El poscomunista Giorgio Napolitano, nuevo presidente de Italia

El Parlamento italiano ha elegido hoy al único candidato, presentado por el centro-izquierda, el senador vitalicio Giorgio Napolitano, como nuevo presidente de la República. El poscomunista sustituirá en el cargo a Carlo Azeglio Ciampi. Napolitano, de 81 años y miembro de Democráticos de Izquierda, ha sido elegido en la cuarta votación de hoy, trasmás de 24 horas de votaciones inútiles y conspiraciones. La diferencia es que hoy sólo necesitaba la mayoría simple de los sufragios de los llamados grandes electores (senadores, diputados y representantes de las regiones) para ganar.

Esta confusión de votaciones típicamente italiana ocurre porque durante la elección presidencial, los líderes políticos, amparados en el voto secreto, tienden a liberarse de la disciplina de partido y despliegan su acreditada astucia para lanzar candidatos falsos, "quemar" a los candidatos rivales y ocultar sus auténticas cartas hasta el último momento. Es el momento supremo del parlamentarismo italiano. Por eso, han tenido que pasar dos días hasta que Napolitano ha sido elegido.

El sucesor de Carlo Azeglio Ciampi hereda el deber de unir Italia, un país dividido en dos desde las legislativas que dieron una ajustada victoria a la coalición de Romano Prodi. Napolitano es el primer comunista en acceder a la jefatura de Estado, pero no es la primera vez que ocupa un puesto de relevancia. En 1996, él mismo fue el primer ex rojo en lograr la titularidad del Ministerio del Interior.

Conocido por su moderación, prudencia y sentido de Estado, Napolitano ha sido uno de los primeros y también de los más fervientes partidarios del viraje reformista de los años 90 en el Partido Comunista de Europa. Antes, incluso, de la caída del muro de Berlín, que precipitó la desaparición del Partido Comunista Italiano. Nacido en Nápoles en 1925, se unió a la resistencia comunista durante la II Guerra Mundial, antes de entrar en el partido, en 1945. Fue elegido diputado por primera vez en 1953.

Reelegido en todos los comicios, entró en la dirección nacional del partido en 1962. Es en los años 80 cuando comienza a ejercer la crítica interna, dialogando con los socialistas de Bettino Craxi, por un lado, y pidiendo la reconversión del partido hacia la socialdemocracia, por el otro.

Hoy, respetado por el estamento político italiano, Giorgio Napolitano deberá mostrar sus cualidades rápido, sin inmiscuirse en las disputas de los partidos, si quiere influir en la importante reforma de la Constitución que ha impulsado la derecha y que él no ha dejado de criticar en los últimos meses. Casado desde hace 50 años con Clio Bittoni Napolitano; el presidente número 11 de la República, octogenario como su predecesor, es padre de dos hijos que le han convertido en abuelo en varias ocasiones.