_
_
_
_
_

El Constitucional alemán rechaza ilegalizar el partido neonazi NPD por su irrelevancia

Es la segunda ocasión en que fracasa el intento de las autoridades de vetar a los ultras

Luis Doncel

El segundo intento de acabar con una formación heredera del nazismo ha acabado, como el primero, en fracaso. El Tribunal Constitucional de Alemania rechazó el martes, la ilegalización del NPD. A los jueces de Karlsruhe no les cabe ninguna duda del radicalismo del partido ni su afinidad con el nacionalsocialismo. Pero argumentan que, gracias a su cada vez mayor irrelevancia, esta formación nacida en los años sesenta no puede convertirse en un peligro para la democracia.

Imágenes de los jueces del Tribunal Constitucional alemán, en Karlsruhe, durante la lectura del veredicto sobre la ilegalización del partido NPD
Imágenes de los jueces del Tribunal Constitucional alemán, en Karlsruhe, durante la lectura del veredicto sobre la ilegalización del partido NPDKAI PFAFFENBACH (AFP)

Radiografía de los ultras alemanes

  • El Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD) nace en 1964. Tras entrar en los parlamentos de siete länder, alcanza su mejor resultado en unas elecciones federales en 1969. Con el 4,3% de los votos, queda a solo siete décimas de llegar al Bundestag.
  • Bastión oriental. Tras la reunificación de 1990, el NPD logra sus mejores resultados en el este de Alemania. El año pasado perdió sus últimos representantes en un parlamento regional, el de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
  • Formación irrelevante. Con cerca de 5.000 afiliados, el NPD es ahora un partido muy debilitado. Le queda el eurodiputado que ganó en las elecciones de 2014, donde obtuvo poco más de 300.000 votos, y un puñado de representantes locales en el este de Alemania.

El Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD), que nunca ha llegado al Bundestag, ha perdido importancia estos años en su último reducto, los Estados orientales del país. La puntilla le llegó con la aparición de Alternativa para Alemania (AfD), el partido ultraconservador antinmigración que amenaza con convertirse en las elecciones de septiembre en la tercera fuerza del país, tras los democristianos y socialdemócratas.

El Gobierno federal y las dos Cámaras del Parlamento ya trataron en 2003 de ilegalizar el NPD. Pero el proceso se saldó con un sonoro ridículo. El Constitucional no entró a valorar el fondo de la cuestión, ya que se descubrió que algunos testigos eran informantes pagados con dinero público.

Para evitar un fracaso similar, en esta ocasión la iniciativa no partió del Gobierno. Fue el Bundesrat —la Cámara Alta, que representa a los Estados Federados— el que volvió a la carga en 2013 contra la formación ultraderechista fundada en 1964. Influyó entonces el shock que Alemania vivió tras descubrir la decena de asesinatos perpetrados por los terroristas de la banda nazi NSU.

Más información
Neonazis 1 - Democracia 0

La competencia de AfD

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pero el panorama político ha cambio mucho desde que se presentó la demanda. El NPD se sentaba en 2013 en dos parlamentos regionales, y ahora en ninguno. Y entonces era la principal fuerza que agrupaba al voto más derechista. Ahora le ha salido un competidor más moderado, y mucho más exitoso. Porque AfD reúne a votantes ultras, pero también a conservadores decepcionados con el giro centrista de la CDU de Angela Merkel, antiguos simpatizantes de partidos de izquierdas y ciudadanos que hasta ahora eran abstencionistas.

El Constitucional admite que el NPD trata de acabar con el “sistema constitucional existente” y reemplazarlo por “un Estado nacional autoritario que defienda la idea una comunidad definida a través de la etnia”. Y los servicios secretos alemanes le achacan vínculos con neonazis violentos.

Pero el alto tribunal rechaza dar un paso tan radical en una democracia como ilegalizar un partido. Esgrimen su escaso peso específico y sus nulas perspectivas de ganarlo en un futuro cercano. El NPD estuvo cerca de entrar en el Bundestag en 1969, pero desde entonces ha quedado muy lejos del 5% de votos necesario. En 2013 se quedó en el 1,3%. Con cerca de 5.000 afiliados, ahora solo tiene un eurodiputado y un puñado de representantes locales en Ayuntamientos del este.

Hace más de 60 años que en Alemania no se ilegaliza un partido. El último fue la formación comunista KPD; y antes había corrido una suerte similar una formación heredera del Partido Nacionalsocialista de Adolf Hitler.

El ministro del Interior, Thomas de Maizière, respondió que el veredicto del Tribunal confirma su idea de que la ideología del NPD es “anticonstitucional, incompatible con los principios de la democracia y que viola los derechos humanos”. Y añadió que, por lo tanto, los servicios secretos seguirán vigilando al partido.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_