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RADIOGRAFÍAS AMERICANAS
Columna
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Presidentes yanquis muertos

La mayoría de dirigentes elegidos en año terminado en cero fallecieron en el ejercicio del cargo

A partir de 1860 la mayoría de los presidentes de Estados Unidos que ganaron las elecciones en un año terminado en cero, fallecieron en el ejercicio del cargo, de muerte natural o asesinados cada 20 años. Es decir, de 44 presidentes, incluido Barack Obama, contados desde George Washington a la fecha, siete de ellos perdieron la vida en la presidencia por diversas razones de acuerdo con el enunciado anterior.

De cara al lector escéptico, si repasamos la historia, ahí están los casos de William Henry Harrison, electo en 1840: murió de neumonía a un mes de ocupar el cargo; Abraham Lincoln, ganó las elecciones en 1860 y murió asesinado en 1865; James A. Garfield, el “caballo oscuro” por no ser de los favoritos, votado en 1880, murió asesinado de dos balazos en 1881; William McKinley ganó las elecciones para un segundo mandato en 1900, sí, pero murió asesinado también al año siguiente. ¿Más muertes de los presidentes electos en año “cero”?

Trump fue lamentablemente electo en 2016, sí y su perfil narcisista, su avidez por la notoriedad, su insaciable apetito por el poder, harán de él un candidato para el 2020

Aquí voy: Warren. G. Harding, electo en 1920, murió en el cargo en 1923. Harding, al igual que Trump, se pronunciaba por el aislacionismo de Estados Unidos, adoptó una feroz política antimigratoria con la que obstaculizó la entrada a su país de orientales y europeos; nombró secretario del Tesoro a Andrew Mellon, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos. Harding se vio involucrado en escándalos de corrupción a través de amigos y socios conocidos como la “Pandilla de Oro”, involucrada en el caso del Teapot Dome, relacionado con concesiones petroleras que ocasionaron el encarcelamiento de Albert Fall, secretario del Interior y jurado enemigo de México. Por si las similtudes con Trump fueran pocas, Harding disfrutó intensamente la compañía de diversas amantes (¿de qué sirve el dinero y la fama si no se pueden compartir con mujeres?), entre ellas Nan Britton, con quien llegó a procrear una hija fuera de matrimonio.

Franklin D. Roosevelt, reelecto en 1940, murió en la cama en 1945; John F. Kennedy, el joven senador de Massachusetts ganó las elecciones en 1960, sí, también en “cero” y murió asesinado en Dallas en 1963. Con Ronald Reagan, electo en 1980, se interrumpe el recuento necrológico, aun cuando estuvo a punto de morir baleado el 30 de marzo de 1981. George W. Bush, electo en 2000, logró también escapar al maleficio de los 20 años. Bush-ito, un sátrapa, un criminal, violador de los más elementales derechos humanos, que invadió, bombardeó e incendió Afganistán en busca de Osama Bin Laden, y también destruyó Irak con el pretexto infundado de que Hussein poseía armas de destrucción masiva para lanzarlas sobre territorio norteamericano y llevó a cabo “bombardeos humanitarios”, según la expresión demoníaca de Rumsfeld, debería ser juzgado por los crímenes de guerra, acusado de genocidio y colgado como Sadam Hussein, otro déspota como él.

El anterior recuento responde a la “Maldición Tecumsé” o la “Maldición de los 20 años”, profecía creada por Tenskwatawa, un indio shawnee quien, según los notables de su tribu, descubrió el origen de la maldad, rara habilidad para adivinar el futuro y que le permitió predecir que los presidentes blancos que hubieran ganado las elecciones en un año terminado con “cero” morirían en el cargo.

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Trump fue lamentablemente electo en 2016, sí y su perfil narcisista, su avidez por la notoriedad, su insaciable apetito por el poder, harán de él un candidato para el 2020, si es que antes no es destituido por su temperamento iracundo y sus negocios inconfesables, tal y como quedó demostrado cuando se negó públicamente a presentar sus declaraciones fiscales durante la campaña presidencial. ¿Qué diría el indio Tenskwatawa si Trump intentara reelegirse en 2020 de acuerdo con su carácter irreflexivo, despótico y arrebatado? ¿Continuará la “Maldición Tecumsé”? Veremos que sucede con este arribista que amenaza con desmantelar las organizaciones civiles y militares de la posguerra que reportaron paz y crecimiento a la dolorida humanidad, sobre todo después de la II Guerra Mundial y los horrores de las detonaciones atómicas en Japón?

¿Qué dices, Tenskwatawa, Trump llegará al 2020 y ahí se volverá a aplicar la “Maldición Tecumsé” o será destituido en el camino? Poco vivirá quien no lo vea…

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