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Asesinado el director de la Policía de Guerrero

Tomás Hernández Martínez y su pareja fueron acuchillados en su casa de Acapulco

Luis Pablo Beauregard
Policías observan a un hombre ejecutado en Acapulco en julio.
Policías observan a un hombre ejecutado en Acapulco en julio.Pedro PArdo

Acapulco no puede sacudirse el fantasma de la violencia. Esta mañana un equipo de cineastas presumía el inicio de un rodaje de una película ambientada en el puerto de Guerrero. Los productores méxico-estadounidenses contaron a la prensa que Welcome to Acapulco será una película de acción que combina Misión Imposible con James Bond. El alcalde de la ciudad, Evodio Velázquez, dijo que la cinta mandaría al mundo entero un mensaje del “Acapulco armónico que está cambiando para bien”.

Un par de horas después los medios locales reportaron que una pareja había sido degollada en la colonia Progreso, a seis kilómetros del hotel Elcano, donde se anunció el arranque del rodaje programado para el miércoles. Las redes sociales comenzaron a arder con la noticia de los ejecutados de la colonia al norte de la ciudad y lejos de la costera, la zona turística que mejor ha resistido el embate del crimen. Guerrero es la entidad con más asesinatos en México. Cerró 2015 con una tasa de 67 homicidios por cada 100.000 habitantes, superior a la de Venezuela u Honduras. En lo que va de 2016, se han registrado más de 1.200 asesinatos en la región.

El Gobierno de Guerrero ha confirmado esta tarde que el fallecido era Tomás Hernández Martínez, el Coordinador operativo y director general de la Policía Estatal. El policía fue asesinado dentro de su domicilio junto a su pareja. El diario El Sur de Acapulco afirma que los cuerpos fueron torturados con un arma punzocortante y mostraban cortes en la cara y el cuello. La mujer fue la más violentada, dice el periódico.

La Secretaría de Seguridad Pública no ha querido dar detalles del crimen “para no entorpecer las investigaciones” de la Fiscalía. En un comunicado, el Gobierno dice que el asesinato representa una “gran pérdida” ya que Hernández Martínez fue un hombre de “gran valía y un ejemplo a seguir” en la policía estatal.

La Administración de Héctor Astudillo, el gobernador priísta de Guerrero, ha defendido el honor de un policía caído. Esto no es habitual en el medio policiaco, donde los comandantes se mueven en aguas turbulentas. En enero, el nombre de Hernández Martínez fue utilizado en una narcomanta, las comunicaciones usadas por los narcotraficantes o por aquellos que deseen manchar la reputación de un uniformado. El mensaje aseguraba que el policía tenía nexos con Isaac Navarrete Celis y los hermanos Onésimo y Juan Guevara Rodríguez, capos locales del Cártel de la Sierra.

El Gobierno local ha lamentado y condenado las “infundadas calumnias y reprobables señalamientos” que se hacían contra Hernández Martínez “desde el anonimato”.

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A pesar de la Secretaría de Seguridad Pública calificó al comisionado de “gran policía”, la trayectoria de Hernández Martínez no estuvo exenta de polémica. En abril de 2015 fue destituido después de haber desalojado a golpes un paro de labores que hacían empleados del Tribunal Superior de Justicia. A la mañana siguiente un centenar de uniformados bajo su cargo se manifestaron. Dijeron temer represalias por haberse negado a golpear a los trabajadores en huelga. El Secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán no tuvo otra salida más que destituir a Hernández Martínez. El policía volvió a la corporación en octubre con el inicio del Gobierno estatal del PRI.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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