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EE UU bombardea posiciones de rebeldes en Yemen tras sufrir un ataque

La acción intenta frenar la creciente osadía de los Huthi en aguas del mar Rojo

El ataque previo sufrido no causó daño alguno ni al 'USS Mason'.Foto: reuters_live | Vídeo: US NAVY (REUTERS) / REUTERS-QUALITY
Ángeles Espinosa
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Estados Unidos ha intervenido en la guerra de Yemen, por primera vez de forma directa este jueves, al bombardear posiciones de los rebeldes Huthi. El ataque, en respuesta a varios misiles lanzados contra sus navíos militares en las cercanías del estrecho de Bab el Mandeb, se ha limitado a destruir tres radares utilizados para ello y situados en la costa, según el Pentágono. No obstante, el gesto, en un momento en el que Washington revalúa su apoyo a la operación saudí en Yemen tras una reciente matanza, subraya la voluntad de evitar que el conflicto se extienda a esa importante vía marítima.

“Estos ataques limitados de autodefensa se han llevado a cabo para proteger a nuestro personal, nuestros barcos y la libertad de navegación”, ha declarado Peter Cook, portavoz del Pentágono.

La decisión, aprobada por el presidente Barack Obama, se produce tras una reciente escalada en las cercanías del estrecho de Bab el Mandeb, que comunica el mar Rojo con el océano Índico y por el que transita un 38 % del tráfico marítimo mundial y una parte sustancial del petróleo y el gas licuado que se envían a Europa desde el golfo Pérsico. El pasado 1 de octubre, los Huthi destruyeron en esas aguas un barco de transporte de Emiratos Árabes Unidos (EAU), el principal socio de Arabia Saudí en la coalición que apoya al Gobierno yemení internacionalmente reconocido. EE. UU. desplegó entonces tres navíos de guerra, uno de los cuales, el destructor USS Mason, ha sido objetivo fallido de al menos tres misiles desde el pasado domingo.

Muchos observadores interpretaron ese intento como una reacción de los rebeldes yemeníes al apoyo que Washington presta a la coalición árabe, al día siguiente de que esta bombardeara un funeral en Saná que causó 140 muertos y medio millar de heridos. Sin embargo, poco después de conocerse la destrucción de los radares, los Huthi han calificado de “inaceptable” el ataque y negado que sus fuerzas hayan atacado ninguna embarcación estadounidense, tal vez temerosos de una mayor implicación de la potencia en el conflicto.

Resulta improbable que EE. UU. se plantee abrir un nuevo frente en Yemen, en particular tras el bombardeo del funeral. La gravedad de ese incidente llevó a la Casa Blanca a advertir a Arabia Saudí que su cooperación no era “un cheque en blanco”.

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“El malestar es evidente pues [lo ocurrido] torpedea la iniciativa de Kerry, además de ser un golpe mortal a los esfuerzos para lograr un alto el fuego”, confía a EL PAÍS una fuente diplomática occidental.

Hasta el momento, EE. UU. se ha limitado a facilitar asesoramiento y apoyo logístico a la coalición árabe. Sin embargo, se ha distanciado de la elección de los blancos. Significativamente, el pasado junio, el Pentágono redujo el personal que tenía en el centro de coordinación de la campaña aérea. Aunque portavoces norteamericanos han negado que fuera a causa de las bajas civiles, el elevado número de estas (en torno a 6.000 según la ONU) empieza a preocupar. Varias organizaciones de derechos humanos están presionando a los países que venden armas a Arabia Saudí, incluido España, para que reconsideren estos contratos. Además, un grupo de congresistas norteamericanos ha intentado bloquear el último pedido.

No obstante, y aunque Washington esté reconsiderando su respaldo a la coalición árabe, también ha tomado nota de la creciente osadía de los Huthi, quienes, a decir de los analistas militares, están recibiendo una creciente ayuda por parte de la Guardia Revolucionaria iraní. “Estados Unidos responderá de forma apropiada a cualquier futura amenaza contra nuestros barcos y el tráfico comercial”, ha advertido el portavoz del Pentágono.

Como sucediera tras el bombardeo al funeral, Irán ha querido sacar partido propagandístico del incidente, proyectando un apoyo a los Huthi mayor del que efectivamente les prestan. Pocas horas después de conocerse la intervención estadounidense, su Marina anunciaba el envío de dos buques de guerra al golfo de Adén y el estrecho de Bab el Mandeb con el objetivo de “proteger los barcos comerciales iraníes contra la piratería en una zona insegura”. Sin embargo, hace ya una semana que salieron de puerto y nada indica que tengan la intención de cruzar al mar Rojo (en el que se encuentran los navíos norteamericanos), ya que se dirigen a las costas de Somalia donde desde hace tiempo que participan por su cuenta en la lucha contra los piratas.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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