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El español Carromero, condenado a cuatro años de cárcel en Cuba

Cuba declara al joven político del PP culpable de homicidio involuntario por el accidente en el que murió el opositor Oswaldo Payá

El español Ángel Carromero ha sido condenado a cuatro años de prisión por el accidente de tráfico en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero. El Tribunal Provincial de Granma (este de Cuba) hizo pública la sentencia ayer, diez días después de que se celebrara el juicio oral.

La fiscalía había pedido siete años de cárcel, mientras la defensa solicitaba la absolución. La familia de Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, sigue exigiendo una investigación independiente sobre los hechos ocurridos aquel 22 de julio en una carretera cercana a la ciudad de Bayamo.

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Según el portal oficialista Cubadebate (versión digital del diario del régimen, Granma), a Carromero, dirigente madrileño de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, se le considera “responsable del delito de homicidio en ocasión de conducir vehículo por la vía pública”.

El caso, que ha mantenido en vilo a la opinión pública cubana y a la española, entra ahora en la fase de apelación. Tanto la defensa como la fiscalía podrán impugnar el fallo ante el Tribunal Supremo Popular. Se espera que una vez confirmada o disminuida la sentencia, el Gobierno de La Habana proceda a aplicar el tratado de cumplimiento de penas suscrito por ambos países, en cuyo caso Ángel Carromero podrá cumplimentar el castigo en alguna penitenciaría española.

El joven, de 27 años, ha sido juzgado a partir del artículo 177 del código penal vigente, en el que se establece que “el conductor de un vehículo que, infringiendo las leyes o reglamentos del tránsito, cause la muerte a una persona, incurre en sanción de privación de libertad de uno a diez años”.

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Además de Oswaldo Payá y Harold Cepero, en el vehículo viajaba también el sueco Jens Aron Modig, dirigente de las Juventudes Democristianas de su país, que resultó herido leve y regresó a su país sin que se presentaran cargos contra él, tras comparecer ante la prensa y ratificar la versión oficial.

Imagen distribuida por el Gobierno cubano del vehículo siniestrado donde viajaba el fallecido opositor Oswaldo Payá.
Imagen distribuida por el Gobierno cubano del vehículo siniestrado donde viajaba el fallecido opositor Oswaldo Payá.EFE

Ángel Carromero se vio envuelto en una investigación policial que ha tenido una amplia repercusión incluso en la prensa oficial cubana.

El diario Granma acusó a los dos jóvenes políticos de realizar actividades subversivas en apoyo del Movimiento Cristiano Liberación, y de haberles entregado una suma equivalente a los 4.000 euros.

Según muchos denuncian, el caso ha sido utilizado por el Gobierno de la isla para emprenderla contra la oposición interna y también ha servido como mecanismo de presión ante el Ejecutivo del Partido Popular, que ha intentado en todo momento evitar una crisis diplomática. A partir de hoy se abre un nuevo escenario para todas las partes.

Según la versión oficial del hecho, Carromero conducía a exceso de velocidad y perdió el control del auto sobre una vía en reparación, donde había abundante grava. Al accionar inadecuadamente los frenos el auto se salió de la carretera e impactó contra un árbol. La nota oficial emitida ayer asegura que en el juicio se ha analizado “un amplio material probatorio” y se han cumplido “las garantías legales establecidas, atendiendo a la gravedad de los hechos”.

Sin embargo, a la vista oral celebrada en Bayamo el pasado 5 de octubre, se impidió el acceso a los hijos de Oswaldo Payá y a decenas de activistas que intentaron llegar hasta el lugar. Detenciones, arrestos domiciliarios y amenazas marcaron la jornada durante la cual se desarrolló el juicio, que el propio periódico Granma había anunciado previamente que sería “oral y público”. Sí pudieron entrar, en cambio, algunos corresponsales extranjeros, periodistas oficiales y el cónsul español en La Habana, Tomás Rodríguez-Pantoja, que calificó el proceso de “correcto” e “impecable”.

Ayer el consulado español acogió “con relativa satisfacción” la “rebaja sensible” de la condena que la fiscalía había pedido contra Carromero. Tomás Rodríguez-Pantoja explicó que al no superar los cinco años de sentencia, se abren varias posibilidades para aplicar un convenio bilateral de cumplimiento de pena.

Sin embargo, tanto para la defensa como para numerosos disidentes cubanos, la condena ha resultado excesiva. Consultado por EL PAÍS, Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, se mostró contrariado. “Esperaba la absolución debido a los diversos atenuantes que estaban presentes en esta causa. Entre ellos las malas condiciones de la carretera y la pésima señalización vial”, aseguró el activista. Por su parte varias voces oficiales —muchas de ellas anónimas o bajo seudónimo— comentaban en Cubadebate y otros portales de Internet que la sentencia les había parecido “poca”.

A los atenuantes que enarbolan los activistas de derechos humanos en la isla, se suma que las propias familias de los fallecidos en el accidente no presentaron cargos contra Ángel Carromero. Elemento éste que hacía creer a muchos que la condena sería mínima, o cuando menos simbólica. De ahí que el anuncio de este lunes haya sorprendido negativamente a los que sostenían la tesis de una posible absolución. Una vez conocida la sentencia Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, ratificó su opinión de que Carromero “tenía que estar en su casa” desde hacía mucho tiempo. “Quizás no tenga que cumplir la condena en Cuba y sea expulsado del país”, añadió.

En un principio, la familia de los opositores fallecidos declaró que tenían información de que el coche era seguido por un vehículo, por lo que el accidente podía haber sido provocado. En sus declaraciones, el político de Nuevas Generaciones aseguró que no había ningún vehículo cerca y que fue él el que se salió de la vía.

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