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Holanda investigará su oscuro pasado colonial en Indonesia

El país intenta cerrar “una página negra” de su historia

Isabel Ferrer
Soldados holandeses apuntando a combatientes indonesios, del libro 'Koloniale Oorlog'
Soldados holandeses apuntando a combatientes indonesios, del libro 'Koloniale Oorlog'

Holanda va a revisar su pasado más oscuro. El Gobierno de centro izquierda ha dado luz verde este viernes a la apertura de una investigación "a gran escala" sobre la violencia desatada durante la descolonización de la actual Indonesia (1945-1949), por dolorosa que sea. En ese periodo murieron unos 100.000 indonesios y alrededor de 5.000 soldados holandeses, y desde entonces son muchas las voces que critican el comportamiento del ejército holandés y sus posibles crímenes contra la humanidad.  

“No debemos tener miedo a mirarnos en el espejo del pasado, aunque lo ocurrido en Indonesia sea una página negra de nuestra historia”, ha dicho Bert Koenders, ministro de Exteriores holandés. 

El Ejecutivo sufragará el estudio, que también abordará la responsabilidad política de lo ocurrido, y para el que se abrirán los archivos del Instituto para el estudio de la Guerra, Holocausto y el Genocidio, y los de Historia Militar y de Etnología. El trabajo de los expertos consistirá en analizar los excesos cometidos por ambas partes. En el caso holandés, sobre todo, la quema de aldeas y las ejecuciones sumarias y torturas de los últimos momentos. En el indonesio, se refiere a los perpetrados durante el vacío de poder creado tras la II Guerra Mundial, entre agosto de 1945 y diciembre de 1946. Denominado Periodo Bersiap, con las tropas japonesas batiéndose en retirada, y antes de que los militares británicos cedieran el paso a los holandeses hasta la independencia final, hubo una revolución interna.

Más de 20.000 civiles indo europeos perecieron a manos de guerrilleros independentistas indonesios. Mark Rutte, primer ministro holandés, y licenciado en Historia, ha recordado que la descolonización ya se investigó en los años sesenta, “pero ahora contamos con muchas más fuentes, y por tanto, con más datos”. En su propia familia se trata de un asunto inescapable: su padre dirigía una empresa en Indonesia, y su primera esposa falleció en un campo de concentración japonés. La segunda es la madre del político. “En mi casa esa época está muy presente y yo he crecido oyendo hablar de ella. Es incluso más relevante que la II Guerra Mundial, para nosotros”, ha dicho.

El estudio recién anunciado llega después de que el historiador Rémy Limpach (suizo-holandés) publicara el pasado septiembre una tesis doctoral sobre la descolonización en la que afirmaba que “la violencia de las unidades especiales de las tropas holandesas fue aplicada de forma estructural y sistemática, no incidental”. Liesbeth Zegveld, la mayor experta en derechos humanos del país, ha añadido que en estos casos “hay que persistir, proceder e investigar, porque la mayoría de los afectados indonesios ha fallecido, y los que restan solo podrán cerrar este capítulo de su vida con un gesto así”. 

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