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El líder de los separatistas de Donetsk propone refundar el Estado ucranio

Las declaraciones, de ser tomadas al pie de la letra, supondrían el fin del proceso de Minsk

Pilar Bonet
Un ciudadano en su casa destrozada por la artillería, este martes en Donetsk.
Un ciudadano en su casa destrozada por la artillería, este martes en Donetsk.ALEXANDER ERMOCHENKO (REUTERS)

Alexandr Zajárchenko, líder insurgente prorruso en el Este de Ucrania, hizo un llamamiento el martes a los ucranianos residentes en el territorio controlado por Kiev, y les propuso “refundar” el Estado en torno a la ciudad de Donetsk y rebautizarlo como Malaia Rossia. Este nombre, que significa Pequeña Rusia, es el que durante varios siglos se dio a diversos territorios en el occidente del imperio ruso (con fronteras cambiantes) y no coincide con las actuales fronteras de Ucrania. 

Las declaraciones de Zajárchenko, de ser tomadas al pie de la letra, supondrían el fin del proceso de Minsk, las negociaciones que Rusia, Ucrania, Francia, Alemania y los secesionistas, mantienen bajo la égida de la OSCE y cuyo fin es la reintegración de los territorios orientales de Ucrania (las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk) al Estado ucranio. Rusia se desmarcó a lo largo del día de las propuestas de Zajárchenko y el secretario de prensa del presidente ruso, Vladímir Putin, Dmitri Peskov, manifestó que se trata de una iniciativa “personal” del líder secesionista.

Por su parte, Borís Grizlov, representante de Rusia en las conversaciones de Minsk, atribuyó las palabras de Zajárchenko a la “guerra informativa”. El ministro de Exteriores de Ucrania, Pavel Klimkin, a su vez, consideró que el Kremlin está detrás de las palabras del líder secesionista y acusó a Moscú de “haber organizado un circo” y de “sacar de la naftalina” el concepto de Malaia Rossia.

El presidente ucranio Petró Poroshenko, que se encontraba de visita oficial en Georgia, afirmó que Ucrania respondería con la “recuperación del control” sobre el territorio de Donbás (las regiones de Donetsk y Lugansk) y Crimea. Dijo también que se plantearía el tema el miércoles en una reunión en el marco del proceso de Minsk. 

“Esta iniciativa no encaja en el proceso de Minsk, yo la interpreto solo como una invitación al debate, porque no tiene ninguna consecuencia jurídica”, dijo Grizlov. Pese al distanciamiento de los altos funcionarios rusos, el Kremlin parece mantener un doble enfoque a juzgar por el hecho de que Zajárchenko lanzó su propuesta tras una reunión que se presentó como una cita de representantes (no identificados) de provincias ucranianas favorables a sus ideas. En esa reunión participó activamente, en apariencia, el “tutor” ruso responsable de los contactos entre el líder de los secesionistas de Donetsk y Vladislav Surkov, ayudante de Vladímir Putin. Surkov representa a Rusia en el grupo de trabajo con EE UU, en el que la ex subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, ha sido recientemente sustituida por el diplomático Kart Volker.

En diversas ocasiones, Zajárchenko se ha manifestado a favor de realizar una ofensiva diplomática en las zonas colindantes con la autodenominada RPD, donde la vida es dura, las oportunidades de trabajo escasas y la seguridad precaria. Entre otras cosas, el líder secesionista ofrece a los jóvenes la posibilidad de estudiar en la universidad de Donetsk y de recibir títulos reconocidos en Rusia. La RPD se mantiene gracias a la ayuda económica de Moscú y, tras el bloqueo declarado por Kiev, a la venta de su producción industrial y carbón a Rusia.

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“Debemos construir un nuevo país”, manifestó Zajárchenko, que insistió en que los líderes de Kiev habían dado un “golpe de Estado” y promueven un proyecto “rusófobo” y “neonazi” que acabará en la “desintegración” de Ucrania. “Consideramos que Ucrania tal como se configuró tras el fin de la URSS no se puede restablecer”, dijo Zajárchenko, que propuso una nueva constitución y un periodo de transición de tres años para fundar el nuevo Estado. El líder secesionista dijo que se consideraba heredero de las regiones ucranianas como Poltava y Sebastopol, pero subrayó que el proyecto de Malaia Rossia no incluye la península de Crimea. “Partimos del hecho de que la República Popular de Donetsk junto a la República Popular de Lugansk son los únicos territorios de Ucrania, sin contar Crimea, en los cuales se conserva un poder legítimo”, manifestó. De su propuesta se distanciaron inicialmente los líderes de la RPL.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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