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AMENAZA DE GUERRA | El desafío de Corea

EE UU teme las provocaciones de Corea del Norte mientras se centra en la guerra de Irak

Washington envía avisos a Pyongyang para que no se repita el incidente con el avión

Por cauces diplomáticos y por la vía de los hechos, la Casa Blanca ha enviado señales disuasorias a Corea del Norte para que no "trate de aprovecharse", según el Pentágono, de la inestabilidad que pueda provocar una hipotética guerra contra Irak. El Pentágono ordenó el envío de bombarderos a una base en el Pacífico como símbolo de preparación ante posibles movimientos confusos del régimen de Pyongyang. El Departamento de Estado también trabaja con terceros países para hacer llegar a Corea del Norte advertencias claras sobre el riesgo de potenciar su programa nuclear.

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Fuentes de los servicios de inteligencia de EE UU dan por hecho que Corea del Norte continuará con "pequeñas provocaciones" en las próximas semanas, aunque suficientemente contenidas como para no desencadenar un conflicto militar.

La última de esas provocaciones estuvo a punto de cruzar la raya de lo que el Pentágono puede soportar. Cuatro aviones de combate de Corea del Norte persiguieron a un avión de reconocimiento de EE UU en el espacio aéreo internacional sobre el mar de Japón. Los aviones coreanos llegaron a estar a menos de 20 metros del aparato estadounidense. El Pentágono no escolta los vuelos de reconocimiento con aviones de combate para que otros países no los contemplen como una amenaza militar. El avión de reconocimiento realiza la misma ruta varias veces al mes para recopilar datos sobre experimentos con misiles de Corea del Norte. Ayer se debatía la manera de protestar contra el incidente; dado que ambos países no mantienen relaciones diplomáticas, Washington no tiene otra opción que acudir a la ONU a presentar su queja.

En todo caso, los analistas militares están asombrados por el riesgo que Corea del Norte tomó con su acción: sus aviones de combate no suelen alejarse tanto de su territorio -no tienen capacidad para llenar el depósito de combustible en vuelo- ni han volado nunca tan cerca de un aparato de otro país.

Según el Pentágono, la decisión de mandar más de 20 bombarderos a una base estadounidense en el Pacífico se tomó antes de ese incidente pero con la seguridad de que habría y habrá más acontecimientos de este tipo. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, aseguró ayer que el envío de aviones B-52 a la isla de Guam se decidió "mucho antes" del incidente aéreo.

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Rumsfeld no ocultó la razón del despliegue el Pacífico: "Si el conflicto con Irak acaba siendo tenso, creo que es adecuado que EE UU eche un vistazo alrededor del planeta para deducir qué países pueden intentar aprovecharse de esa situación", aseguró el jefe del Pentágono, que en todo momento se refirió al despliegue como "defensivo y disuasorio, nada agresivo".

Rumsfeld insistió en que el presidente de EE UU "ha tomado una decisión muy clara con respecto a Corea del Norte: quiere resolver esto por la vía diplomática". Dado que Corea del Norte es una potencia nuclear declarada, el "aguante" de la Casa Blanca frente a las constantes provocaciones, en contraste con la intransigencia que se muestra contra Irak, se ha convertido en un filón de comedia para los humoristas y una fuente de incongruencia para los columnistas.

Doble rasero

Pero hay también un tímido movimiento político, abanderado por el senador demócrata Ted Kennedy, que intenta llamar la atención sobre el doble rasero: "El conflicto con Irak nos desvía la atención de la batalla contra Al Qaeda y de las amenazas emergentes, como Corea del Norte. Vamos a ir a la guerra contra un país que quizá puede llegar a tener los elementos para fabricar armas nucleares y, al mismo tiempo, no prestamos ninguna atención a un país que las produce. No tiene ningún sentido", dice Kennedy.

El régimen de Pyongyang ha ido aumentando su enfrentamiento con EE UU desde octubre pasado, cuando quedó demostrado que Corea del Norte había reactivado el programa nuclear que se comprometió a frenar en 1994. Corea del Norte quiere mantener un diálogo con EE UU sobre el bloqueo económico, pero la Casa Blanca sólo desea implicarse en esa conversación si el problema nuclear está en la mesa de debate y si están sentados otros países, como Corea del Sur, China o Rusia.

Soldados de EE UU, durante unas maniobras en Paju, al norte de Seúl.
Soldados de EE UU, durante unas maniobras en Paju, al norte de Seúl.AP

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