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Aumenta el número de hispanos que afirma que su situación en Estados Unidos ha empeorado

Los hispanos con ciudadanía estadounidense también se muestran preocupados por la amenaza de la deportación

Un creciente número de hispanos considera que su situación en Estados Unidos ha empeorado en los últimos años. Más de la mitad asegura además que está preocupado por la deportación de una persona de su círculo más cercano, según un estudio publicado este miércoles por el centro de investigaciones Pew Research. El porcentaje de hispanos que sostiene que su comunidad vive peor cada año se ha duplicado desde 2013 hasta la actualidad, incluso entre los que son residentes legales.

Manifestación contra las medidas migratorias de Trump en Nueva York.
Manifestación contra las medidas migratorias de Trump en Nueva York. SPENCER PLATT (AFP)

Ni siquiera los hispanos que ya han obtenido la ciudadanía estadounidense se mostraban tranquilos tras la victoria del republicano, que la semana pasada endureció aún más su política migratoria aumentando las categorías de inmigrantes indocumentados que se enfrentan a la deportación. Un 55% de los hispanos sin papeles, un 38% de los nacidos en EE UU y un 34% de los que ya han accedido a la ciudadanía tienen “serias preocupaciones” sobre su situación en el país. El 49% de los que residen de manera legal opina lo mismo.

Los datos recabados en las semanas previas a la toma de posesión de Trump revelan también una clara división entre los cerca de 60 millones de hispanos que residen en EE UU. La mitad de ellos —47%—, se preocupa “mucho” o “algo” por la amenaza de ser deportados. El porcentaje asciende a un 67% cuando se trata de inmigrantes que carecen de un permiso para residir en el país, más de 11 millones, según las estimaciones más recientes.

En comparación, un tercio de los hispanos nacidos en EE UU afirma que se preocupa por su expulsión del país o la de una persona de su entorno, a pesar de que no pueden ser deportados porque son ciudadanos estadounidenses.

Los resultados del estudio de Pew reflejan la sensación de amenaza que suponen las medidas migratorias de Trump para la comunidad hispana, cada vez más sumida en el miedo a la expulsión de un país en el que muchos residen desde hace décadas. Se estima que la mitad de los hispanos indocumentados tienen hijos estadounidenses, por lo que al miedo de la deportación se le suma el de la separación de las familias.

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El porcentaje de latinos que declara que su situación ha empeorado recientemente se ha duplicado en los últimos tres años, de un 15% a un 32%. Durante ese mismo período, el grupo que asegura que sus vidas están más o menos igual ha descendido de un 58% a un 49%, mientras que el porcentaje de los que se dicen mejor que hace un año ha bajado del 25% al 16%.

La tendencia es similar cuando se tiene en cuenta el estatus migratorio de los encuestados. Más de cuatro de cada diez hispanos que aún no son ciudadanos ni tienen permiso de residencia afirma que su comunidad se ha deteriorado en el último año, un aumento del 18%. En el caso de los inmigrantes que han conseguido la ciudadanía estadounidense, un 38% coincide con esta tesis —en comparación con un 21% en 2014— así como un 29% de los hispanos que han nacido en EE UU.

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