_
_
_
_
_
OPERACIÓN 'LIBERTAD DURADERA'

Schröder condiciona su permanencia en el Gobierno al apoyo parlamentario al envío de tropas

El canciller alemán pretende acabar con las disidencias roji-verdes ante cuestiones de relevancia internacional

El canciller alemán, Gerhard Schröder, ha puesto bajo presión a las propias filas roji-verdes al someter la supervivencia de su Gobierno a una moción de confianza vinculada a la aprobación de la intervención del Ejército alemán en Afganistán.

El jefe del Ejecutivo alemán ha decidido acabar con las vacilaciones de un sector de los ecopacifistas y también de su Partido Socialdemócrata (SPD) y ha presentado hoy ante el Parlamento federal (Bundestag) la solicitud para un voto de confianza, que se llevará a cabo el próximo viernes.

Más información
Alemania ofrece 3.900 soldados a EE UU para la guerra contra el terrorismo
Francia, dispuesta a aumentar su aportación militar
Una parte de las tropas alemanas será destinada a Uzbekistán
Italia destinará 2.800 soldados a la guerra contra el terrorismo
Tema:: La coalición antiterrorista
Gráfico animado:: Las fuerzas de la OTAN

Schröder, un político que en su trayectoria ha dado ya suficientes muestras de su capacidad de reacción en situaciones difíciles, quiere poner fin así a las disidencias roji-verdes ante cuestiones de relevancia internacional, como el posible envío de tropas al conflicto de Afganistán.

Ocho diputados de los Verdes, más un número indeterminado de socialdemócratas, habían anunciado su rechazo a la resolución del Gobierno de poner a disposición de la alianza anti-talibán un contingente de hasta 3.900 soldados.

Esta determinación hacía prever, una vez más, que la intervención de soldados germanos en una misión internacional iba a quedar supeditada al voto de la oposición conservadora-liberal, por falta de una mayoría propia roji-verde.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Se repite el caso de Macedonia

La situación no es nueva, puesto que ya se dio con la decisión de enviar un contingente alemán a Macedonia, que fue aprobada gracias al apoyo de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Liberal (FDP).

Pero Schröder ha decidido ahora atajar una situación que empezaba a ser endémica en su coalición, al supeditar la aprobación Parlamentaria a ese contingente a una moción de confianza para la que, en principio, no puede contar con otros votos que los propios.

El riesgo es alto, puesto que la coalición roji-verde tiene una mayoría parlamentaria de siete escaños. El no de unos pocos disidentes precipitaría el fin de la coalición y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Pero, en palabras del canciller, la aprobación por parte de la mayoría roji-verde "es importante para la estabilidad, la imagen y la operatividad de una coalición que ha trabajado bien" y que, en su opinión, "seguirá trabajando bien", ha manifestado Schröder.

Antes de dar el paso, Schröder ha consultado con su correligionario Helmut Schmidt, quien en 1982 perdió la cancillería precisamente por un voto de confianza parlamentario que derivó con la llegada al poder de Helmut Kohl.

Cambio de opinión

La estrategia del canciller parece haber dado los primeros frutos y, tras una dramática ronda de reuniones, por separado, con los diputados socialdemócratas y verdes se vislumbran los primeros síntomas de cambio de opinión.

Peter Struck, jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, ha anunciado que "por supuesto" se cuenta con el apoyo unánime de sus diputados a la moción de confianza de Schröder, quien además de canciller es presidente del SPD.

Sus dos homólogos jefes verdes, Rezzo Schlauch y Kerstin Müller, manifestaron tras la visita de Schröder que los diputados ecopacifistas habían expresado también "por unanimidad" su confianza al canciller, quien tuvo ante ellos una intervención "convincente", "constructiva" y "muy bien argumentada".

Parece claro que no habrá un cambio de bando en bloque de los ocho disidentes -al menos uno de ellos, Winfried Hermann, califica la petición de un voto de confianza de "chantaje"-.

Christian Ströbele, abanderado del ala más pacifista de Los Verdes y asimismo partidario del no, ha reconocido que la vinculación de la ratificación parlamentaria al contingente y la moción de censura da "una nueva dimensión" al caso y que, ahora mismo, todo -incluido su voto- es una cuestión abierta.

Los disidentes verdes objetan que el o el no es una cuestión de conciencia, pero por parte de la cúpula del partido se ha dejado entrever que comparten el optimismo del canciller ante la votación del viernes.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, responde a los periodistas tras plantear el pulso a los <i>verdes</i>.
El canciller alemán, Gerhard Schröder, responde a los periodistas tras plantear el pulso a los verdes.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_