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Rusia presiona a EE UU calificando de inválido el acuerdo sobre plutonio

La invalidación es considerada un elemento de presión para un cambio de política en Ucrania

Pilar Bonet
Vladímir Putin este lunes en la Reserva Natural de Oremburgo.
Vladímir Putin este lunes en la Reserva Natural de Oremburgo.ALEXEI DRUZHININ / SPUTNIK / KRE (EFE)

Por un decreto del presidente Vladímir Putin publicado el lunes, Rusia considera inválido un acuerdo de 2000 con EEUU para eliminar y reconvertir plutonio militar considerado innecesario en virtud de los acuerdos de desarme nuclear entre los dos países. Para restablecer la validez de aquel acuerdo, Putin exige que EEUU elimine las sanciones impuestas a Rusia en 2014 por su política en Ucrania. En opinión del académico y experto en temas de desarme, Alexéi Arbátov, el acuerdo en cuestión tenía una "importancia secundaria" en el proceso de desarme y el gesto de anularlo tiene un "carácter político".

El acuerdo en cuestión (y los protocolos adjuntos firmados en 2006 y 2010) contemplaba la eliminación de 34 toneladas de plutonio por cada una de las partes. Rusia ha construido instalaciones para quemar ese plutonio como combustible, una mezcla de uranio y plutonio denominada Moks. EEUU, sin embargo, se ha decantado por otra tecnología, que consiste en encapsular y enterrar el plutonio. La cantidad de plutonio militar a neutralizar es solo parte del total de plutonio disponible, que se calcula en 125 toneladas por parte de Rusia y 100 toneladas por parte de EEUU.

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En abril, Putin expresó insatisfacción por el procedimiento de eliminación del plutonio previsto por los norteamericanos, que, según el dirigente ruso, no responde a lo que fue acordado bilateralmente y eventualmente permitiría a los estadounidenses volver a extraer el plutonio militar, en caso de desearlo.

En su denuncia del acuerdo, Putin ha trascendido las cuestiones técnicas y ha ido más lejos, al vincular la “reanudación” del acuerdo a una serie de condiciones políticas, entre ellas la “compensación de los perjuicios causados a la Federación Rusa como resultado de las sanciones” impuestas por la administración norteamericana por la política del Kremlin en Ucrania. Las condiciones de Putin están recogidas en un proyecto de ley enviado a la Duma Estatal (cámara baja del parlamento ruso) de Rusia, el 3 de octubre, la misma fecha de la promulgación del decreto presidencial. "A los norteamericanos les da igual que Rusia anule el acuerdo y las condiciones que se les exigen parecen partir de la apreciación equivocada de que EEUU está de rodillas delante de Rusia", señala Arbátov. "También se les podría pedir que disolvieran la OTAN", afirma el experto con ironía.

Se trata de uno de los primeros proyectos de ley remitidos por el jefe del Estado al parlamento después de las elecciones del 18 de septiembre. Entre sus condiciones, Putin incluye además compensaciones por las “perdidas” sufridas por Rusia como consecuencia de sus propias contra sanciones (en respuesta a las sanciones norteamericanas y occidentales). El acuerdo (de 2000) y los protocolos adjuntos al mismo pueden ser “renovados” “después de que EEUU haya eliminado las causas que han llevado a un cambio radical de las circunstancias que existían en el día de entrada en vigor” de aquellos documentos, afirma Putin en su proyecto de ley.

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Otras condiciones mencionadas por el presidente son la reducción de la infraestructura militar de la OTAN y el contingente de tropas de EEUU estacionados en territorio de países miembros después del 1 de septiembre de 2000. Asimismo, Putin exige la abolición de la llamada ley Serguéi Magnitski, de 2012, y las disposiciones “dirigidas contra Rusia” de la ley de 2014 de “apoyo a la libertad de Ucrania”. La denominada ley Magnitski establecía sanciones para los cargos oficiales supuestamente involucrados en la muerte en prisión de Serguéi Magnitski, un abogado ruso que representaba los intereses de un empresario norteamericano. La ley de apoyo a la libertad de Ucrania fue la reacción a la política de Rusia en territorio de su vecino occidental (anexión de Crimea y apoyo a los insurgentes de las regiones de Donetsk y Lugansk).

“Después de la entrada en vigor del acuerdo y los protocolos, EEUU ha emprendido varios pasos que han producido un cambio radical de la situación en el campo de la estabilidad estratégica”, afirma una nota explicativa que acompaña al proyecto de ley. La nota interpreta la política de la OTAN y sus aliados como iniciativas dirigidas contra Rusia y no como reacción a la propia política. “Además de las actividades dirigidas a alterar el equilibrio militar y estratégico, EEUU toma medidas para desestabilizar la economía de la Federación Rusa e infringir los derechos de los ciudadanos rusos”, señala el documento.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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