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Trump presiona al Senado para sacar adelante su reforma sanitaria

Los republicanos carecen de los apoyos necesarios para aprobar la propuesta presentada la semana pasada

Trump, esta semana durante un mitin.
Trump, esta semana durante un mitin. EFE

Donald Trump continúa preocupado por su reforma sanitaria, una de sus promesas centrales durante la campaña electoral. El presidente de Estados Unidos recurrió a Twitter este fin de semana para presionar a los senadores republicanos con el objetivo de que consigan aprobar su propuesta para reemplazar Obamacare. El mensaje del republicano confirma las divisiones que hay entre los miembros de su partido respecto al proyecto de ley, presentado el pasado jueves.

“No puedo imaginar que estos buenos senadores republicanos pudieran permitir que el pueblo americano sufra con el quebrado ObamaCare durante más tiempo”, escribió el presidente. La semana pasada, tras anunciar la propuesta para acabar con el programa sanitario de Barack Obama, al menos cuatro senadores —necesarios para aprobar la ley— afirmaron que no votarían en su favor. La promesa de revocar y reemplazar Obamacare fue uno de los pilares centrales del discurso de Trump durante la campaña.

Desde su llegada a la Casa Blanca, el republicano también ha invertido mucho capital político para hacer de su reforma sanitaria la primera gran victoria política de su presidencia. Para aprobar una ley, el documento debe ser primero validado por la Cámara de Representantes y después por el Senado. La presión de Trump en Twitter ya se vio cuando la normativa pasaba el filtro de los congresistas, a principios de mayo.

Tras intenso debate, una votación que tuvo que ser abortada por la falta de consenso, y la mediación de la Casa Blanca, la Cámara validó un texto que dejaría sin seguro médico a 14 millones de personas en 2018. Ese proyecto asimismo favorece a los ricos a costa de los estratos socioeconómicos más bajos, y reduce las ayudas del programa Medicaid para familias de pocos ingresos.

Ante la dificultad de sacar adelante esa propuesta, Trump pidió a los senadores que revisaran la medida y la adaptaran para que hubiera un mayor consenso. Pero el documento divulgado el pasado jueves por Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado, no reflejó muchos cambios. Una mayoría de senadores afirmaron que el proyecto de ley todavía necesitaba ser negociado dentro del partido. Para algunos, la normativa no significa un reemplazo total del programa de Obama que tanto repudian. Para otros, es demasiado radical y no supone una buena alternativa.

Trump en Twitter y el vicepresidente con sus frecuentes visitas al Capitolio presionan para apuntarse un triunfo político ante la supuesta impopularidad del presidente en su todavía corta presidencia. McConnell anunció que planea convocar la votación para la reforma sanitaria esta misma semana. Pero las divisiones entre los republicanos y el rechazo total de los demócratas, las prisas de la Casa Blanca podrían volverse en su contra.

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