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Las Abuelas de Plaza de Mayo recuperan al nieto 121 robado por la dictadura argentina

Es hijo de los militantes desaparecidos Domingo Menna y Ana María Lanzillotto

Abuelas de Plaza de Mayo, familiares y funcionarios del Gobierno celebran la restitución del nieto 121.
Abuelas de Plaza de Mayo, familiares y funcionarios del Gobierno celebran la restitución del nieto 121.EFE

Ramiro Menna Lanzillotto acaba de recuperar al hermano que le robó la dictadura. Tenía dos años cuando un operativo del ejército hizo desaparecer a sus padres, Domingo Menna y Ana María Lanzillotto, militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT-ERP). Ana María estaba embarazada de ocho meses cuando la secuestraron, en julio de 1976, junto a Menna y a la cúpula de la guerrilla. Cuarenta años después, Ramiro ha encontrado a ese hermano nacido en cautiverio, el nieto 121 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. Él y toda la familia biológica cuentan las horas para poder abrazarlo.

"Acá tu familia tiene 40 años de amor para darte", dijo Ramiro a su hermano a través de las cámaras que se amontonaron ayer en la pequeña sede de Abuelas. "Sabemos que el camino que tienes que recorrer no es fácil", agregó el hijo mayor de Menna y Lanzillotto, que siguen desaparecidos. Ramiro, de 42 años y padre de cuatro hijos, viajó desde la provincia noroccidental de La Rioja hasta Buenos Aires para compartir la buena noticia con los medios de comunicación.

El nieto 121 se enteró el lunes de que el análisis genético al que aceptó someterse voluntariamente había dado positivo y era hijo de desaparecidos. Fue localizado en junio gracias a una investigación conjunta de Abuelas y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, pero estaba convencido de que que se trataba de un malentendido. La prueba de ADN confirmó su verdadera identidad.

Su tía, Alba Lanzillotto, aseguró sentirse "muy contenta" por haber encontrado finalmente al sobrino que la familia entera buscó durante 40 años. "Es idéntico a Ramiro, son como dos gotas de agua", describió Lanzilotto, quien expresó el deseo de poder reunirse con él "en un tiempo más corto que largo".

Desde La Rioja, el primo del nieto recuperado, Delfor Brizuela, secretario de Derechos Humanos provincial, expresó también el gran shock emocional que le produjo la noticia. "Fue impactante, se me quemaron todos los libros", dijo Brizuela a medios locales. El secretario de Derechos Humanos manifestó que la noticia supone un empujón para continuar la búsqueda y mantener viva la esperanza de los familiares.

Para su hermano mayor, no se trata de un asunto privado y familiar, sino que cada restitución tiene que ser vista como un logro colectivo en el camino de Argentina por la memoria, la verdad y la justicia. "Esta es una victoria, vamos a por más, aún faltan muchos", advirtió. Los organismos de derechos humanos estiman que alrededor de 500 bebés fueron robados como parte de un plan sistemático durante la última dictadura argentina (1976-1983).

En presencia del secretario de Derechos Humanos argentino, Claudio Avruj, Alba Lanzilotto y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, pidieron más colaboración al Estado. "Nuestra patria ha sido un rompecabezas destrozado por la dictadura. Para completar el rompecabezas necesitamos la ayuda de todos", señaló Lanzilotto.

"Queremos encontrar nietos con más asiduidad porque no queremos que las Abuelas se mueran con los brazos vacíos", expresó De Carlotto, quien a los 83 años pudo reencontrarse con su nieto, Ignacio Montoya Carlotto, en agosto de 2014.

El hijo de Domingo Menna y Ana María Lanzillotto es el segundo nieto recuperado este año. En junio, Abuelas anunció que reconocía a José Luis Maulín Pratto como el nieto 120. Fue un caso inusual ya que ambos padres, Rubén Maulín y Luisa Pratto, sobrevivieron a la dictadura.

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