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Soluciones a la crisis del agua en México

El crecimiento de la Ciudad de México supone un reto para el acceso a los recursos hídricos, su sobreexplotación, abastecimiento y tratamiento

Almudena Barragán
Cuartoscuro

El agua en México se enfrenta a un gran problema que de manera silenciosa se ha convertido en una emergencia nacional. Así lo considera Humberto Marengo, investigador de la facultad de Ingeniería de la UNAM: “Tenemos una emergencia que en mi opinión es grave y es poco reconocida”. La escasez, la contaminación del recurso, la falta de una infraestructura moderna y la mala gestión política de los servicios de suministro y control de calidad del agua, están provocando que cada vez el desabastecimiento y la contaminación sean mayores.

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Cada gota de agua cuenta en un país con una baja disponibilidad hídrica, un 0.1% del total de agua del planeta. Pese a esto y a que 11 millones de personas no tienen acceso al agua potable, en promedio los mexicanos consumen unos 360 litros de agua al día, según cifras del Centro Virtual de Información del Agua. Entretanto, aproximadamente entre un 30% y un 50% del agua para abastecimiento público es desperdiciada en fugas lo que agrava el problema aún más.

“En México, uno de los problemas es la distribución del agua, el norte del país es seco, desértico y el sur es el que más agua tiene, pero es en el centro y el norte donde se concentran las actividades productivas, mientras que en el sur las condiciones de vida tienden a la marginación”, explica Marisa Mazari del Instituto de Ecología de la UNAM.

El crecimiento desmedido de la Ciudad de México, una de las urbes más pobladas del planeta, supone un reto no sólo en áreas como la planificación urbanística, el transporte o la contaminación; sino también en el acceso a los recursos hídricos, su sobreexplotación, abastecimiento y tratamiento.

“Para el manejo sustentable del agua se requieren cambios positivos en los valores humanos, en los principios éticos y en las ideas culturales en que se apoyan los procesos y políticas actuales de gestión del agua. También se requiere establecer estrategias basadas en la reducción de la demanda, el ahorro, la eficiencia en el uso, la calidad y la aplicación de tecnologías adecuadas”, señala Octavio Rascón Chávez, ex presidente de la Academia de Ingeniería de México, en su trabajo Los retos y las oportunidades de la ingeniería en la gestión del agua en México.

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Combatir la escasez

Una de las soluciones que plantean los especialistas es llevar a cabo medidas a nivel de cada cuenca mediante programas de gestión integrada. “Hay que simular cuerpos de agua [presas] ya que los acuíferos subterráneos no alcanzan a recargarse y no tienen un ciclo natural”, dice Humberto Marengo. “La construcción de presas ayuda a la seguridad hídrica en el país, para que se pueda suministrar a la población en momentos de escasez”, señala. Además, el investigador explica en un artículo publicado por la Academia de Ingeniería que hay que fomentar la recarga de acuíferos, aplicar la Ley para evitar los pozos clandestinos y mejorar la eficiencia de las unidades de riego y los organismos encargados de la administración del agua potable y el saneamiento. “El sistema de distribución de la Ciudad de México, por ejemplo, es un sistema viejo. En torno al 25%, 30% se pierde solo en fugas”, explica el especialista.

Además, los expertos señalan que es muy importante reforestar la parte alta de las cuencas de los ríos y generar mapas de riesgo, con las zonas más áridas o las más propensas a sufrir inundaciones para evitar futuras catástrofes naturales.

Acabar con la contaminación

La contaminación y la falta de tratamiento de aguas residuales es otro de los grandes problemas que enfrenta el agua en México. Las principales fuentes de contaminación proceden de la basura de los sistemas de alcantarillado y de los vertidos a los ríos procedentes de las industrias. En este punto los expertos señalan que es necesario mejorar el tratamiento de estas aguas, fomentar la reutilización de las aguas tratadas, así como orientar el reordenamiento de las ciudades hacia zonas en las que exista disponibilidad de agua para evitar el agotamiento y contaminación de los acuíferos. “En México el tratamiento y el monitoreo del agua son muy deficientes", señala la doctora Mazari. "A pesar de que el número de plantas de depuradoras, municipales e industriales, se ha incrementado debido al aumento en la cantidad de agua residual producida, la baja cobertura del drenaje municipal y la baja tasa del crecimiento del caudal tratado han provocado, que en 30 años, la carga de contaminantes proveniente de descargas puntuales vertida al ambiente haya aumentado en 42%", explica Blanca Jiménez junto a otros autores en Pendientes Nacionales del Agua.

Mejorar la gestión del agua

Uno de los problemas que enfrenta el manejo del agua en México es la cantidad de instancias de las que depende. La combinación de los tres regímenes: federal, estatal y municipal suele resultar ineficiente, dando como resultado una enorme maquinaria que no es capaz de llevar a cabo una correcta administración del agua, algunas voces consideran que la solución se encuentra en la empresa privada. “Hay que realizar un serio esfuerzo en cuanto a entrega y consumo del agua, sin embargo no existen los recursos que se necesitan”, explica Humberto Marengo. “En plena época de recortes presupuestales hay que voltear los ojos a cobrar el servicio, a iniciativas público privadas, aunque es cierto que hay que ser muy rigurosos en el proceso de medir la calidad del agua”.

Otras, sin embargo, prefieren que exista una gestión que cuente con las iniciativas ciudadanas y organizaciones sociales en el que se asegure el servicio como un derecho humano. "Las crisis del agua en el país son resultado su manejo opaco y frecuentemente corrupto por parte de políticos en función de grandes intereses económicos" dicen desde la coordinadora Agua para Todos. Este grupo de organizaciones busca discutir nuevas leyes estatales de manejo y gestión del agua en las que prime la democratización de los sistemas de distribución; exista una Contraloría Social del Agua y se respete el derecho de las comunidades y los pueblos indígenas sobre las aguas de sus territorios, entre otros puntos.

Por otro lado, una parte de la comunidad científica pide que se aumente el gasto en investigación y tecnología del agua. Felipe Arreguín y Humberto Marengo en su trabajo El agua en México y el papel de la academia de Ingeniería en la solución de sus problemas proponen un aumento de la inversión en ciencia y tecnología del agua a nivel federal, que se promuevan proyectos multi-institucionales y se incremente la oferta del agua mediante el “reuso de los recursos hídricos, el agua virtual, la desalación y el aprovechamiento de la humedad del suelo”.

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Sobre la firma

Almudena Barragán
Periodista de EL PAÍS en México. Escribe sobre temas sociales con perspectiva de género: desigualdad, violencia y feminismo. Ha trabajado en la sección Verne México y en diversos medios españoles y mexicanos, entre los que destacan El Economista.es y El Financiero Bloomberg. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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