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El ciclón “monstruo” Debbie causa grandes destrozos al tocar tierra en Australia

Más de 45.000 hogares sin luz tras las primeras horas de tormentas en el noreste del continente

Primeros vientos del ciclón Debbie en la playa de Airlie, en Townsville (Australia), esta madrugada.Foto: reuters_live | Vídeo: STRINGER (REUTERS) / REUTERS-QUALITY

El ciclón Debbie ha tocado tierra en el costa noreste de Australia, con vientos de hasta 263 kilómetros por hora en las localidades de Bowen y Airlie Beach, en el Estado de Queensland. Más de 25.000 personas han sido evacuadas y unas 45.000 viviendas se han quedado sin luz como consecuencia del impacto del ciclón, de categoría 4 sobre un máximo de 5. "Nos preparamos para una larga y dura jornada. Esta tormenta es un monstruo", ha declarado la primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk.

El archipiélago de las islas Whitsundays fue el primero en ser alcanzado por el ciclón, pero, pese a los peores presagios, lo hizo con la marea baja, lo que ha disminuido el riesgo de inundaciones y altura del oleaje. No obstante, aún quedan horas duras.  "La intensidad de los vientos va a ir en aumento. Todo el mundo está encerrado", ha afirmado Annastacia Palaszczuk, que advirtió contra el riesgo de daños en las infraestructuras y de cortes de electricidad.

Árboles caídos en la playa de Airlie.
Árboles caídos en la playa de Airlie.DAN PELED (EFE)

El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ha asegurado que "las condiciones se están deteriorando" antes de anunciar que el Ejército coordinará las tareas de rescate en Queensland cuando termine de pasar el ciclón.

La llegada de la tormenta monstruosa a tierra fue descrita de manera muy gráfica por algunos residentes de las zonas afectadas. "El ruido era ensordecedor, como si trenes de mercancías estuvieran pasando a tu alrededor", ha declarado un hombre llamado Charlie, a la cadena Australian Broadcasting Corporation.

Annastacia Palaszczuk, este martes. A su espalda, una imagen del ciclón.
Annastacia Palaszczuk, este martes. A su espalda, una imagen del ciclón.DAVE HUNT (EFE)
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Más de 38.000 personas se encuentran sin electricidad en Whitsunday y en Mackay a causa de la tormenta, que se desplaza lentamente en tierra firme derribando árboles. En Bowen la fuerza del viento arrancó los techos de algunas edificaciones e hizo volar los escombros por los aires.  "Da miedo. Los árboles se están cayendo (...) si estamos solo a la mitad, cuando haya pasado [el ciclón] por completo entonces será devastador", ha dicho una vecina de Proserpine a la cadena local ABC

El Debbie, que ha obligado a evacuar unas 30.000 personas de zonas bajas del litoral, no será rebajado a tormenta tropical hasta el miércoles al mediodía, según ha estimado el responsable de los Servicios de Emergencia de la región norte, Dale Camp. "Se debilitará a un sistema de baja presión pero existe la posibilidad de que se desplace por la costa más al sur y que afecte a Bundaberg y la Bahía Hervey", indicó Camp

De momento se desconoce el alcance de los daños ocasionados por el ciclón, aunque las aseguradoras ya lo han declarado como catástrofe. La policía ha advertido de que si bien en la zona de Airlie podrían experimentarse condiciones "más apacibles", dado que se encuentra en el ojo del ciclón, sigue siendo necesario que los residentes permanezcan en sus viviendas.

Una madre y su hijo en un refugio tras ser evacuadas.
Una madre y su hijo en un refugio tras ser evacuadas.PETER PARKS (AFP)

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