El Gobierno decreta el estado de emergencia para atajar el problema de la inmigración
Después de implantar la medida en Sicilia, el Gabinete de Berlusconi la extiende a todo el país
El Gobierno italiano ha proclamado hoy el estado de emergencia a nivel nacional para afrontar el fenómeno de la inmigración clandestina, según ha anunciado el consejo de ministros a través de un comunicado. Hasta el momento no se ha comunicado la duración de la medida, que da poderes especiales a las autoridades locales. La decisión se produce un día después de que el ministro para las Reformas, Umberto Bossi, se quejara de la actitud de la UE en cuanto al problema de la inmigración, que a su juicio, "ha dejado sola a Italia".
En un principio, el Gobierno que dirige Silvio Berlusconi implantó el estado de emergencia solamente en Sicilia, pero ahora lo ha extendido a todo el país.
"La aceleración del fenómeno de la inmigración clandestina impone una acción inmediata y coordinada a nivel europeo, implicando a todos los Gobiernos de la Unión Europea, con el fin de adoptar una estrategia común y eficaz enfocada hacia los países originarios de los flujos de inmigrantes clandestinos", dice el comunicado hecho público hoy.
"Al mismo tiempo, hay que imponer medidas urgentes para afrontar de la mejor manera posible la importante presencia de extranjeros en situación irregular, por lo que recurrimos a la instauración del estado de emergencia propuesto por el ministro del Interior, Claudio Scajola", continúa en texto.
La proclamación del estado de emergencia da poderes especiales a las autoridades locales, especialmente a los prefectos, lo que les permite una mejor gestión de las situaciones de crisis.
La decisión se produce un día después de que el ministro para la Reforma, Umberto Bossi, hiciera unas polémicas declaraciones en el sentido de blindar las fronteras italianas para atajar la masiva llegada de barcos cargados de inmigrantes clandestinos a las costas italianas. Bossi considera que el Gobierno italiano no es "capaz de dar una respuesta enérgica a los traficantes" de seres humanos, como "hundir las naves que transportan a los inmigrantes, una vez vacías, con cuatro cañonazos".
