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Otro caso de violación y asesinato en Argentina: “No podemos seguir enterrando chicas”

Un hombre mata a una vecina de 26 años, prende fuego a la vivienda y se oculta en su casa

María Emma Córdoba, en una foto de archivo.
María Emma Córdoba, en una foto de archivo.

María Emma Córdoba era una argentina de 26 años. Estudiaba cuarto año de Medicina en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y había invitado a casa a su compañera Ana Laura González para preparar exámenes durante el fin de semana. Según la reconstrucción realizada por la Fiscalía, en la madrugada del sábado, un vecino -y hasta ahora el único detenido. Ariel Báez- irrumpió en el domicilio donde estaban las dos jóvenes, las violó, las golpeó y mató a María Emma. Para no dejar rastros, intentó prender fuego a la vivienda y se fue a su casa a dormir con su mujer y su bebé, de meses.

La doble violación y el asesinato de María Emma han conmocionado a la ciudad argentina de La Plata, situado 60 kilómetros al sur de Buenos Aires. Una multitud salió a las calles el lunes por la noche para exigir que se haga justicia y la UNLP decretó un día de luto por el crimen. "Quiero que quien hizo esto se pudra dentro de la cárcel", declaró a los medios el padre de María Emma, Horacio Córdoba. "Habían tenido algún cruce de palabras entre vecinos, pero algo minúsculo. No logramos entender qué sucedió, por qué este ensañamiento con mi hermana y con Anita", agregó Jorge Córdoba, uno de los tres hermanos de la fallecida.

"Algo está fallando. No podemos seguir enterrando chicas", dice el padre de María Emma

Ana Laura permanece ingresada en el hospital, pero está fuera de peligro. Su testimonio incriminó a Báez, quien aprovechó que abrieron la puerta para dejar entrar al perro para meterse por la fuerza en la vivienda. Cuando la policía se enteró de lo ocurrido y fue a buscarlo, encontró al feminicida dormido al lado de su mujer. Báez, de 23 años, se encuentra detenido, pero hasta el momento no ha declarado.

María Emma tenía una gran pasión por la medicina. Además de cursar la carrera, era ayudante en la cátedra de Biología y hacía prácticas en el hospital Cestino, de Ensenada. "María era todo energía. Se plantaba frente a todo tipo de injusticia, no podemos creer que estemos pasando esto", dijo su padre. "El cartel de Ni Una Menos se nos está cayendo a pedazos. Algo está fallando. No podemos seguir enterrando chicas", expresó, en referencia a los numerosos feminicidios registrados en Argentina, donde una mujer es asesinada cada 30 horas, en promedio.

Entre los últimos crímenes destacan el de dos adolescentes embarazadas: Ayelén Roldán, de 19 años y Dalma Barreto, de 17. Roldán fue ahorcada la semana pasada en la casa donde cuidaba a los cinco hijos de un matrimonio, en la localidad bonaerense de Glew. Por su muerte está imputado su esposo y la pareja amiga que la contrató como niñera. Barreto, embarazada de cinco meses, fue hallada muerta de un tiro en la cabeza en un maizal en la provincia norteña de Santiago del Estero el pasado 24 de junio. Un joven de 18 años confesó haberla asesinado, aunque su intención era "amenazarla" por orden de su tío, exnovio de la víctima.

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