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Donald Trump se muestra abierto a levantar las sanciones a Rusia por su injerencia electoral

Un asesor del presidente electo habló con el embajador ruso el día de las nuevas represalias

Donald Trump, este viernes en Nueva York.Vídeo: Evan Vucci (AP) / efe

Nuevas muestras de afinidad entre el equipo de Donald Trump y el Gobierno ruso. El presidente electo estadounidense está abierto a levantar las sanciones a Rusia por sus injerencias en las elecciones norteamericanas si Moscú refuerza su colaboración con Washington, según dijo al diario The Wall Street Journal en una entrevista publicada el viernes.

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Ese mismo día se supo que Michael Flynn, que será el asesor de seguridad nacional de Trump, mantuvo hasta cinco conversaciones telefónicas con el embajador ruso en Washington justo antes y después de que la Casa Blanca impusiera a finales de diciembre represalias al Kremlin por el pirateo de correos del Partido Demócrata. Los castigos incluyeron sanciones económicas y la expulsión de 35 diplomáticos.

Las agencias de inteligencia estadounidenses atribuyen el robo al Gobierno ruso y consideran que el objetivo era ayudar electoralmente a Trump. Tras cuestionar durante semanas esa conclusión, el presidente electo admitió el miércoles la implicación rusa en el ataque cibernético. Pero mantuvo sus reproches a los espías estadounidenses después de que se filtrara un informe con acusaciones no verificadas que podrían implicar un chantaje de Moscú a Trump.

"Si te llevas bien con Rusia y si realmente nos están ayudando, ¿por qué mantener las sanciones si están haciendo cosas realmente buenas?", explicó Trump al Journal, en alusión a la política antiterrorista y a otros objetivos comunes. El republicano subrayó que mantendrá intactas "al menos por un tiempo" las penalizaciones a Moscú por sus injerencias electorales y dijo que ve con buenos ojos reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, tras su toma de posesión el próximo viernes.

En la entrevista, Trump no parece hacer referencia alguna a las sanciones que EE UU impone desde 2014 a Rusia por sus acciones desestabilizadoras en Ucrania. En el pasado, ha sugerido que podría levantarlas y ha puesto en duda si EE UU debería defender a los países del Báltico en caso de una invasión rusa. Esta semana, los nominados por Trump para las secretarías de Estado y Defensa advirtieron, en sus comparecencias de confirmación en el Senado, del peligro ruso y sugirieron que avalaban las sanciones.

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Flynn, a la izquierda, en la Torre Trump, el 4 de enero.
Flynn, a la izquierda, en la Torre Trump, el 4 de enero.MIKE SEGAR (REUTERS)

Diplomacia paralela

Las conversaciones entre Flynn, un general retirado afín a Rusia, y el embajador Sergei Kislyak tuvieron lugar el 29 de diciembre, entre el momento en el que la Embajada rusa fue advertida de las penalizaciones por el robo de correos y el anuncio de Putin de que no tomaría represalias, según fuentes citadas por la agencia Reuters, que no detallan quién inició la tanda de llamadas.

Ese intervalo de tiempo alimenta las especulaciones sobre si Flynn pudo tratar de aplacar el malestar del embajador para evitar que Moscú respondiera con sus propios castigos a Washington. En ese caso, podría haber violado una ley de 1799 que impide a ciudadanos estadounidenses negociar sin autorización con gobiernos extranjeros con los que se mantiene una disputa.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest afirmó el viernes que no está claro que las conversaciones entre Flynn y el embajador sean cuestionables. “Depende de qué hablaron”, dijo. Un portavoz de la embajada rusa declinó valorar las llamadas.

Flynn suscitó una polémica el año pasado cuando asistió en Rusia una gala de la televisión Russia Today (RT), acusada de ser un brazo propagandístico del Kremlin, y se sentó al lado del presidente Putin. El militar admitió que cobró por el viaje y esgrimió que no ve ninguna diferencia entre RT y cadenas estadounidenses como CNN. El exgeneral, sin embargo, ha expresado en el pasado su escepticismo sobre los objetivos generales del Gobierno ruso, una visión que no parece ajustarse con los elogios reiterados de Trump a Putin.

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