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La UNESCO condena las “medidas ilegales” de Israel en la mezquita de Al Aqsa

Netanyahu acusa al organismo de obviar los lazos de los judíos con los lugares santos

Un palestino lee el Corán en el complejo de la Mezquita de Al Aqsa
Un palestino lee el Corán en el complejo de la Mezquita de Al AqsaEFE

La UNESCO, la organización de Naciones Unidas encargada de la protección del patrimonio cultural y educativo mundial, ha sido este jueves el marco en el que países árabes y simpatizantes de Palestina han sacado adelante una resolución que supone una dura reprobación a Israel. El texto aprobado por el Consejo Ejecutivo de la institución condena "las medidas ilegales" de las autoridades israelíes "contra la libertad de culto y el acceso de musulmanes" a la mezquita de Al Aqsa. Y exige a Israel, a la que denomina “potencia ocupante” una decena de veces, que deje de excavar o hacer obras junto a lugares sagrados para los musulmanes en Jerusalén, Hebrón y Belén. Y enumera “ataques continuos contra la mezquita por extremistas israelíes de derechas y uniformados".

La resolución ha sido aprobada por el consejo ejecutivo, órgano de gobierno de la UNESCO en el que están representados 58 países. El texto lo presentaron Argelia, Egipto, Líbano, Marruecos, Omán, Catar y Sudán, y fue apoyado por China, Rusia, Irán, Pakistán, Bangladesh, Sudáfrica, Brasil, México y República Dominicana, entre otros. En total, 24 votos a favor.

En contra han votado seis países: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania (que ahora preside el consejo), Holanda, Lituania y Estonia. Otros 26 se han abstenido -entre ellos España y Francia- y dos se han ausentado (Turkmenistán y Serbia).

La decisión de la UNESCO es interpretada por Israel como un intento de los palestinos de cortar los lazos de los judíos con Jerusalén y fue calificada de “ridícula” por el primer ministro Benjamín Netanyahu. “Es parte del teatro de lo absurdo. Decir que Israel no tiene ningún lazo con el Monte del Templo [como denomina a la explanada de las Mezquitas] o el Muro de las Lamentaciones, es como decir que China no tiene nada que ver con la Gran Muralla”, criticó el dirigente.

La tramitación del texto se enmarca dentro de la campaña internacional de la Autoridad Nacional Palestina para lograr en las instituciones internacionales, el reconocimiento que no tiene sobre el terreno. El ministerio de Exteriores palestino criticó que varios países -que no indentificó, pero que incluyen a Francia- sucumbieran a las presiones israelíes y se abstuviesen ante una iniciativa que pretende “poner fin a las peligrosas e ilegales acciones israelíes contra los santos lugares en Jerusalén y los derechos de los palestinos, incluido el derecho a orar”.

En  el texto se asegura que Israel está realizando en Jerusalén “demoliciones ilegales” de vestigios omeyas, otomanos y mamelucos
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Israel intentó detener la tramitación y distribuyó entre los embajadores de la organización un dosier, titulado La conexión histórica judía con Jerusalén, que, basándose en vestigios arqueológicos, hacía hincapié en los lazos que unen al pueblo judío con la Ciudad Santa “desde hace más de tres mil años”, reza el documento.

El texto recuerda que, a solicitud de Jordania, el país que desde el punto de vista internacional gestiona la conservación de los lugares sagrados de la parte vieja de Jerusalén y sus murallas, esos monumentos fueron incluidos en 1981 y 1882 en la lista de Patrimonio Mundial y Patrimonio Mundial en Peligro. Por ello, la UNESCO debiera contar en la zona con un representante permanente, nombramiento al que se opone Israel, un hecho que el consejo “lamenta profundamente”.

La resolución “deplora” que Israel mantenga sin esa supervisión “persistentes excavaciones” en Jerusalén Oriental. A la vez, “exhorta” a Israel para que restablezca el régimen vigente hasta el 2000, por el que el Ministerio jordano de Awqaf (institución religiosa) recupere “la autoridad exclusiva” sobre la mezquita de Al Aqsa, situada en la llamada Explanada de las Mezquitas.

“Condena enérgicamente el aumento de agresiones y medidas ilegales israelíes” contra ese ministerio jordano y enumera “ataques continuos contra la mezquita por extremistas de derecha y uniformados”, la entrada por la fuerza de funcionarios israelíes en el lugar o las construcciones de un teleférico y un ascensor en las inmediaciones.

En el mismo sentido, en el texto se asegura que Israel está realizando en Jerusalén “demoliciones ilegales” de vestigios omeyas, otomanos y mamelucos. Además critica duramente a “la potencia ocupante” por “obstruir” la ejecución de obras de restauración en esa mezquita.

Similares acusaciones y críticas se recogen en la resolución con respecto a las actuaciones de Israel junto a la tumba de Abraham, en Hebrón, o la de Raquel, en Belén.

En todas las reuniones del Consejo Ejecutivo (dos al año), países árabes introducen en el orden del día, y bajo el epígrafe “Palestina Ocupada”, textos sobre esas cuestiones para censurar a Israel basándose en la gestión del patrimonio cultural en la zona.

La UNESCO no comenta oficialmente sus resoluciones, pero personas que han participado en el proceso aseguran que, “obviamente, la institución es utilizada políticamente”. También en su día para acoger a países pese a no ser reconocidos como tales por la ONU. Fue el caso de Palestina. Y más recientemente de Kosovo, cuya solicitud fue rechazada. En la UNESCO hay 195 países y otros diez figuran como observadores.

En una segunda resolución también aprobada este jueves (41 votos a favor y solo Estados Unidos en contra), el Consejo Ejecutivo condena las agresiones registradas en centros educativos palestinos.

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