_
_
_
_
_

Matteo Salvini: “El euro caerá y estamos preparando el día después

El líder de La Liga Norte, a quien las encuestas le dan cada día más apoyo, despliega en una entrevista con EL PAÍS su ideario eurófobo y contrario a la inmigración

Daniel Verdú
El presidente de la Liga Norte, Matteo Salvini.
El presidente de la Liga Norte, Matteo Salvini. Dino Fracchia

Algunas personas tienen el don de saber siempre cuando una canción va a dejar de sonar. Solo muy pocas pueden adivinar también cuál va a ser la siguiente. Matteo Salvini (Milán, 1973) es uno de ellos. Lo demostró cuando transformó radicalmente La Liga Norte, un partido que reclamaba la independencia del norte de Italia y llamaba “ladrona" a Roma, por un artefacto eurófobo cuyo programa se centra en el rechazo a la inmigración y la seguridad. Acertó de lleno. Al menos electoralmente. El país vive hoy una emergencia migratoria en la que muchos votantes desencantados, a izquierda y derecha, han mirado hacia los lados y le han encontrado a él con los brazos abiertos.

Salvini, vaqueros, polo y zapatillas, recibe a EL PAÍS en el su cuartel general en Milán. Está relajado, completamente seguro de la oportunidad del rumbo tomado tras la victoria en las últimas administrativas en coalición con Forza Italia. Enseña sus reliquias del despacho, una foto de Franco Baresi –capitán de su amado AC Milan- firmada, un librito de Putin… y le regala al periodista una botella de licor de hierbas con su nombre. Y todo ello mientras cuelga un post en Facebook -“me hace gracia estos políticos que llevan un grupo de gente para las redes sociales”- y pregunta sobre Cataluña. Su equipo prepara ya el asalto a las generales. Pero primero tendrá que entenderse con el gran tahúr de la política italiana.

Pregunta. Hay tantas diferencias entre ustedes y la Forza Italia de Silvio Berlusconi que cuesta pensar que se vayan a poner de acuerdo.

R. Sí, han votado el decreto para salvar bancos con Renzi. No quieren tocar Europa, en la inmigración son muy blandos…

P. No teme que Berlusconi le haga la envolvente como con tantos antes.

“Liga Norte y Movmiento 5 Estrellas comparten una parte de su electorado”
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

R. Él ha sido buenísimo en muchos campos. Un innovador increíble. Pero espero que la lección del gobierno Letta, Monti y Renzi le haya servido para que no haya más inclinaciones a la izquierda.

P. ¿Le da igual que haya estado procesado por prostitución de menores, fraude fiscal…?

R. Los casos privados no me interesan. Fue un montaje excesivo, no es lo que me hará decidir con quién aliarme. No elijo mis aliados en función de las sentencias o procesos judiciales. Sus méritos son inapelables. Ha sido el número 1 en muchos campos. Pero no se puede vivir de recuerdos. Puede ser fundamental, pero no es omnipotente. Ahora hay un equipo.

P. Algunos en Forza Italia creen que está usted demasiado a la derecha…

R. Son categorías superadas. Tengo una cierta idea de familia… Hoy una madre canadiense transexual ha registrado a su hijo sin poner varón o hembra, solo sexo desconocido. No sé si es de izquierdas o de derechas, a mí eso me parece una locura. Yo creo en un cierto tipo de familia y de sociedad.

P. Usted venía de la extrema izquierda y ahora es de extrema derecha…

R. Bueno, entre comillas… como todos los chicos a los 20 años se pueden tener ideas libertarias que luego se topan con la realidad.

P. El Movimiento 5 Estrellas también defiende que esas categorías están superadas.

R. Tenemos similitudes. La honestidad, la transparencia, ahora la inmigración… En Europa han cambiado mucho: yo tengo una idea más precisa de su transformación. Sé que muchos de sus votantes, si no tuvieran al Movimiento 5 Estrellas, votarían a la Liga Norte. Hay una parte de electorado compartido, sí.

P. ¿Se aliarían con ellos?

R. Estamos lejos con temas como el trabajo, en la renta básica… Grillo de palabra es muy contundente, luego votan con la izquierda en Bruselas. Hoy no sería una hipótesis gobernar con ellos.

Matteo Salvini, durante la entrevista.
Matteo Salvini, durante la entrevista.Dino Fracchia

P. ¿Cómo ha pasado La Liga pasado de echarle la culpa a Roma a echársela a Europa?

“El Euro caerá por si solo y estamos preparando el día después”

R. Porque el mundo ha cambiado. Yo en 1996 estaba en la marcha del Po reivindicando la independencia de la Padania. Pero hoy tenemos el ISIS, la globalización, la moneda única. Los desafíos han cambiado. Los estados deciden menos y ahora toca recuperar soberanía.

P. A Italia no le ha ido tan mal con Europa estos años.

R. La directiva de los bancos tiene a los italianos como primera víctima, la política agraria común nos ha perjudicado, en la inmigración solo hace falta ver como Europa se limpia las manos. Nuestra contribución neta es de 8.000 millones al año. Si no cambian los tratados, tendremos más problemas.

P. Con una deuda del 130% del PIB y sin acceso a las líneas de crédito europeo, ¿cómo sobreviviría Italia fuera del Euro?

