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CUMBRE UNIÓN EUROPEA-AMÉRICA LATINA

Hugo Chávez: 'El neoliberalismo es el camino que conduce al infierno'

El presidente venezolano tacha el golpe de Estado de 'un zarpazo sangrante, fascista y elitista'

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró ayer, en una conferencia en la Escuela Diplomática en Madrid, que 'el neoliberalismo es el camino al infierno' y apeló 'a los jóvenes del mundo a resistirse a ese camino'. Chávez dio su versión del golpe de Estado que le alejó del poder el pasado abril durante 48 horas y lo definió como 'un zarpazo sangrante, fascista, privilegiado por sectores y elites que se beneficiaron del régimen anterior'. Unos 100 manifestantes lo despidieron con gritos de '¡Chávez, amigo, Madrid está contigo!', '¡Viva Chávez!', '¡Chávez, seguro, al yanqui dale duro!'.

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A un manifestante opuesto al presidente venezolano sin embargo, lo echaron al grito de '¡Asesinos, asesinos!'. Chávez aprovechó la plataforma que le brindaba la conferencia en la Escuela Diplomática, sobre La visión estratégica de Venezuela para el siglo XXI para realizar una apología y defensa apasionada de su régimen.

El mandatario venezolano lanzó su andanada contra el neoliberalismo, que es 'el camino que conduce al infierno'. Para los neoliberales, dice Chávez, la mano que lo regula todo es el mercado y esa mano 'es más poderosa que la de Dios'. El proyecto chavista trata de salir del monocultivo petrolero y aludió de nuevo a 'la carga nefasta del neoliberalismo que crea desempleo'. En el eje territorial se trata de lograr una 'descentralización desconcentrada' para tratar de corregir que el 70% de los venezolanos vivan en una franja del 10% del territorio. El último eje mencionado fue la visión internacional: 'Venezuela levanta la bandera de la soberanía' y se pronuncia por un mundo multipolar.

Se presentó Chávez vestido de traje azul oscuro y corbata roja, provisto de un arma que blandió varias veces durante su discurso: un ejemplar en miniatura de la vigente Constitución bolivariana de Venezuela. Llegó flanqueado por el ministro portavoz del Gobierno español, Pío Cabanillas, que abrió el acto en un salón de actos lleno. Los seguidores de Chávez tomaron asiento en lo que en una sala de cine se llamaría el gallinero, desde donde interrumpieron alguna que otra vez con aplausos el verbo fluido de su líder.

Salpicó Chavez su conferencia de guiños al público, sin que faltasen las referencias a la divina providencia. Tras dar las gracias a Dios 'por encontrarme aquí y a nuestro pueblo', se refirió al director de la Escuela Diplomática, José María Velo de Antelo, y se asombró de los muchos José María que hay, 'y todos son jefes'. Chávez venía de entrevistarse con el presidente José María Aznar. Se extendió Chávez en la explicación de que el pueblo le devolvió al poder sin más armas que la Constitución en la mano, que llevaban muchos de los que pedían su vuelta al poder durante el golpe. Expuso el presidente las riquezas de Venezuela y se preguntó cómo es posible que con tanta riqueza el 80% de la población viva en la pobreza. Para Chávez la explicación reside en 'un modelo político que desde 1958 se llamó democracia y que degeneró en tiranía. Una democracia que le quitó al pueblo, el demos, los derechos fundamentales. Una democracia sin pueblo no es democracia, la llames como la llames'.

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Se refirió después a la nueva Constitución y dijo que responde a un proyecto surgido de las corrientes populares, 'desde hace miles de años, desde Cristo y antes de Cristo, un proyecto que hoy está en marcha y conforma esa visión estratégica hacia el siglo XXI'. Añadió el presidente: 'Esa Constitución es un bebé que tiene dos años y tratararon de violarla'. Al fallido presidente golpista, Pedro Carmona, Chávez le llamó Pedro el Brevísimo y relató que él había batido el record de vuelta al poder en sólo 48 horas tras un golpe.

Explicó la elaboración de la Constitución, el segundo libro en importancia después de la Biblia. Puso como ejemplos de la elaboración democrática la participación de los indígenas, que eligieron a sus representantes según sus costumbres allá en la selva y llegaron a la Asamblea 'con sus taparrabos, arcos y flechas'. Relató Chávez las largas reuniones que mantuvo en el Palacio de Gobierno con médicos para discutir 'si el espermatozoide gana la carrera y penetra el óvulo y en ese momento se inicia la vida'. Comparó la carrera de los espermatozoides con la del Real Madrid, al que felicitó por la Liga de Campeones.

Para Chávez su proyecto político trata de 'descender de la visión quijotesca de la utopía, pero sin perder la utopía. Si el Quijote hubiese tenido descendientes, uno de ellos sería Simón Bolivar. Aprovechó para lanzar una pulla contra los golpistas del 11 de abril, 'un golpe contra Bolívar' y relató que habían retirado un retrato del prócer para encerrarlo en un armario del Palacio presidencial. Uno de los ejes de su Gobierno es que la democracia sea protagonista y no se reduzca a un minuto de voto cada cinco años. El arma de la Constitución, según Chávez, la emplearon sus partidarios como la cruz se empleaba contra los vampiros. Culminó Chávez su intervención con la apelación a vivir 'en un mundo de hermanos, según los mandatos de Dios: amándonos los unos a los otros'.

El ministro de Exteriores, Josep Piqué y el comisario europeo Chris Patten (derecha), con delegados de la UE.
El ministro de Exteriores, Josep Piqué y el comisario europeo Chris Patten (derecha), con delegados de la UE.AP

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