_
_
_
_
_

El arrepentido clave del Lava Jato dice que dio sobornos al jefe de los espías de Argentina

Meirelles asegura ante la justicia que entregó 800.000 dólares a Arribas, íntimo de Macri

Federico Rivas Molina
Gustavo Arribas jura como ante Mauricio Macri como jefe de la Agencia Federal de Inteligencia.
Gustavo Arribas jura como ante Mauricio Macri como jefe de la Agencia Federal de Inteligencia.Telam
Más información
Maduro, acusado de pagar 11 millones de dólares en negro para la campaña de Chávez
Moody’s alerta de que el ‘caso Odebrecht’ está frenando la inversión en América Latina

 La declaración de un testigo clave del Lava Jato brasileño ha reactivado las sospechas de corrupción sobre el jefe del espionaje argentino, Gustavo Arribas, un hombre de la máxima confianza del presidente Mauricio Macri y ya sobreseído por la justicia argentina en esta misma causa. Leonardo Meirelles ha declarado que transfirió unos 850.000 dólares a una cuenta en Suiza de Arribas en concepto de “sobornos” pagados por la constructora Odebrecht, por ese entonces a cargo de importantes obras públicas en Argentina. El testimonio de Meirelles contradijo la declaración que Arribas realizó en su defensa en enero, cuando ya se habían filtrado detalles de la causa Lava Jato en Brasil: dijo que sólo había recibido 70.000 dólares por la venta de un piso de su propiedad en Sao Paulo, y que Meirelles hizo la transferencia a nombre del comprador como cualquier operador de moneda extranjera. La justicia argentina no encontró pruebas para contradecir su testimonio y exculpó al jefe de los espías, quien siguió en su puesto.

Meirelles declaró durante cuatro horas y por videoconferencia ante el fiscal federal Federico Delgado, quien investiga el presunto pago de coimas en el contrato de una planta potabilizadora de agua construida por la estatal AySA. Fue en ese contexto que el testigo dijo recordar que había realizado diez transferencias de 85.000 dólares a Arribas, y que “ninguna volvió rechazada”. También dijo que “le sonaba” el nombre de la empresa Iecsa, propiedad del primo del presidente Macri, Angelo Calcaterra, y a cargo de la obra del soterramiento del tren Sarmiento, una de las mayores inversiones en obra pública del gobierno kirchnerista. Odebrecht reconoció ante la justicia de Estados Unidos que pagó en Argentina sobornos por un total de 35 millones de dólares entre 2007 y 2014, pero los detalles de esos pagos están bajo llave en la justicia de Brasil. El testimonio de Meirelles, que obtuvo beneficios judiciales en su país a cambio de brindar detalles de la estructura de pago de coimas montada por Odebrecht, ha revelado, por primera vez, un pago con nombre y apellido. No presentó documentación alguna de sus denuncias, y dijo que, en cualquier caso, esos papeles probatorios están en manos de la justicia brasileña.

La declaración de Meirelles se mantuvo en secreto, pero llegó a la prensa a través del diario La Nación, el mismo que en enero había publicado que Arribas presuntamente recibió coimas de manos de Odebrecht. La información generó en su momento un terremoto político. El jefe del espionaje argentino hizo fortuna en el negocio de la transferencia de jugadores de fútbol y es amigo íntimo de Macri, al punto que le alquila el piso que el presidente dejó libre cuando se mudó a la residencia oficial en Olivos. En ese momento, Macri no dudó en salir en su defensa y llegó a calificar de “cuento” la información de La Nación, un diario respetado que de ninguna manera podría considerarse opositor. “No entiendo cómo se relaciona a Arribas con Odebrecht. Ese link todavía no lo entendí. Es muy claro que lo que manifiesta Arribas es que vendió un departamento y que un señor, que le pagó un saldo de precio, usó un cambista importante [Meirelles]. Un cambista que tiene miles de clientes, no uno, entre los cuales también está Odebrecht”, dijo el presidente en enero.

Pero el caso llegó a la justicia por intermedio de la diputada Elisa Carrió, aliada del Gobierno pero reconocida por sus denuncias contra la corrupción. Arribas se defendió ante el juez y fue sobreseído por falta de pruebas. Así logró mantenerse al frente del cargo más oscuro de Argentina, el que comanda los servicios de inteligencia. Ahora será la Cámara de Casación, tribunal que sólo está por debajo de la Corte Suprema, la que decidirá si el testimonio de Meirelles justifica reabrir la investigación o si, en cambio, confirma el sobreseimiento de Arribas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_