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La pérdida del escaño de Nick Clegg empaña el leve avance de los liberal demócratas

El único gran partido del espectro nítidamente europeísta mejora ligeramente sus resultados electorales

El líder liberal democráta, Tim Farron, este viernes en Londres.
El líder liberal democráta, Tim Farron, este viernes en Londres.CLODAGH KILCOYNE (REUTERS)

Un desenlace agridulce engloba los resultados de los liberal demócratas británicos, el único gran partido del espectro nítidamente europeísta y sin las fisuras que dividen a la militancia laborista. La insignia de tono naranja lo hizo bien, si nos atenemos tanto a los resultados que le procuran una ganancia de cuatro diputados como al vaticinio de los sondeos de que no iban a poder exprimir la causa anti-Brexit para lograr grandes réditos. El elector calcula su sufragio, y muchos proeuropeos que no confían en el liderazgo de Corbyn optaron por darle su voto para neutralizar a May y convencidos de que, en cualquier caso, el líder laborista nunca resultaría vencedor.

Esa premisa le costó muy cara al Partido Liberal Demócrata, cuyo líder, Tim Farron, consiguió retener el escaño por tan solo 777 votos. El éxito del exministro de la cartera Negocios sir Vince Cable, al recuperar el acta de diputado que le arrebataron los tories hace dos años, ha alimentado además las especulaciones sobre su pretensión de desafiar el liderazgo de Farron.

Pero el titular del día en el bando de los libdems fue la inesperada derrota de su anterior líder, Nick Clegg, uno de los políticos más articulados de la escena británica, y ahora sobrepasado por el rival laborista en la circunscripción que consideraba asegurada en Sheffield. Clegg ha achacado el revés a sus posiciones proeuropeas, pero la lectura de los analistas apunta a su papel de número dos de David Cameron a raíz del pacto de los liberal demócratas con los conservadores para formar gobierno en 2010. Una de sus promesas electorales de entonces había sido congelar las tasas universitarias. Su cesión y rúbrica de un astronómico aumento de las matrículas, una vez en el Gabinete, no le ha sido perdonada.

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