R. La mayoría de la deuda está en manos italianos y está referenciado en liras. La deuda me parece el último problema. La moneda única es un experimento fallido que terminará saltando por si solo. Y estamos preparando el día después, la salida de seguridad. Si un país controla su moneda y sus bancos, es más libre.

P. ¿Si usted gobernase habría ‘Italexit’?

R. Pediremos revisar todos los tratados. Pero si me dicen que no, entonces cogemos los 8.000 millones y nos vamos. Pero damos la última oportunidad.

P. ¿Y esto lo haría con un referéndum?

R. No, lo pondremos en el programa de gobierno. Quien vota Liga me da su mandato para recontratar Maastricht, Schengen, Dublín, Lisboa, el comercio… Si tengo éxito, bien, y si no, tiro recto.

P. ¿Cómo cuadrará este planteamiento con Forza Italia, que para más señas tiene a uno de sus máximos dirigentes presidiendo el Parlamento Europeo?

“La prostitución y el tráfico de drogas están relacionados con la inmigración”

R. Berlusconi también dice que hay que cambiar las reglas europeas, y Renzi... Pero esto estará en el programa de la Liga Norte y del centroderecha, así que Berlusconi tiene que ser claro.

P. Muchos ven en todo esto que dice una motivación populista.

R. En Italia cuando no sabes qué decir te llaman populista, racista… En Génova decían: ‘no votéis a la Liga en nombre del antifascismo’. Pero mire, si uno tiene la calle de casa sucia, le da igual el antifascismo. Esto no se lo cree nadie ya.

P. Pero es verdad que sus temas estrella apelan siempre a las emociones.

R. Mire, si usted va a la estación de Tiburtina las madres tienen miedo de coger el tren con las niñas. Es un problema de seguridad real, no es populismo ni emociones.

P. Parece que la ‘Ndrangheta es un problema mucho mayor de seguridad, y no se oye hablar a la Liga de ello.

R. En Italia hay 56.000 presos, de los cuales 19.000 son ciudadanos extracomunitarios. No son la mayoría, pero el crimen organizado, al menos para el tráfico de drogas y la prostitución, afecta a los inmigrantes. La ‘Ndrangheta se combate desde hace decenios…

P. Ustedes convierten en un problema social real en uno de seguridad.

R. Hoy hay 180.000 personas en centros de acogida italianos. La mayoría de peticiones se rechazan. Pero hay que expulsarles de forma mucho más veloz. Nosotros pedimos desde hace dos años el cierre de los puertos que ahora propone el gobierno. Es una emergencia, y hay el riesgo, que yo no deseo, de que la gente reacciona con malos modos como en Brescia, Reggio Calabria. La gente se cabrea.

P. A veces parece que es la Liga quien alimenta esas bajas pasiones.

R. Yo en Reggio Calabria no estoy. El problema está ahí. Los alcaldes de la Liga no dan la posibilidad de acoger a falsos refugiados. Y punto.

“Los catalanes deberían poder votar sobre su independencia”

P. ¿Por qué defiende que una persona que nace en Italia y es hija de inmigrantes no puede ser directamente italiano?

R. Porque es una elección que hace con madurez con 18 años. Como el carné de conducir, o el servicio militar que queremos reintroducir.

P. ¿Eso no crea ciudadanos de segunda?

R. No he entendido todavía qué derechos no tienen los compañeros de clase de mi hijo inmigrantes que tienen 14 años: van a clase con él, juegan al fútbol y toman la merienda juntos. A los 18 años ya elegirán qué quieren ser.

P. ¿Cuál es el problema en que sea un derecho de nacimiento como en el resto de Europa?

R. Reagrupamientos familiares.. Italia, lamentablemente, es el país de los listillos y se arriesgaría a legalizar cientos de miles de casos irregulares. El hijo es legal, y entonces a vivir la vida… Esa ley no la tocaremos.

P. Sus referentes en lo que usted llamaba la Europa de las patrias han ido cayendo: Wilders, Le Pen, Petry baja en los sondeos… se diría que ya solo queda usted.

R. Wilders es el segundo en Holanda. Le Pen ha perdido, pero se lo ha jugado en la segunda vuelta, y en otoño veremos qué pasa en Austria… pero tenemos contacto con los ingleses, los polacos... Hay una querencia por la defensa de la identidad que no existía cinco años antes.

P. Precisamente, el 1 de octubre hay un referéndum en Cataluña...

R. Pero ¿cómo va?, ¿es legal?

P. No. Pero, ¿qué le parece? ¿Apoyaría a Cataluña internacionalmente?

R. Yo defiendo la libertad, los catalanes deberían poder votar. Aunque sé que sobre la inmigración tenemos visiones diferentes. Pero el derecho a elegir es sagrado en cualquier lugar. Cuando veo que juzgan a gente por hacer un referéndum me desagrada mucho. Pero Cataluña tiene una historia distinta, tiene una lengua, una cultura, una bandera. Cuando tienes a alguien como Guardiola lanzando ese mensaje… Pero cada país hace su historia.

P. Después de medio año, ¿le sigue gustando Trump.

R. Me gusta y lo aprecio. Ha sido una bocanada de aire fresco. Me gusta su defensa del trabajo, del Made in USA, su defensa del tema fiscal y, por supuesto, la política de inmigración. Ha suspendido el TTIP, que era unregalo a las multinacionales. Me gustaría que también hubiera una Italia first.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_