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Sharon amenaza con matar a Arafat y expulsar a miles de palestinos de Israel

Veinte heridos en una batalla campal en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén

Ariel Sharon ha amenazado con matar al presidente Yasir Arafat y al jefe de la milicia libanesa del Hezbolá, el jeque Hasan Nasrala, según asegura el primer ministro en varias entrevistas que serán publicadas el próximo lunes en la prensa israelí. Ayer, en plena escalada de la tensión, provocada por estas declaraciones, las fuerzas de seguridad israelíes irrumpían en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar santo del islam, en la ciudad vieja de Jerusalén, provocando una batalla campal con los fieles que acudieron el viernes a rezar. Los incidentes se saldaron con unos 20 heridos y decenas de detenidos.

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"Yo no diría que ni uno ni otro pueden sentirse seguros. No aconsejaría tampoco a ninguna compañía de seguros que les hiciera una póliza", asegura con burda ironía en varias entrevistas el primer ministro israelí, Ariel Sharon, amenazando a Arafat y Nasrala. Las advertencias de Sharon se difundirán cuando apenas hayan pasado dos semanas del asesinato en Gaza del jeque Ahmed Yassin, el líder religioso y fundador del movimiento fundamentalista Hamás.

Desde el asesinato de Yassin se han disparado en Israel las cábalas sobre qué líder palestino o árabe podría ser el próximo de la lista del Ejército. Las declaraciones de algunos jefes militares, entre ellos el jefe del Estado Mayor, Moshe Ayalón, habían apuntado a Arafat y Nasrala, para después ser desmentido desde estamentos oficiales. Pero ahora, Sharon ha desvelado claramente quién encabeza la lista negra, y ha confirmado que estos dos hombres serán posiblemente los próximos objetivos.

Sharon, como si tratara de justificar las amenazas contra Arafat y Nasrala, y dejar sentado que no se trata de una frivolidad o de palabrería, insiste párrafos más abajo, en las mismas entrevistas, en que son "hombres marcados", y añade con firmeza: "Cualquiera que mata a un judío o golpea a un ciudadano israelí o envía a alguien a matar judíos es un hombre cuya sangre caerá sobre su cabeza".

La entrevista de Sharon no tiene desperdicio. Pasa revista a los principales conflictos y litigios de su Gobierno, incluidos los supuestos casos de corrupción en los que se encuentra implicado, o la construcción del muro de separación con los palestinos. Sobre el primer tema se muestra tajante, al afirmar sin ambigüedades: "Tengo las manos limpias. Soy absolutamente inocente y espero tranquilamente la decisión del consejero jurídico del Gobierno", que debe decidir en las próximas semanas sobre la petición de inculpación elevada por el fiscal. Con respecto al muro, Sharon anuncia que, después de su construcción, el Gobierno procederá a expulsar a decenas de miles de palestinos que se encuentran ilegalmente en las ciudades árabes de Israel: "En cuanto la valla se haya cerrado, la actividad para deshacernos de ellos será mas enérgica y su capacidad para regresar será muy reducida".

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En plena escalada verbal y cuando los palestinos hacían esfuerzos por minimizar las declaraciones de Sharon, se disparaba la tensión en Jerusalén, al conocerse que decenas de miembros de las fuerzas de seguridad israelíes habían irrumpido en la Explanada de las Mezquitas. La operación se llevó a término durante los rezos del viernes, cuando la policía trató de detener a un grupo de jóvenes que desde hacía horas lanzaban piedras sobre los fieles judíos que oraban al otro lado del Muro, el de las Lamentaciones. Los soldados irrumpieron en el recinto islámico lanzando gases lacrimógenos y balas de caucho, lo que provocó carreras y golpes, mientras los fieles trataban de buscar refugio en el interior de la mezquita de Al Aqsa. Durante cerca de una hora, las fuerzas asediaron el templo, haciendo temer un estallido de cólera, similar al originado hace más de tres años, cuando se inició la Intifada de Al Aqsa. Pero las tropas acabaron por retirarse, tras intensas negociaciones, dejando en el suelo a una veintena de heridos y llevándose a decenas de detenidos. Por otra parte, en Gaza y Cisjordania tres palestinos perdieron la vida ayer en diferentes enfrentamientos con tropas israelíes.

Varios israelíes se protegen en el Muro de las Lamentaciones durante los choques entre palestinos y policías.
Varios israelíes se protegen en el Muro de las Lamentaciones durante los choques entre palestinos y policías.REUTERS

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