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EE UU plantea una acción militar si continúa la escalada en Corea del Norte

Washington prepara una nueva resolución del Consejo de Seguridad para reforzar el actual régimen de sanciones

La embajadora estadoundiense Nikki Haley en el Consejo de Seguridad
La embajadora estadoundiense Nikki Haley en el Consejo de SeguridadJEWEL SAMAD (AFP)

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emplazó al régimen de Corea del Norte a que cese las provocaciones y cumpla de inmediato con sus obligaciones internacionales. De esta manera tratan de elevar la presión sobre Pyongyang con nuevas sanciones para que contenga sus ambiciones nucleares y acepte negociar una salida diplomática. Estados Unidos asegura estar preparada por movilizar su capacidad militar si las reprimendas económicas no frenan la escalada.

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La embajadora estadounidense Nikki Haley arrancó su intervención diciendo que el “mundo es hoy más peligroso”. “No perseguimos el conflicto”, aseguró la representante de la administración de Donald Trump. Pero considera que el último ensayo balístico muestra la intención del régimen “de llevar sus misiles nucleares a ciudades de EE UU”. “Estas acciones hacen que la posibilidad de la solución diplomática sea más difícil de conseguir”, advirtió.

En su intervención ante el Consejo de Seguridad, la diplomática estadounidense dijo que “EE UU está preparada por usar todo el abanico de sus capacidades” para defenderse y proteger a sus aliados. “Uno de nuestras capacidades reposa sobre nuestra considerable fuerza militar”, advirtió, “recurriremos a ella si debiéramos”. Pero a reglón seguido dijo que “preferimos no tener que ir en esa dirección”.

Haley anticipó que está preparando una nueva resolución para ampliar las sanciones contra Corea del Norte, “proporcional a la nueva escalada”. “Debemos hacer más”, indicó, abriendo el abanico de medidas a otros países que apoyan al régimen. La prioridad, insistió, es conseguir la plena desnuclearización de la península norcoreana y dijo que espera hacerlo trabajando con China.

La reunión fue convocada con carácter de urgencia a petición de Estados Unidos con el respaldo de Japón y Corea del Sur. Este mes las reuniones del órgano que vela por la paz y la seguridad mundial están presididas por China, principal aliado de Corea del Norte y que como miembro permanente tiene poder de veto. El encuentro se celebró, además, en vísperas de la cumbre del G20.

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La prueba balística del lunes es la más clara evidencia hasta ahora de las intenciones nucleares del régimen norcoreano. El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó por eso con rotundidad el lanzamiento, porque representa “un agravamiento peligroso” de la tensión en la península coreana, y pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que preserven la unidad a la hora de afrontar la crisis.

“Es una violación inaceptable de las resoluciones y del Tratado de no proliferación”, valoró el embajador francés ante la ONU, Francois Delattre, “se ha rebasado un límite muy serio”. Por este motivo considera que “no hay tiempo que perder”. La nueva resolución que se presenta, añade el británico Matthew Rycroft, no solo debe reforzar el régimen de sanciones sino profundizarlas, “hay que ir más lejos”.

EE UU aprovechó de nuevo para pedir a China que actúe de una manera decidida para poner fin a esta situación. Pero pese a la muestra evidente de que la administración de Donald Trump pierde la paciencia con esta situación, Washington no termina de presentar una estrategia clara a la hora de afrontar la crisis más allá de lanzar mensajes a Pekín que amenazan con sanciones económicas.

El Tesoro de EE UU ya incluyó la semana pasada a un banco chino entre las empresas, entidades e individuos sujetos a sanciones para cortar las transferencias de dinero al programa nuclear de Corea del Norte. Naciones Unidas también cuenta con su propia lista, que se acaba de actualizar hace unos meses. Pero el régimen de Pyongyang está siendo capaz de esquivar todas las medidas.

Las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad prohíben expresamente que Corea del Norte desarrolle misiles y tecnología nuclear. El régimen norcoreano está violando de manera sistemática también los acuerdos internacionales de no proliferación. Por Guterres le emplaza a respetar sus obligaciones internacionales. Pekín trata que las potencias se sienten a negociar con Pyongyang y rechaza la acción militar.

El embajador chino ante la ONU, Liu Jieyi, insiste que el reto norcoreano debe resolverse por vía de la cooperación y el diálogo, para así lograr una solución duradera de la crisis. “Si la tensión solo se incrementa”, advirtió, “antes o después se escapará de nuestro control y las consecuencia pueden ser terribles”. Pekín propone que Corea del Norte suspenda los ensayos nucleares y balísticos a cambio de que EE UU y Corea del sur hagan lo propio con las pruebas militares conjuntas.

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