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Venezuela cierra la cumbre de los países no alineados en medio de críticas

El Gobierno de Maduro capitanea un encuentro diplomático con una baja asistencia de participantes y el cuestionamiento popular por el desplome del país

El presidente venezolano Nicolás Maduro con los mandatarios de la Cumbre de los países no alineados.
El presidente venezolano Nicolás Maduro con los mandatarios de la Cumbre de los países no alineados. MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)
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Non-Aligned Movement summit in Venezuela overshadowed by crisis

La presencia de Robert Mugabe (Zimbabue), Raúl Castro (Cuba) y otros 13 mandatarios internacionales, en la XVII Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) en Venezuela ha acalorado a los opositores al Gobierno del presidente Nicolás Maduro que interpretan el encuentro diplomático como un guiño al autoritarismo.

Este domingo, Venezuela ha despedido a los países invitados del MNOAL en medio de severas críticas. En la cumbre, muchos sillones han permanecido vacíos. Más de 20 de los 120 ministros de Exteriores, 15 presidentes y decenas de delegaciones han asistido a la Isla de Margarita, en el Estado de Nueva Esparta (Caribe oriental venezolana), para presenciar la designación de Venezuela como presidente pro tempore del movimiento internacional hasta el año 2019.

Los adversarios al Gobierno venezolano han reprochado la inversión financiera en esta cumbre celebrada en un país que se desploma económicamente. Según los cálculos de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Venezuela ha desembolsado entre 150 y 250 millones de dólares en este encuentro diplomático.

La cumbre ha durado cinco días. Maduro ha ordenado blindar al Estado de Nueva Esparta, el enclave de la cumbre del MNOAL, para evitar protestas opositoras. La turística isla ha permanecido repleta de militares con fusiles, convoyes y caminos restringidos. El Gobierno además ha prohibido el porte de armas de fuego en manos de civiles, los vuelos de aviones privados y drones; enviado comida, pintado murales y acomodado las calles de modo improvisado en la Isla de Margarita.

La excesiva custodia no solo ha llegado por la celebración del MNOAL. El Gobierno ha arreciado los controles de seguridad tras un polémico incidente ocurrido a Maduro en la isla. Hace dos semanas, el mandatario venezolano ha confirmado su menguada popularidad –un 11% de respaldo, según una encuesta publicada en agosto por la firma Alfredo Keller y Asociados–, después de ser acosado por los pobladores del barrio Villa Rosa, un sector popular en las afueras de la ciudad Porlamar (en Nueva Esparta), con cacerolas y enardecidas consignas.

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Del asedio en la Isla de Margarita solo ha quedado un registro en vídeos aficionados divulgados en las redes sociales, los portales web y los noticieros. El Gobierno ha reaccionado con voracidad a la protesta, al detener a 30 de los manifestantes –ya liberados– y al editor del periódico digital Reporte Confidencial (uno de los responsables de la divulgación de los vídeos), el periodista chileno-venezolano Braulio Jatar, por el vergonzoso episodio. Este encarcelamiento ha provocado un impasse entre los gobiernos de Chile y Venezuela.

Un homenaje al chavismo

El viernes, el Gobierno de Venezuela ha develado una estatua del presidente fallecido Hugo Chávez –cubierta de bronce y de 3,8 metros de altura– en la Isla de Margarita para recibir a los invitados del MNOAL. 

Mientras Maduro y el alto gobierno se han refugiado en la cumbre celebrada en Margarita, el resto del país ha protestado el viernes para exigir al Poder Electoral –controlado por el oficialismo– que anuncie el siguiente paso para activar un referendo revocatorio presidencial y repudiar el encuentro diplomático. Los opositores llamaron a la manifestación “La Cumbre del Pueblo”. Pero en Nueva Esparta se han inhibido de participar en las manifestaciones debido a la militarización de las calles. Son más de 550.000 habitantes vigilados por 14.000 efectivos de seguridad. Los pobladores solo han optado por sonar cacerolas todas las noches de la cumbre, para manifestar su descontento por la crisis.

Nueva Esparta no se salva de la debacle económica. Su aislada localización ha provocado que sea cuesta arriba el traslado de los alimentos y las medicinas, ya en escasez en Venezuela. La carestía, los cortes eléctricos y las severas fallas en el suministro de agua, han trastocado a esta paradisíaca isla caribeña. José Yapur, presidente del Consejo Superior de Turismo, asegura que Margarita ya no es visitada como antes. “El turismo ha disminuido en casi un 50% en relación con el año pasado. La mala imagen del país y la crisis han influido en esta merma. Gracias a la cumbre se ha acomodado a la isla, ojalá ocurriera esto todo el tiempo un evento así en Margarita”, agrega.

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