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Banksy ofrece habitaciones con vistas al muro de Palestina

El grafitero británico anónimo inaugura en Belén un hotel decorado con sus obras

Juan Carlos Sanz
El muro de Palestina visto desde el hotel abierto por el artista Banksy en Belén.
El muro de Palestina visto desde el hotel abierto por el artista Banksy en Belén.Dusan Vranic (AP)

La suite y las nueve habitaciones del nuevo hotel Walled Off (Amurallado) de Belén aspiran a mejorar el alicaído sector turístico en la cuna de la cristiandad. No faltan alojamientos en la histórica población palestina próxima a Jerusalén, pero el muro erigido por Israel en torno a Cisjordania disuade a muchos visitantes en Tierra Santa de acercarse hasta la basílica de la Natividad, donde la tradición sitúa el pesebre donde nació Jesucristo. El misterioso grafitero británico Banksy –célebre por sus intervenciones artísticas en todo el mundo, y en particular en territorios palestinos ocupados o bloqueados por Israel– es un viejo conocido en la ciudad. Suya ha sido la idea de abrir un hostal con vistas al paredón de hormigón gris de ocho metros de altura jalonado por torres con vigilantes armados.

Las estancias del Walled Off, que podrán reservarse a través de Internet a partir de este mes, tienen como principal atractivo su decoración con obras del artista callejero nacido en la ciudad inglesa de Bristol y cuya identidad se oculta celosamente. Aunque algunos investigadores sostienen que el grafitero se esconde bajo el nombre de Robert del Naja, integrante de la banda Massive Attack, nadie ha podido aún acabar con su anonimato.

Así es el hotel

El sello del dibujante urbano marca cada estancia de este alojamiento con diez dormitorios que abrirá al público el próximo 11 de marzo

Banksy empezó a plasmar sus icónicas pinturas en el muro de Palestina a partir de 2005. La denominada por el Estado hebreo “barrera de seguridad” había comenzado a erigirse tres años antes en pleno estallido de violencia de la Segunda Intifada. Muros, tapias, verjas y vallas serpentean a lo largo de más de 650 kilómetros por la Línea Verde, la frontera en vigor hasta la guerra de 1967. Con el trazado de la barrera Israel se ha apoderado de un 12% del territorio cisjordano.

El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ya había declarado ilegal el muro cuando el artista agitaba su espray en Belén en 2007 para pintar la silueta de una niña colgada de unos globos para saltar la barrera de cemento o la imagen de una escala para sortear el paredón. Como refirió entonces con sorna a la BBC, “este es el destino favorito de vacaciones de un grafitero”. A través de los túneles usados por los contrabandistas bajo la frontera egipcia, también viajó en 2015, poco después del último conflicto, a la Franja de Gaza, donde dejó muestras de su trabajo en un paisaje de destrucción.

Los colaboradores de Banksy que impulsan el proyecto de Belén aseguraron ayer a France Presse que el principal objetivo del hotel es atraer turistas para revitalizar la economía local en una ciudad de 32.000 habitantes rodeada por 18 asentamientos judíos, y prácticamente aislada del resto de Cisjordania por las colonias. Para ello ha elegido una ubicación situada cerca del muro en el acceso a la localidad palestina cristiana. Esa zona se halla bajo control de las fuerzas de seguridad israelíes, de manera que los visitantes judíos podrán acudir a Belén y observar por sí mismos la vida cotidiana bajo la ocupación sin violar la prohibición oficial de acceder al territorio de la Autoridad Palestina. El Walled Off aspira además a convertirse en un centro de exposiciones para que los artistas palestinos, que sufren restricciones para poder viajar al exterior, puedan dar a conocer sus obras entre el público internacional e israelí.

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La basílica de la Natividad —el templo ordenado construir en el siglo IV por Constantino el Grande, inspirado por su madre, Santa Elena, para convertir el cristianismo en religión oficial del Imperio Romano– no recibe tantas visitas como antaño. El turismo se desplomó en Belén en 2014 tras la guerra en Gaza y acabó de hundirse durante la ola de violencia que arrancó en octubre 2015. En un estallido sin precedentes en una década, han muerto desde entonces 245 palestinos (dos tercios de ellos abatidos por las fuerzas de seguridad al ser considerados atacantes), y 38 israelíes y 5 extranjeros (en la mayoría de los casos acuchillados, atropellados o tiroteados).

En medio de la relativa calma de los últimos meses, viajeros y peregrinos parecen estar regresando a los santos lugares y los paisajes bíblicos. El hotel de Banksy junto al muro les ofrece ahora una nueva visión de Tierra Santa cuando está a punto de cumplirse medio siglo de la ocupación de Cisjordania y falta poco más de un año para el 70 aniversario de la partición de la Palestina bajo mandato británico de la que surgió el Estado de Israel.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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