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Los Trump, a la caza de su segundo hotel en Washington

El primero, que inauguró el ahora presidente durante la campaña, ya ha sido denunciado por competencia desleal

Entrada al hotel Trump en Washington.
Entrada al hotel Trump en Washington.PAUL J. RICHARDS (AFP)

Donald y Eric Trump, los hijos del presidente de Estados Unidos, negocian en Washington la apertura de un segundo hotel de la marca familiar, pese a las polémicas que ya ha generado el Trump International Hotel, que inauguró el ahora presidente durante la campaña electoral.

El objetivo de la organización Trump en Washington es transformar hoteles de alta gama, no muy grandes, en estancias lujosas pero asequibles tanto en el downtown como en otros barrios de la capital. La empresa pretende lanzarlos bajo su nueva marca hotelera, Scion, creada el pasado septiembre y cuya ambición es abaratar los costes de la actual marca Trump Hotels, que ofrece habitaciones por un coste superior a los 700 dólares por noche. Scion, al contrario, busca atraer a un consumidor más jóven y dinámico que prefiere espacios amplios donde el huésped pueda trabajar o leer.

Por el momento, la nueva marca de los Trump ya tiene pactados nueve hoteles en EEUU. En Washington, durante los últimos meses, diversos representantes de la organización Trump han visitado posibles establecimientos en busca del lugar ideal para su inversión, según afirmaron fuentes anónimas a The Washington Post. Eric Danziger, el director ejecutivo de la división hotelera del conglomerado Trump, afirmó que se han interesado por más de 30 proyectos hoteleros en la capital.

No promete ser una tarea fácil. El primer establecimiento de los Trump, el Trump International Hotel, inaugurado por el ahora presidente el pasado octubre, ha causado polémica al ser denunciado por competencia desleal. Los propietarios de un restaurante de élite en Washington presentaron esta demanda ante un juez, acusando al hotel de beneficiarse injustamente por llevar el nombre del presidente y, en consecuencia, menospreciar a otros competidores ante la exquisita clientela washingtoniana. Alegan que diplomáticos, grandes empresarios y otras facciones de poder, consideran celebrar eventos o almuerzos en el “hotel del presidente” como una ventaja para influir en la Casa Blanca. Aunque Trump se desligó de su organización y sus beneficios económicos antes de tomar posesión, el republicano ha cenado varias veces en el hotel desde que ocupa la presidencia.

Este argumento no sólo afecta a los hoteles del presidente. La marca de ropa de su hija, Ivanka Trump, también ha sido denunciada por competencia desleal al aprovecharse del apellido del presidente. Una empresa de San Francisco (California), Modern Appealing Clothes, presentó la querella por considerar que Ivanka se beneficia del respaldo del presidente, algo que alegaron días después de que Trump criticara en Twitter a una empresa de grandes almacenes por anunciar el cese de su compra de la marca de Ivanka.

Según las normas éticas de la Casa Blanca, un cargo público no puede favorecer o beneficiar de manera pública a una empresa privada. Pero hasta ahora, ni los conflictos de interés que observan unos y otros en ambas costas del país han causado mayores repercusiones para el presidente. Hasta que los respectivos procesos judiciales sean resueltos, la pregunta sobre si las marcas asociadas a la familia Trump se benefician por ocupar Donald Trump el Despacho Oval seguirá abierta.

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