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La policía birmana investiga el asesinato de un asesor de Aung San Suu Kyi

Miles de personas han acudido al funeral de Ko Ni este lunes en un cementerio musulmán de Rangún

Miles de personas portan este lunes el féretro de Ko Ni, miebro destacado de la minoría musulmana en Myanmar y consejero legal de la NLD.
Miles de personas portan este lunes el féretro de Ko Ni, miebro destacado de la minoría musulmana en Myanmar y consejero legal de la NLD.STRINGER (REUTERS)

La policía birmana investiga este lunes la muerte de Ko Ni, un destacado abogado de derechos humanos, y asesor de la líder Aung San Suu Kyi, que murió asesinado a tiros el domingo en el aeropuerto de Rangún. El consejero, de 65 años, regresaba de un viaje oficial a Indonesia donde el Gobierno de Myanmar, y los líderes musulmanes, discutieron sobre la crisis provocada por las tensiones sectarias en el Estado de Arakan.

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Ko Ni recibió dos disparos en la cabeza a corta distancia cuando estaba a punto de abandonar el aeropuerto en su coche familiar y sostenía a su nieto en brazos. El hombre armado trató de escapar, pero varios taxistas consiguieron retenerlo y uno de ellos recibió un disparo y murió en el acto. El presunto asesino ha sido identificado como Kyi Lin, de 53 años. Según los taxistas, antes de abrir fuego, gritó: "¡No puedes actuar así!"

No está claro si la religión fue el motivo de su muerte. Ko Ni era una de las voces musulmanas más destacadas de este país mayoritariamente budista y activo participante del movimiento de paz interreligioso. Sus amigos y familiares han dicho que había recibido amenazas de grupos budistas nacionalistas por su influencia y su próxima relación con Suu Kyi. “Decía que alguien tenía que defender la verdad. Siempre dije que le pasaría algo”, ha dicho su hija, Yin Nwe Khine. Ko Ni criticó el papel que mantienen los militares en el Gobierno, a pesar de que el partido de Suu Kyi asumió el poder el pasado mes de abril. Señaló también a la Liga Nacional para la Democracia (NLD en sus siglas en inglés) por no añadir candidatos musulmanes en las listas en las elecciones generales de 2015.

En mayo el asesor opinó que si alguien nace y vive en Myanmar toda su vida "debe ser considerado como ciudadano", haciendo referencia a los musulmanes rohingya, a quienes se les niega la ciudadanía porque no forman parte de las 135 etnias oficialmente reconocidas oficialmente. El Gobierno se refiere a esta minoría como “bengalíes” y son catalogados como inmigrantes ilegales del territorio que actualmente corresponde a Bangladesh, a pesar de que muchos de ellos pueden trazar varias generaciones de su árbol genealógico en Myanmar.

Los sentimientos antimusulmanes se han agudizado los últimos meses desde el último estallido de violencia en el Estado de Arakan, cuando en octubre un grupo de rohingyas supuestamente atacó un puesto fronterizo. Los residentes, refugiados y organizaciones de derechos humanos desde entonces acusan al Ejército de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, violaciones e incendios premeditados. El partido de Suu Kyi ha negado las acusaciones, pero 66.000 personas han huido al vecino Bangladesh y 21.000 han sido desplazadas internamente, según las Naciones Unidas.

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Una multitud se ha unido la tarde del lunes en Rangún para rendir homenaje a Ko Ni, a quien la NLD lo ha calificado como “alguien insustituible”. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional ha pedido una investigación “exhaustiva, independiente e imparcial” sobre su muerte.

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