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El socavón político de Cuernavaca

La muerte de dos personas al caer en un agujero de una autopista recién inaugurada revela la negligencia con la que se abrió al tráfico hace tres meses

Socavón formado en la carretera que une la Ciudad de México con Cuernavaca.
Jacobo García
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Indignación por el socavón del recién inaugurado Paso Exprés
Las imágenes del accidente

El socavón de ocho metros de diámetro y 16 de profundidad, que provocó la muerte de dos personas el miércoles en la autopista que une Cuernavaca con la Ciudad de México- inaugurada hace tres meses- ha dejado al descubierto las prisas y la indiferencia con la que las autoridades recibieron las quejas de los vecinos ante lo que consideraban una obra mal hecha.

Pobladores, gobierno local y protección civil habían advertido de las fallas en una de las carreteras con más tránsito del país, sin que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) actuara en consecuencia. Todo lo contrario, el propio ministro Gerardo Ruíz Esparza, hoy en la cuerda floja, presumió en las redes sociales la calidad del pavimento, solo días después de que el presidente Enrique Peña Nieto inaugurara la obra.

Sin embargo, junto al mandatario, en la foto oficial de abril estuvo también el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a quien el accidente tomó haciendo proselitismo político en la lejana Monterrey, pero cuya administración se suma ahora a las críticas a la SCT.

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Precisamente su mano derecha, Matías Quiroz, secretario de Gobierno de Morelos, denunció ayer que el gobierno federal entregó una obra que no estaba terminada. "La obra fue inaugurada (…) pero continuaba en proceso de atención porque no había sido concluida", reveló el funcionario estatal en entrevista con Grupo Fórmula. Quiroz Medina dijo que solicitaron la dimisión del delegado estatal de la SCT, José Luis Alarcón, al considerar "que hay una responsabilidad importante" de su parte en el socavón.

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Otro de los que se ha sumado a las críticas, harto de ser silenciado, es el ayuntamiento de Chipitlán, por donde pasa el tramo carretero. “Debido a las fuertes lluvias y al mal trabajo realizado en el tramo del Paso Express (…) le comunico que el muro que se levantó en el área está a punto de colapsarse, ya que el tubo, que se encontraba en estado obsoleto no fue sustituido por otro que fuera apto para dicha obra” denunciaron en un documento, con fotos, que el ayuntamiento envió a la SCT tras la inauguración y que tiene firma de recibido.

“El oficio se metió en esas fechas, pero desde antes ya se le había advertido telefónicamente y por medio de mensajes de la situación (…) Hicieron caso omiso y ahí están las consecuencias” denunció el secretario municipal de Chipitlán, Mario Meneses.

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El último reclamo había llegado hace solo diez días. Después de varias cartas, un grupo de vecinos de la comunidad se lanzó a la calle, con un pequeño megáfono y unas cartulinas escritas a mano, y cortó momentáneamente un carril de la autopista para llamar la atención sobre las deficiencias en la nueva vía. Los vecinos exigieron que se arreglara la tubería que pasa por debajo de la carretera. Ese mismo día, el director general de la SCT en Morelos, José Luis Alarcón, acudió al lugar, se reunió con los vecinos y recorrió la zona dañada sin que se tomara ninguna medida.

Al conocer las denuncias existentes desde antes, el Secretario de Transportes anunció una investigación pero atribuyó a las lluvias inusuales el hundimiento del asfalto. “En ese momento no sé pensó nunca que dentro (de la tierra) se iba a generar ese hueco, que causó el agua que pasa bajo la carretera, y que no encontró un ducto para drenar y provocó esto se hundiera" dijo Esparza.

Construida por la empresa española Aldesa, el 'Paso-exprés' de Cuernavaca, de 14.5 kilómetros, costó más 2.200 millones de pesos (124 millones de dólares), según información oficial, el doble de lo que se licitó, tal y como recoge la propia empresa en su página web, donde señala que el costo sería de 1.045 millones de pesos (59 millones de dólares). A pesar del desembolso, cien días después de su inauguración se abrió un enorme agujero en el asfalto que se tragó un vehículo con un padre y un hijo dentro.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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