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Santos celebra en la ONU el fin de la guerra en Colombia

El presidente colombiano pone a su país como ejemplo de que la paz es posible en conflictos complicados

Silvia Ayuso
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderon, este miércoles en Asamblea General de Naciones Unidas.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderon, este miércoles en Asamblea General de Naciones Unidas.ANDREW GOMBERT (EFE)

Hacía años que Juan Manuel Santos se preparaba para la ocasión que finalmente se produjo este miércoles en la Asamblea General de Naciones Unidas, el momento en que, ante los más altos representantes de todo el planeta, pudo proclamar por fin que “la guerra en Colombia ha terminado”. El presidente colombiano llevaba siete años acudiendo a la sede de la ONU en Nueva York para prometer que se acercaba lo que en pocos días sucederá por fin, la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC que pondrá fin al último conflicto armado del continente y que ha hecho sangrar a su país durante más de medio siglo.

“Ha terminado el último y más viejo conflicto armado del Hemisferio Occidental. América –el inmenso continente americano, con todas sus islas, desde la Patagonia hasta Alaska– ¡es ahora una zona de paz!”, celebró Santos lo que calificó como “la mejor noticia para Colombia, para América Latina y para el mundo”.

Al contrario que muchos de los dignatarios, el presidente colombiano no abusó de su espacio en el podio más internacional del planeta y limitó su discurso a los 15 minutos protocolarios. No necesitaba mucho más. El acuerdo de paz ha sido presentado y desgranado una y otra vez y la prueba de fuego ahora tiene carácter doméstico: su ratificación por la población colombiana en el plebiscito fijado para el 2 de octubre, una semana después de la firma formal que tendrá lugar el lunes próximo en Cartagena de Indias.

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Aun así, Santos no dejó nada al azar. Ni la fecha escogida para su presentación en la ONU ha sido casual: cada 21 de septiembre desde hace más de tres décadas, la ONU celebra el Día Internacional de la Paz.

La “nueva Colombia” que se perfila ahora es un país lleno de “esperanza” y que “abre sus brazos al mundo y da la bienvenida a la inversión, al comercio y al turismo”, aseguró Santos. Y manifestó su esperanza de que el ejemplo de su país sirva para convencer a otras naciones sumidas en conflictos “de que sí es posible cumplir el anhelo de la paz, cuando hay voluntad y compromiso”.

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Aunque Santos lleva varios días en Nueva York presentando y discutiendo el acuerdo —que el lunes ya entregó en persona al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon— este miércoles fue planeado como su gran jornada en Naciones Unidas, que culminará con una reunión bilateral con el presidente estadounidense, Barack Obama.

Poco antes de su discurso ante la Asamblea General, Santos entregó formalmente el acuerdo de paz, encuadernado y adornado con un lazo con la bandera colombiana, al Consejo de Seguridad. Este felicitó al mandatario por un acuerdo que “ofrece la promesa de una nueva realidad de seguridad y prosperidad para todos los colombianos”.

Ban, que asistirá el lunes a la firma del acuerdo, felicitó a Santos por su “visión, valor y liderazgo” para finalizar unas negociaciones que permitirán, confió, “acabar con décadas de sufrimiento” de los colombianos.

“En tiempos de conflictos armados en muchos otros lugares, la paz en Colombia envía un poderoso mensaje de esperanza al mundo”, sostuvo el secretario general de la ONU.

Al igual que muchos otros mandatarios, Obama incluido, la primera oradora hispana del día ante la Asamblea General, la chilena Michelle Bachelet, también tuvo palabras laudatorias para Santos y el acuerdo de paz, que calificó como “una de las grandes noticias del año”.

La de Santos ha sido probablemente una de las agendas más cargadas en Nueva York, su última cita internacional antes de dirigirse a Cartagena de Indias para la firma formal del acuerdo de paz ante algunos de los líderes internacionales con los que se ha codeado estos días en Estados Unidos. Además de con Ban, Santos ha mantenido reuniones bilaterales con el Rey Felipe VI de España, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, con la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, y los presidentes de Francia, François Hollande, y Panamá, Juan Carlos Varela. Santos también ha hablado en privado con Erna Solberg, la primera ministra de uno de los países garantes de las conversaciones de paz celebradas los últimos cuatro años en La Habana, Noruega, y con el neozelandés Key.

La última reunión neoyorquina se la ha reservado Santos al presidente de Estados Unidos, cuyo apoyo también ha sido clave para la culminación del proceso de paz y lo será también en la era de posconflicto que está a punto de comenzar. Santos y Obama ya se reunieron en febrero en la Casa Blanca, cuando se creía que el acuerdo iba a ser anunciado pocas semanas más tarde, aunque acabó retrasándose la fecha hasta ahora. En aquella ocasión, Obama anunció un paquete de ayudas al postconflicto por unos 400 millones de dólares en un programa que los dos presidentes bautizaron como Paz Colombia.

En breves declaraciones previas a su nuevo encuentro, Obama aseguró sentirse "muy orgulloso de haber tenido un modesto papel" en los esfuerzos para que avanzara el diálogo y manifestó una vez más su respaldo total al acuerdo, para cuya firma viajará a Colombia su secretario de Estado, John Kerry.

Pese a que todavía falta su ratificación popular, recordó Obama, el acuerdo, del que Santos le entregó también una copia, es ya "un logro de proporciones históricas" que será bueno no solo para los colombianos, sino para "toda la región".

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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