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RADIOGRAFÍAS AMERICANAS
Columna
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El clero troglodita

Ha sido el peor enemigo de México a lo largo de su historia. Urge una purga clerical

¿Por qué sorprendernos que el clero católico mexicano, el peor enemigo de México a lo largo de su historia, la institución que ejecutó salvajemente la Inquisición, leal al Vaticano antes que a la patria, haya convocado en días pasados a marchas callejeras para protestar en contra de los matrimonios igualitarios, de la adopción de menores por parte de parejas gay y de la educación sexual, si históricamente se ha opuesto a las grandes causas de la República y de la evolución liberal y cultural de México?

El clero se opuso a la educación laica, a la libertad de conciencia, a la libertad de prensa, a la separación de iglesia y del Estado

¿Quién fue el encargado de educar a las masas indígenas durante el virreinato? ¡El clero! ¿Resultado? Después de 300 años de feroz dominación española, en 1821, al arribo de Iturbide al poder, 98% de los mexicanos se encontraban sepultados en el analfabetismo. ¿Más? El mismo clero ultramontano orquestó y financió con limosnas pagadas por el pueblo de México, golpes de Estado, asonadas, insurrecciones, levantamientos armados y cuartelazos, que dejaron una y otra vez al país al garete, con tal de preservar sus gigantescos intereses. Ahí está el Plan de la Profesa, el de la independencia, el de Iguala, el de Jalapa, el de Huejotzingo, todos teñidos de color púrpura y de sangre o ambos, sin olvidar el Plan de Cuernavaca, el de Tacubaya, el del Hospicio, el de Zacapoaxtla, el de Tacubaya, entre otros tantos más, en que dicho clero torció en innumerables ocasiones el destino de México hasta extraviarlo irremediablemente. ¡Cuántas veces dislocó la alta jerarquía católica la marcha de nuestro país! ¿No logró la derogación de la Constitución de 1824 y recurrió a las armas para abolir la de 1857 durante la Guerra de Reforma, en la que nos matamos entre nosotros los mexicanos, con tal de cancelar algunos privilegios clericales? ¿No organizó la Rebelión Cristera para evitar que se aplicara la Constitución de 1917 y las leyes que de ella emanan?

¿Más cargos en contra de este clero retardatario y enriquecido que nunca pagó ni paga impuestos muy a pesar de su incalculable fortuna que ha construido al paso de los siglos al vender espacios en el paraíso so pena de no provocar la ira del Señor? Aquí voy: los ensotanados que se enriquecieron con el trabajo despiadado de los indios, condicionaron la política poblacional de Tejas, Nuevo México y California a individuos o familias que profesaran exclusivamente la religión católica. Dichos territorios permanecieron abandonados ante un vecino goloso que ansiaba devorarlos y los devoró en 1848.

Sólo me resta un poco de tinta para sumarme a la causa que promueve la destitución fulminante del cardenal Norberto Rivera

El clero se opuso a la educación laica, a la libertad de conciencia, a la libertad de prensa, a la separación de iglesia y del Estado, a la democracia, al apoyar a dictaduras como la de Iturbide, Santa Anna, Paredes y Arrillaga, Porfirio Díaz y Victoriano Huerta, entre otros tiranos más. De la misma suerte (pésima, por cierto) se negó a fijar tarifas por los servicios religiosos, a vender sus bienes, entre ellos los de manos muertas, mientras que la nación moría de hambre, en tanto los ensotanados detentaban el 52% de la propiedad inmobiliaria del país. Los sacerdotes llamaron a las armas para no perder sus fueros ni dejar de cobrar el diezmo, se resistieron a la existencia de una República Federal, al Enciclopedismo, a la Ilustración, a los derechos universales del hombre derivados de ideas de la Revolución Francesa, impusieron desde la boca de los cañones el monopolio espiritual en México e importaron príncipes europeos, como Maximiliano, para tratar de controlar con una armada extranjera la garganta de los mexicanos. Siempre sostuvieron desde los púlpitos, como ahora, un radical ¡No! al progreso, que los Papas (¿con mayúsculas?) combatieron por medio de encíclicas y excomuniones para quienes juraran las Constituciones liberales o atacaran a los soldados extranjeros invasores.

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Este reducido espacio no me permite continuar con los cargos para demostrar por qué el clero católico mexicano ha sido el peor enemigo de México, sólo me resta un poco de tinta para sumarme a la causa que promueve la destitución fulminante del cardenal Norberto Rivera en consonancia con las palabras del Papa Francisco, cuando prometió no dejar sin consuelo espiritual ni a los divorciados ni a los homosexuales. Urge una purga clerical en México.

franciscomartinmoreno.com

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