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Airbnb borra una oferta de vivienda en la Torre Trump

Se esfuma la posibilidad de dormir una noche en el edificio que alberga la residencia privada del presidente

Manifestantes frente a la Torre Trump de Nueva York.
Manifestantes frente a la Torre Trump de Nueva York.Mary Altaffer (AP)

Donald Trump es un filón para la sátira. Trevor Noah, el comediante que tomó el relevo de Jon Stewart en “The Daily Show”, le llama el “propietario en jefe”. Porque si hay algo que conoce bien el magnate, es el mercado inmobiliario. “Quiere convertir al Pentágono en inquilino”, decía a la audiencia en referencia a la información de que el Departamento de Defensa va a alquilar un espacio en la Trump Tower para estar junto al presidente cuando esté de vacaciones en Nueva York.

El edificio de cristal negro en el 721 de la Quinta Avenida ya se convirtió durante la campaña electoral en uno de los puntos de atracción de los millones de turistas que toman la ciudad de los rascacielos. Pero hubo un vecino que trató de llevarle la delantera al mismísimo presidente de Estados Unidos, colgando una oferta en el portal Airbnb para compartir vivienda con un simple click en el edificio de la “primera familia” a un precio de entre 300 y 450 dólares la noche.

La exclusiva vivienda con vistas a Central Park estaba disponible para alquilar desde el pasado septiembre, dos meses antes de que hablaran las urnas. Un periodista del rotativo The New York Times logró alquilar el lujoso apartamento para una estancia durante el próximo mes de abril. “Bienvenido”, le respondió Lena Yelagina, la anfitriona, “no veo la hora de conocerte”. Eso sí, le dejó muy claro que no debía decir nada al personal del edificio.

La experiencia, de acuerdo con los inquilinos que pasaron antes, es “surrealista”. Pero cuando Yelagina descubrió que el “invitado” era en realidad un reportero, decidió cancelar el alquiler y la oferta desapareció por completo de Airbnb, con lo que se esfumaba, para cualquier que pudiera costeárselo, la posibilidad de pasar alguna noche en el rascacielos donde se encuentra la residencia privada de Trump, el cuartel general desde el que orquestó su llegada al poder de la primera potencial mundial.

La Trump Tower es desde el pasado 8 de noviembre una verdadera fortaleza, con decenas de agentes armados hasta los dientes que protegen el edificio las 24 horas. Melania la tendrá como su residencia principal por lo menos hasta el próximo verano, cuando su hijo Barron termine el colegio. Cualquier persona que entra en el rascacielos debe pasar el control de seguridad que realiza el Servicio Secreto, para descartar cualquier tipo de amenaza.

El presidente, sin embargo, pasa la mayor parte del tiempo en la Casa Blanca. Aunque como dice Noah, no le extrañaría nada ver un día una oferta de la residencia presidencial en Airbnb para sacarle dinero a la propiedad mientras da palos a la pelota de golf los fines de semana en Mar-a-Lago. La ciudad de Nueva York está investigando ahora si la oferta de Yelagina violó la legislación local, que prohíbe desde el pasado otoño los alquileres inferiores a los 30 días.

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