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Guayaquil tiene la clave

El opositor Guillermo Lasso ha dedicado a la ciudad con más votantes la mitad de su campaña mientras el oficialista Lenín Moreno se centró en Quito

Militares ecuatorianos custodian las inmediaciones del Consejo Nacional Electoral, en Guayaquil.
Militares ecuatorianos custodian las inmediaciones del Consejo Nacional Electoral, en Guayaquil.R. P. (EFE)

La ciudad ecuatoriana con mayor número de votantes ha sido también la de mayor incertidumbre para los dos candidatos que estaban llamados a suceder a Rafael Correa como presidente de Ecuador. En las votaciones de este domingo, Guayaquil tenía casi un tercio de sus electores en oferta. En la primera vuelta habían preferido un tercer nombre y en la segunda, debían repartirse entre el modelo de la izquierda oficialista de Lenín Moreno (Alianza PAIS) o la propuesta de cambio del opositor Guillermo Lasso (CREO-SUMA).

Por eso, Lasso, que votó a las 10 de la mañana en un colegio de la ciudad costera, le dedicó también la mitad de su campaña y el acto de arranque y de cierre, consciente de que debía conquistar a ese 28,91% de casi dos millones de guayaquileños que prefirieron el 19 de febrero a la aspirante socialcristiana Cynthia Viteri. En teoría, la propuesta ideológica de Lasso es similar a la de Viteri y los votos quedaron repartidos. De ahí que el presidenciable de la alianza CREO-SUMA trabajase en las últimas semanas por arrastrar a ese tercio y que no se pasasen a Alianza PAIS, que tradicionalmente ha sido, junto con los socialcristianos, el partido más votado.

El oficialista Moreno, en cambio, puso más empeño en la capital ecuatoriana, la segunda con más electores con cerca de dos millones, porque en Quito, como en la mayoría del país, la pelea sí se centró entre él y el opositor conservador. Lasso fue el segundo más votado en Quito en la vuelta de precalentamiento, con un 32,28 %, frente al 37,29 % de Moreno. Este último debía recuperar votos para obtener una mayor ventaja que en la primera vuelta para hacerse con la presidencia de Ecuador.

Pero no fue la geografía lo único que condicionó la estrategia de los aspirantes a gobernar Ecuador en las horas previas a la votación. Tras un campaña protagonizada por críticas al contrincante y un ambiente de crispación, el líder de CREO lanzó una aplicación de denuncia de irregularidades, paralela al sistema tradicional y oficial ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), para que los ciudadanos desvelen indicios de fraude electoral. Ya en primera vuelta, la sospecha de manipulación del voto llevó a miles de ciudadanos a protestar en las calles durante los tres días que tardaron las autoridades en dar resultados definitivos. Ayer, en principio, la jornada comenzó sin incidencias. El CNE y los partidos políticos, por medio de los miles de delegados apostados ante las urnas, aseguraron que las mesas electorales se abrieron con el material en orden.

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