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Amnistía afirma que hay "escasez de medicinas y riesgo de hambrunas"

La ONG afirma que el norte del país africano es un "caos" Los rebeldes tuareg declaran el fin de las operaciones en dicha región La Junta Militar golpista pide una intervención internacional en la zona

El líder golpista, Amadou Sanogo (2-dcha), en un campamento militar.
El líder golpista, Amadou Sanogo (2-dcha), en un campamento militar.EFE

La ONG Amnistía Internacional ha denunciado que Malí, país africano desestabilizado en las últimas semanas por un golpe de estado militar y una potente rebelión de la etnia tuareg en el norte del país, está "al borde de un gran desastre humanitario".

El grupo de derechos humanos asegura que existe un "riesgo inminente de hambrunas y de falta de medicamentos que podría causar muchas muertes entre la población, especialmente entre mujeres y niños".

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Una rebelión de múltiples facciones

Amnisitía Internacional alerta de que las reservas de alimentos y de fámarcos de las ONG establecidas en la zona han sido "saqueadas" y lamenta que la mayoría de los trabajadores de estas agencias se han ido. Exige que se permita cuanto antes la entrada o el regreso de agencias de ayuda al país. La ONG señala como zonas especialmente problemáticas las ciudades norteñas de Gao, Kidal y Tombuctú, controladas por grupos rebeldes de la etnia tuareg. Amnistía sostiene que en los últimos días estas poblaciones han sido "un caos".

Los tuareg declaran el fin de las operaciones en el norte

El Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), principal agrupación de los rebeldes tuaregs que combaten en Malí, ha declarado a través de un comunicado "el fin de las operaciones militares" en la franja norte del país, una vez que la región de Azawad ha sido "liberada" en su totalidad. En la nota, el grupo de alzados malienses afirma que su decisión ha venido auspiciada por la "fuerte" presión internacional encabezada por la ONU, EE UU, Francia y los países africanos vecinos.Los milicianos tuaregs se han hecho desde enero con el control de gran parte del norte de Malí, desde Tombuctú hasta la frontera con Argelia, pasando por Gao y Kidal. El área que comprenden estas tres ciudades y Mopti es precisamente la que los tuaregs denominan Azawad.

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"En consecuencia", finaliza el comunicado del MNLA, "invitamos a los Estados de la región sur y a la comunidad internacional a proteger al Pueblo de Azawad frente a toda agresión de Malí". La nota, publicada en la web de los rebeldes, no habla de la postura mantenida al respecto por los islamistas ligados a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y reunidos en torno al grupo salafista Ansar al Din. Salafistas y tuaregs del MNLA han combatido codo a codo en la ofensiva lanzada en los últimos meses. Los islamistas radicales controlan al menos Kidal y Tombuctú, ciudades en las que quieren aplicar la férrea sharía (ley islámica que rige las conductas de los musulmanes según la interpretación rigurosa del Corán y la palabra del prfeta Mahoma).

Además, el MNLA ha condenado este jueves a través de un comunicado el secuestro de un cónsul argelino y otros seis trabajadores de la legación diplomática en la ciudad de Gao. "El MNLA se desentiende de todas las organizaciones mafiosas que se están introduciendo estos días en el Azawad", añadía el comunicado.

La escalada de la violencia en el norte de Malí desencadenó el alzamiento de un grupo de militares el pasado 22 de marzo. El jefe de los golpistas, Amadou Haya Sanogo, ha advertido de las consecuencias para África y el mundo de la  toma de control del norte de su país por los islamistas y se ha pronunciado a favor de una intervención extranjera en esa zona.

"Si las grandes potencias han sido capaces de atravesar los océanos para luchar contra esas estructuras integristas en Afganistán, ¿qué les impide venir aquí?", ha señalado Sanogo en una entrevista publicada hoy por el diario francés Libération. Según Sanogo, "si una fuerza (internacional) debe intervenir, que lo haga en el norte", ocupado por los independentistas tuareg apoyados por grupos vinculados con AQMI. El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, ha descartado este jueves una "solución militar" a la crisis entre Bamako y los tuareg. 

Precisamente este jueves se reúne en Abiyán (Costa Marfil) la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para estudiar el posible despliegue de una fuerza militar en Malí. La CEDEAO ha decretado ya un draconiano embargo contra la Junta Militar. Durante la cita, el ministro de Exteriores de Burkina Faso, Djibrill Bassolé, ha declarado que la organización trabaja para levantar el bloqueo diplomático y económico impuesto el pasado lunes. "Pienso que [el levantamiento de las sanciones] serán muy pronto", ha afirmado Bassolé. La CEDEAO estudia también el despliegue de una fuerza militar de interposición de entre 2.000 y 3.000 soldados, aunque se desconocen los términos de la misión.

La ofensiva lanzada desde enero contra las fuerzas militares de Bamakoha obligado a más de 200.000 personas a dejar sus hogares. Un centenar de españoles ha abandonado ya el país, según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores español.

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