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París pone en alerta a todos los franceses en la región del Sahel

El Gobierno de Hollande se muestra confiado en liberar a los rehenes y advierte de que no cederá ante los secuestradores

Policías y soldados cameruneses revisan en Dabanga el todoterreno en el que viajaban los siete franceses secuestrados.
Policías y soldados cameruneses revisan en Dabanga el todoterreno en el que viajaban los siete franceses secuestrados.- (AFP)

Tras un día de enorme confusión sobre la suerte de los siete miembros de la familia francesa secuestrada el martes en Camerún, el presidente François Hollande afirmó que las fuerzas de seguridad de su país cooperan plenamente con las de Nigeria y Camerún para localizar “el sitio exacto” donde están retenidos los rehenes, y aseguró que “sin duda” la familia, formada por tres adultos y cuatro niños, ha sido “separada en dos grupos” por sus secuestradores.

Fuentes militares nigerianas informaron de que los secuestradores de los siete franceses estaban rodeados por el Ejército, aunque París fue mucho más prudente y no quiso confirmar ese extremo, admitiendo incluso que no se conoce siquiera su localización exacta.

El día comenzó con la falsa noticia, facilitada por fuentes militares camerunesas, de la liberación de los siete rehenes en la localidad de Dikwa, al norte de Nigeria. Un oficial aseguró a France Presse que los secuestrados se encontraban “sanos y salvos” y “en manos de las autoridades nigerianas”. Aunque el viceministro francés de Excombatientes, Kader Arif, se hizo eco de esa tesis durante una alocución en el Parlamento, el Elíseo y el Ministerio de Exteriores francés desmintieron poco después que fuera cierto.

La familia de un colaborador de GDF Suez, formada por tres adultos y cuatro niños de entre 5 y 12 años, fue capturada el martes cuando volvía de visitar el parque natural de Waza, al norte de Camerún, por un grupo de hombres armados que iban montados en motocicletas pequeñas y que trasladaron a los secuestrados hasta Nigeria a través de la cercana frontera.

El miércoles se supo que los secuestradores habrían pedido un rescate económico para liberar a los capturados, y París confirmó que fuerzas especiales francesas basadas en Chad llegaron hasta el lugar del secuestro para investigar los detalles. Ayer, Hollande mostró su confianza en que la cooperación con los países africanos permitirá “liberar a los rehenes en las mejores condiciones posibles”.

El ministro de Exteriores, Laurent Fabius, confirmó a su vez que el grupo que secuestró a la familia es una secta radical islamista aliada de Boko Haram, y admitió que Francia es en este momento el país occidental “más afectado” por las tomas de rehenes. Además de la familia capturada, siete franceses siguen retenidos en el Sahel, probablemente en el extremo norte de Malí, y otro ciudadano galo está secuestrado desde diciembre en Nigeria.

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A raíz de la operación militar en Malí, Francia ha ordenado reforzar las medidas de seguridad de todos sus residentes en el Sahel y en otras zonas donde operan grupos terroristas de influencia islamista. Fabius aseguró en el Parlamento que Francia “no cederá ante los grupos terroristas”, lo que parece confirmar que París ya no está dispuesto a pagar eventuales resarcimientos por la liberación de ciudadanos franceses.

Según Fabius, “es preciso hacer el máximo por liberar a los rehenes, pero nada sería peor que ceder”. El ministro cree que la firmeza es indispensable porque “lo que se juega en Malí” es aplicable al resto de África: “Demostraremos que no cederemos ante los terroristas”.

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