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Carlo de Benedetti: “Italia fuera del euro sería un Egipto del norte”

El empresario italiano, presidente del grupo L'Espresso, alerta sobre los populismos y la catástrofe que supondría salir de la moneda única

Daniel Verdú
Carlo de Benedetti, en su despacho del grupo L’Espresso
Carlo de Benedetti, en su despacho del grupo L’EspressoANTONELLO NUSCA

La vida de Carlo De Benedetti (Turín,1934) serviría para resumir la historia reciente de la industria italiana. Nacido en Turín hace 82 años, fue consejero delegado de Fiat, presidente de Olivetti, vicepresidente de Banco Ambrosiano y presidente de Omnitel. Hoy está al frente del grupo editorial L’Espresso, que publica el periódico La Repubblica y acaba de fusionarse con el grupo que edita en Turín La Stampa. Son sonadas sus conflictos con Silvio Berlusconi -“un Trump a la Mediterránea”, le llama en la entrevista- y su interés por la geopolítica y los cambios sociales. En parte por eso, también preside Macro Geo, una consultora financiera que acaba de publicar el documento Europa en la era del Brexit y Trump: Desintegración y Reagrupación, que alerta del grave peligro de una desintegración de Italia si la Unión Europea no toma en serio la cuestión. De Benedetti recibe a EL PAÍS su despacho del grupo L’Espresso y alerta del riesgo que entrañaría pensar en una Italia fuera de la UE.

Las expectativas que generó Europa han acabado en desilusión”

Pregunta. Italia afronta un proceso de descomposición con nuevos fenómenos como la inmigración masiva, el populismo, la crisis de deuda… ¿Hacia dónde camina?

Respuesta. Sé cuál es el riesgo: Europa. Si en Italia prevaleciese un componente político contrario, como por ejemplo una asociación entre Beppe Grillo y Matteo Salvini, la convertiría en algo muy triste. Italia fuera de Europa no tiene ciudadanía. ¿Qué podría ser? ¿Un Egipto del norte?

P. ¿El euro ha sido un buen negocio para Italia?

R. No podemos juzgar algo histórico con el efecto de ahora mismo. Para Italia y para Europa fue extremadamente positivo. Pero es obvio que las expectativas que generó han acabado, en parte, en desilusión. Fíjese en las declaraciones del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem: demuestra lo inadecuado de su persona y que el espíritu europeo está muy lejos de la gente que nos representa.

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P. En Italia muchos culpan ahora el euro de los males económicos.

R. La moneda única no es la responsable de nuestros males. No sé qué sería de un país como Italia, con una deuda del 130% sobre el PIB, si no estuviéramos en el euro. Es verdad que hemos sufrido la austeridad, pero también hemos disfrutado de tipos de interés que nos han salvado. Pero esto debe tener un camino político, como lo ha tenido comercialmente o con Schengen. Si no está destinada a un final trágico.

P. Italia estaba acostumbrada a devaluar la moneda para aumentar sus exportaciones. El euro puso a fin a ese instrumento y ha sufrido mucho respecto a países como Alemania.

R. Resolvíamos todo devaluando la lira, pero no creo que debamos buscar la competitividad así. Italia sigue siendo el segundo exportador de la UE. Esta queja viene de los sectores que no han sabido adaptarse.

P. Sin embargo, hay un cierto clima entre empresarios italianos que ven una ventana de oportunidad en Italia para salir del euro.

No sé qué sería de un país como Italia, que tiene una deuda estratosférica del 130% sobre el PIB, si no estuviéramos en el euro

R. Disiento totalmente. Salir del euro sería una ruina para Italia. Este país no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir con la deuda que tiene. Es una pura ilusión, una fuga de la realidad.

P. ¿Cuáles son los males de la economía italiana?

R. La máquina pública no funciona. Es una gran diferencia con España, donde la estructura administrativa es mucho más eficaz. La diferencia regional, pese a existir en España, en Italia es mucho mayor económicamente. Aquí la desigualdad territorial es enorme.

P. En un documento elaborado por Macro Geo, la consultoría que preside, se advertía de la hipótesis de una Italia escindida en un clima de ruptura europeo.

R. En el caso de que Europa se desintegrase, cosa que no se puede excluir, no está claro que Italia permaneciese unida.

P. Movimiento 5 Estrellas y Liga Norte tienen posturas anti europeas y suman prácticamente la mitad de los votantes.

R. Es algo muy preocupante. Hay que pensar que estos movimientos nacen por la falta de política. Son movimientos de protesta, ha pasado en muchos lugares. La combinación de globalización no gobernada, finanzalización excesiva del sistema y avance tecnológico han creado una clase media descontenta. Toda esa frustración no es hija de Beppe Grillo, sino de quien gobernó antes.

“Berlusconi es populista de agua de rosas, una versión benévola y mediterránea de Trump"

P. ¿También de Matteo Renzi?

R. De los gobiernos de los últimos 20 años. Ciertamente él fue un elemento de gran novedad e intento de cambio de este país. Pero se quedó a la mitad. Llevar al país a un enfrentamiento en un referéndum que se planteó como un plebiscito sobre su figura, fue un error político que ha pagado duramente.

P. ¿Qué le parece el Movimiento 5 Estrellas?

R. Espero que no gobierne nunca. No es un problema ideológico, es de preparación y conveniencia. Mire Roma, o el ultimo episodio de Génova, donde han cambiado a su candidato electo por los militantes… no me parece un ejemplo de democracia interna.

P. Pero tienen ya casi el 35% de estimación de voto…

R. Sí, pero la culpa, o el mérito de esa cifra es de la política precedente. Mire, la política es la gestión del consenso del pueblo. Y cuando no funciona, el pueblo se encomienda a líderes que no tienen necesidad de explicar qué harán, solo lo que está equivocado, que es mucho más fácil.

P. El populismo en Italia, en todo caso, lo inventó Berlusconi 20 años antes.

R. Él era un populista al agua de rosas. Aceptaba determinadas reglas: el partido, un mínimo de indicaciones programadas que luego nunca se aplicaron… Fue una fallida política, pero su populismo no tiene nada que ver con este. El M5S una sociedad privada y un individuo privado, que gestionan hasta el detalle una estructura que está en el Parlamento.

P. El trumpismo también podría decirse que lo inauguró Berlusconi.

R. Berlusconi es una versión benévola, blanda, mediterránea… de algo mucho más peligroso, duro y vulgar que está haciendo Trump. Con la diferencia de que EE UU puede hacer mucho más daño al mundo que Berlusconi con Italia.

P. ¿Cree que Trump y Putin son un peligro para la UE?

R. El objetivo de Trump y Putin es la desintegración de Europa.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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