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Rusia planea sobre el duelo entre Macron y Le Pen

La campaña de En Marcha! sufrió varios ciberataques atribuidos por expertos a grupos rusos

Marc Bassets
Emmanuel Macron este martes en el homenaje por el policía muerto en los Campos Elíseos.
Emmanuel Macron este martes en el homenaje por el policía muerto en los Campos Elíseos. IAN LANGSDON (EFE)

El temor a la injerencia extranjera planea sobre la campaña electoral en Francia. Los ciberataques a la campaña del candidato Emmanuel Macron reavivan las teorías sobre una acción de Moscú. Un informe publicado este martes apunta al grupo de hackers Pawn Storm, posiblemente ligado a los servicios de inteligencia rusos. No disponen de pruebas concluyentes sobre la autoría, aunque los piratas son los mismos que se infiltraron en los ordenadores de la campaña de Hillary Clinton en la campaña estadounidense de2016.

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A menos dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, Macron aventaja en los sondeos a su rival, la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen. Ambos llegaron en cabeza en la primera vuelta, el domingo.

Macron es un exbanquero y exministro de Economía europeísta, atlantista y liberal. Le Pen defiende la salida de Francia de la UE y del euro y promueve un acercamiento a la Rusia de Vladímir Putin. En marzo se reunió en Moscú con el presidente ruso, a quien coloca en la constelación de líderes predilectos, junto al estadounidense Donald Trump.

La hipótesis de una repetición de la injerencia extranjera para alterar el resultado electoral, como ocurrió en las pasadas elecciones de EE UU, ha sobrevolado toda la campaña francesa. El robo y difusión de emails del entorno de la demócrata Hillary Clinton perjudicó sus aspiraciones en las presidenciales de noviembre. Hasta ahora no se han producido incidentes notables Francia, más allá de denuncias, por parte del partido de Macron, En Marcha!, por la propagación de noticias falsas dañinas para Macron, o por intentos de ciberataque.

Mounir Mahjoubi, responsable de Internet en la campaña de En Marcha!, confía en que los ciberpiratas no hayan obtenido información confidencial. "Pensamos que no, incluso estamos casi seguros de que no", dice en una entrevista telefónica.

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A Mahjoubi ya le constaba que los ciberataques habían ocurrido, pero hasta la lectura del informe publicado por la firma japonesaTrend Micro ignoraba cuál era el equipo responsable del ataque, y que este equipo era el mismo que golpeó a la campaña de Clinton. Trend Micro registra en el informe un ataque en marzo a En Marcha! registra; una decena desde diciembre.

El fracaso de estos ataques es llamativo, pues la infraestructura de la campaña de Macron es mucho más precaria y menos profesional que la de Clinton. En teoría están menos protegidos.

"Somos una generación joven, en esta campaña, y no usamos el email para comunicarnos informaciones importantes", dice Mahjoubi. "Si un pirata me robase la contraseña, tendría una decepción". Las informaciones sensibles las transmiten por aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp.

Además, el equipo de En Marcha! recibe cada semana advertencias de sus responsables sobre el riesgo de la intrusión en sus correos electrónicos, y se les anima a avisar en caso de que se haya producido un caso. Las lecciones de Clinton, cuyos colaboradores no reaccionaron a tiempo cuando fueron víctimas del ciberataque, están bien aprendidas.

El informe de Trend Micro, titulado Dos años de Pawn Storm, define a este equipo como a "un grupo activo en el ciberespionaje que ha sido muy agresivo y ambicioso en años recientes". Añade que "las actividades del grupo muestra que el espionaje extranjero y doméstico y la influencia en la geopolítica son los principales motivos del grupo, y no los beneficios financieros. Sus principales objetivos son fuerzas armadas, la industria de defensa, los medios de comunicación, políticos y disidentes".

"Claramente decimos que hay un grupo que tiene por objetivo sistemáticamente los intereses de occidente o de grupos que están en oposición a las posiciones del Gobierno del señor Putin", dice por teléfono Loïc Guézo, estratega de ciberseguridad en Trend Micro. "Está claro, es un grupo que trabaja para intereses gubernamentales rusos, pero dejamos un pequeño espacio de seguridad en la atribución. No decimos, como las empresas americanas, que es el señor Putin quien manda. No queremos entrar en este terreno".

El pasado diciembre, el FBI y el Centro Integrado de Ciberseguridad y de Comunicaciones del Gobierno de EE UU identificaron a este grupo, conocido también como APT28, como responsable de uno de los ataques a la campaña de Clinton para la Casa Blanca. En un informe, vincularon al grupo con los servicios de inteligencia rusos.

Como en EE UU, donde Trump hizo campaña con promesas de un acercamiento a Putin, en Francia abundan los candidatos favorables a un giro parecido. De los cuatro con más votos en la primera vuelta, tres —Le Pen, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon y el conservador François Fillon— defendían en distinto grado una mayor proximidad de Francia con Rusia. Sus medidas incluían el levantamiento de sanciones por la anexión de Crimea, o, en el caso de Mélenchon, la salida de la OTAN.

Marine Le Pen y Vladimir Putin, en marzo en Moscú.
Marine Le Pen y Vladimir Putin, en marzo en Moscú.M. KLIMENTYEV

Macron era el único, entre los favoritos, partidario de continuar con la política del presidente François Hollande, alineada con la posición occidental tradicional. La segunda vuelta, el 7 de mayo, le enfrentará a la más prorrusa de los candidatos, Le Pen. Su partido, el Frente Nacional, recibió en 2014 un préstamo de 9 millones de euros de un banco ruso.

“Nada esta ganado, nunca”, dice Macron ante las acusaciones de triunfalismo

Un discurso con aires casi de victoria, una reunión para celebrar la victoria en la primera vuelta electoral en una ‘brasserie’ del boulevard Montparnasse, unos sondeos que pronostican con claridad su victoria en la segunda vuelta, el 7 de mayo: el triunfalismo es uno de los peligros para Emmanuel Macron en la recta final de la carrera al Elíseo.

El candidato de En Marcha! y sus colaboradores tuvieron que defenderse de los reproches y advertencias ante el riesgo de una confianza excesiva. Se lo había reprochado su rival, Marine Le Pen, la candidata del partido de extrema derecha Frente Nacional. Macron, dijo, “se cree que ya ha ganado”. Pero también Jean-Christophe Cambadélis, primer secretario del Partido Socialista. Los socialistas apoyan al centrista Macron la segunda vuelta tras sufrir una debacle en la primera vuelta del domingo. Cambadélis le echó en cara la falta de “gravedad” en la noche electoral.

“Nada está ganado, nunca. Nunca he considerado que nada estuviese ganado”, replicó ayer Macron.

Para Macron y el equipo de En Marcha!, las críticas sobre la velada en el restaurante parisino La Rotonde son desproporcionadas y malintencionadas, puesto que según el candidato se trataba de un acto de agradecimiento a los empleados de la campaña, desde asistentes y agentes de seguridad anónimos hasta los consejeros de más alto rango.

La imagen de la noche de la primera vuelta contrastó con la de 2002, cuando el padre de Marine Le Pen, Jean-Marie, entró en la segunda vuelta. Entonces el tono de los discursos y comentarios era de catástrofe nacional. Ahora se acepta como algo normal, como lamentó el presidente François Hollande. “Se nos ha olvidado de que es ni más ni menos que Marine Le Pen la que está en la segunda vuelta", dijo Hollande. "No es poca cosa que la extrema derecha esté en la segunda vuelta de una elección presidencial”.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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