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Suiza acepta facilitar la nacionalización de inmigrantes de tercera generación

La propuesta ha encontrado resistencia en la ultraderecha

Walter Wobmann muestra un panfleto que pide el sí a la prohibición del velo durante una reunión del partido ultraderechista SVP
Walter Wobmann muestra un panfleto que pide el sí a la prohibición del velo durante una reunión del partido ultraderechista SVPEFE

Los suizos han aprobado este domingo adoptar un proceso de nacionalización facilitado para los inmigrantes de tercera generación, o sea los nietos de los inmigrantes italianos, portugueses o españoles de los años 50 y 60. Para ser aceptada, esta reforma requería lo que en Suiza se denomina “doble mayoría”. A saber: mayoría del voto popular y mayoría de cantones. Con un 60,4% de voto popular y aplastante mayoría de cantones los suizos aprobaron la reforma, apoyada por la izquierda y una buena parte de la opinión pública. Solo 7 cantones de habla alemana han rechazado la nacionalización facilitada sobre un total de 26.

La propuesta de facilitar la naturalización a los nietos de inmigrantes se vio enfrentada a la feroz resistencia del SVP / UDC, o Partido del Pueblo de Suiza, movimiento nacionalista de derechas conocido por su rechazo a la UE y la inmigración musulmana. Al conocerse los resultados, un portavoz del SVP / UDC valoró que “los suizos han votado por facilitar la nacionalidad de italianos, españoles o portugueses: gente muy próxima a nosotros culturalmente”. Pero aclaró que su partido piensa poner objeciones a la doble nacionalidad en el futuro.

Hasta el momento, los nietos de inmigrantes de tercera generación debían pasar por un largo proceso de final incierto si querían obtener el pasaporte rojo con cruz blanca. El hecho de nacer en Suiza no otorga el derecho de nacionalidad, dado que el país alpino aplica el derecho “de la sangre” (jus sanguinis) que significa en la práctica que solo es suiza aquella persona que nace de padre nacionales. Esta es la cuarta vez que los suizos se pronuncian sobre la cuestión.

Otro asunto de gran importancia para la economía suiza fue votado hoy. Se trata de la reforma fiscal para las corporaciones. Una medida conocida como RIE III que pretendía mantener el atractivo fiscal de la plaza helvética para las grandes multinacionales que operan en el territorio. La propuesta, apoyada por el Gobierno federal, fue rechazada por el pueblo con un 59,1 % de votos. Los analistas consideran que Suiza daba facilidades excesivas a las grandes empresas, lo que llevará a que el Parlamento haga una nueva propuesta más mesurada. Los resultados de la votación de hoy han sido saludados como “un día de triunfo para la izquierda” por los medios de comunicación locales.

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