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Panamá expresa su malestar por el contrabando de armas cubano

El Gobierno invita a una comisión de la ONU para verificar que se cumplen las sanciones a Pyongyang y revisar el armamento

Trabajadores desvelan contenedores en el buque
Trabajadores desvelan contenedores en el buque Alejandro Bolivar (EFE)

Panamá aseguró este miércoles que “sorprende enormemente” que Cuba sea la dueña de “esta barbaridad” de cargamento bélico no declarado descubierto el pasado lunes en un buque de Corea del Norte en aguas panameñas sobre el Mar Caribe. El ministro panameño de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, declaró en una entrevista con EL PAÍS que el hecho de que Cuba haya escondido un contrabando “de armas y de aviones” en un embarque de azúcar “habla por sí solo”.

Al preguntarle si Cuba debió informar a Panamá acerca de que el barco llevaba equipo bélico obsoleto, Mulino respondió: “Yo creo que el haberlo metido sin declarar y esconderlo habla por sí solo. Esa carga está escondida debajo de un cargamento enorme de azúcar… no es que vaya en la cubierta de la nave”.

Mulino anunció que se desplazará hacia Colón, la zona caribeña en la que la embarcación permanece retenida bajo custodia de autoridades judiciales y de seguridad desde el sábado, para “coordinar la descarga del buque a fin de asegurar que en ese buque no venga más nada de lo que la cancillería cubana ha declarado como propio en su comunicado de ayer (martes) y que nos sorprende enormemente”.

Tras reafirmar que aunque la carga sea obsoleta, como alegó Cuba, sigue siendo un “contrabando”, subrayó que “el hecho de que alguien navegue o mande de un país a otro mercadería dañada, vieja, obsoleta o lo que quiera, requiere tenerla declarada y no escondido debajo de un cargamento de azúcar y menos tratándose del tipo de armas y de aviones que se dice que están dentro de este buque”.

Después de más de 20 horas de especulaciones y rumores oficiales y extraoficiales del origen y destino de la carga en la nave Chong Chon Gang, Cuba aceptó el martes que el armamento es de su propiedad y que son 240 toneladas métricas de equipo militar defensivo llevado a suelo norcoreano para repararlo y devolverlo a territorio cubano.

La cancillería de Cuba admitió en un comunicado que en el barco “se transportaban 240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto-dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo ello fabricado a mediados del siglo pasado”.

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“Los acuerdos suscritos por Cuba en esta esfera se sustentan en la necesidad de mantener nuestra capacidad defensiva para preservar la soberanía nacional”, añadió, al reiterar su “firme e irrevocable compromiso con la paz, el desarme, incluido el desarme nuclear, y el respeto al Derecho Internacional”. La embarcación, precisó, “zarpó de un puerto cubano” hacia Corea del Norte, “con un cargamento, mayormente, de 10.000 toneladas de azúcar”.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha sancionado a Corea del Norte por su programa nuclear, con resoluciones que le prohíben exportar e importar armamento y solo comprar armas ligeras. Mulino confirmó a EL PAÍS que Panamá invitó el martes a una comisión especializada del Consejo de Seguridad de la ONU para verificar que se cumplen las sanciones a Pyongyang y revisar el armamento.

Aunque el barco “no es oficial ni militar”, la costumbre diaria es que “cuando los países amigos van a utilizar nuestros puertos a través de buques de su Armada, de su Marina, me notifican y doy la autorización”, aclaró el ministro. “Este es un buque mercante que no responde bajo ningún concepto a un buque oficial y aunque fuera oficial no está autorizado para transportar material bélico y menos de esa magnitud”, añadió.

Mientras, las labores de descarga de la carga prosiguen con 300 hombres. “Han abierto solo una bodega de cinco contenedores. Cada bodega está repleta de sacos de azúcar, que justamente por la renuencia y la violencia y cero cooperación de la tripulación, ahora hay que bajarla hombre a hombre, porque ellos destruyeron las conexiones eléctricas de los equipos de las grúas que tiene el barco”, describió.

El objetivo, dijo, es “de aquí al fin de semana terminar de descargar el azúcar y después sacar, presumo yo, los contenedores que contengan toda esta barbaridad de equipo que han mencionado”.

El Ministerio Público de Panamá informó de que la Fiscalía Primera Superior de Drogas está investigando “la supuesta comisión de un delito contra la seguridad colectiva”. La tripulación del barco, que se mostró reacia a la primera inspección de la nave, está siendo interrogada y recibe asistencia médica.

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