lado al otro de la frontera.

La frivolidad con la que las autoridades han tratado el caso da buena cuenta de la naturalidad con la que los cárteles secuestran cada mes a decenas de emigrantes.

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El secuestro, sucedido el lunes, no fue confirmado hasta el miércoles gracias a un comentario del gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, durante un discurso que nada tenía que ver: “Me reporta el señor secretario de Gobierno de un incidente fuera de las fronteras de nuestro estado, pero cuando llegaron a la guarda-raya con nosotros, cesó ese incidente y la gente que venía siendo perseguida y hostigada, llegó a un territorio de paz y nos pidió apoyo”. Poco después fue el Secretario de gobierno de Coahuila, Victor Zamora, quien confirmó el hecho y amplió los detalles.

En el mes de marzo, un grupo de 24 migrantes hondureños fue secuestrado en Altamira (Tamaulipas) por un comando armado cuando viajaba en un autobús de pasajeros; 14 horas después fue rescatado tras un operativo de fuerzas federales.

El estado de Tamaulipas, uno de los más violentos del país, está marcado por los atroces crímenes del cártel de los Zetas contra emigrantes centroamericanos. Entre todas las matanzas de los sanguinarios Zetas sobresale la muerte a machetazos de 72 personas en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, hoy sinónimo de barbarie.

Ante la violencia descontrolada en Tamaulipas el Gobierno de Peña Nieto puso en marcha en 2014 una estrategia de seguridad que implicó la movilización de miles de soldados y la limpieza de las distintas policías, en muchos casos brazo armado y uniformado de los cárteles. Casi 400.000 mexicanos y centroamericanos intentan pasar cada año a Estados Unidos de la mano de traficantes de personas que trabajan al servicio de las organizaciones del narcotráfico.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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